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2023: el año de Intermarché Circus Wanty

Cuando un equipo como el Intermarché Circus Wanty se incorpora a la mesa de grandes equipos, uno piensa el por qué, las razones y motivos que han llevado a una escuadra que no hace tantos años era una más, sin ningún tipo de distinción y que únicamente se dedicaba a birlar alguna victoria en escapadas. En la actualidad es uno de los conjuntos más aplaudidos, con ciclistas que se han crecido y han mejorado sobremanera sus aptitudes para convertirse en auténticos outsiders en carreras de primer nivel.

Podemos hablar de Biniam Girmay, una de las mejores irrupciones de los últimos tiempos, llevando sobre sus hombres el peso de África entera y con unas capacidades que van día tras día confirmándose como las esperadas. Las clásicas y los sprints tienen aun cliente más. De su interesante trayectoria dependerá la dimensión del proyecto, que ha tomado las riendas por fin de sí mismo y asciende por la ladera hacia la cumbre.

No todo es Girmay, ya que el sudafricano Meintjes ha parecido darse cuenta de lo que todo aficionado que se precie ya sabía: que era necesario un cambio de actitud. Y vaya si lo ha llevado a cabo, dándole el aire más que en toda su vida. Pero es que en Intermarché, será por confianza, por cambios de otro tipo o por cualquier otra razón, los ciclistas parecen otros muy distintos. Misma situación que el portugués Rui Costa. Tras un periodo un tanto más oscuro en el UAE, su cambio de colores ha supuesto un revulsivo a nivel implicación. Las victorias han llegado, pero la agresividad en carrera también. Si a eso le unimos la gran calidad que posee en sus piernas, el resultado es este: uno de los nombres del principio de año 2023.

Hablamos de una plantilla que carece de grandes estrellas consolidadas, al menos a día de hoy. Los talentos que van firmando son ciclistas con mucho empaque a futuros, pero también del pasado. Ciclistas que necesitaban una reinterpretación de sí mismos para volver al lugar al que alguna vez pertenecieron. Caso del estonio Rein Taaramae, que tras una época un tanto desaparecido, regreso al primer nivel con Intermarché y ahí sigue, luchando a brazo partido con ciclistas mucho más jóvenes por ser cuanto menos protagonista de las etapas de montaña.

Adrien Petit fue sexto en París Roubaix, un buen logro más allá del tercer puesto en el GP de Denain. Si las lesiones le respetan, debería ser un hombre importante en los sprints y las clásicas. Lo mismo que Niccolò Bonifazio. El italiano tiene un año muy importante ante sí, con ganas de asentarse por fin entre los mejores y alargar su palmarés. Siendo un sprinter al que le falta un poco para enfrentarse a los mejores, su sitio son las fugas, donde puede resolver a través de su punta de velocidad.

Mike Teunisen recala en la estructura procedente de Jumbo Visma, con la clara intención de ganar galones en las llegadas masivas, si bien en Intermarché ya contaban con su paisano Boy Van Poppel. Ninguno es corredor de acumular grandes triunfos, pero una vez desaparecen los grandes, conforme las etapas de una vuelta avanzan, salen a relucir. Como el inconformista Taco Van der Hoorn. Uno de los ciclistas que le resulta más simpático a la afición por su forma de correr y por ese nombre. Y es que a la gente le resulta atractivo todo lo que esté relacionado con la comida. Desde la canción It’s raining tacos ya nada volvió a ser igual.

Sea como fuere, en sus filas hay talento de ese que no hay que perder de vista. De esos ciclistas que una noche se acuestan siendo patos y se despiertan siendo cisnes. Y sino miremos a Kobe Goossens. El belga ha sido una de las sensaciones de la Challenge de Mallorca, de la que Intermarché cazó tres etapas de cinco posibles. En Valencia fueron otras dos y la general, y en espera de lo que la primavera confirme o desmienta, parece que lo de este equipo va a ser muy serio, que va a ser su año y que de aquí saldrán varias estrellas más que en el inicio de 2024 serán de esos nombres que generen más ruido.

De hecho, no sería descartable que si Meintjes consigue superar las etapas llanas y de viento, pueda aspirar a un top cinco, por ejemplo, en una Vuelta a España. O que Rui Costa acabe por ser una de las sorpresas (regresos, más bien) de la primavera. Le toca el calendario de clásicas de las Ardenas, más la Itzulia, que visto lo bien que se le han adaptado los puertos valencianos, es una carrera que está a su alcance claramente. El Tour de Francia le verá entre sus participantes, lo cual es siempre un revulsivo para el necesitado ciclismo portugués, que le tiene como un auténtico ídolo de masas.

Entre esos francotiradores que parecían haber perdido un tanto el norte están Lilian Calmejane, ganador de etapa en el Tour y en la Vuelta, o el noruego Bystrom. Zimmerman, que trae otro apellido ilustre como el ya cada vez más veterano De Gendt, lejos de los registros que sus ciclistas originales e inspiradores. Pero añaden un buen nivel medio al equipo, ese fondo de armario tan necesario. Y en eso el Intermarché va servido. Esta clase de corredor de pronto se filtra en una fuga del Macizo Central y lo que antes era no tener opciones, con este complejo de Rey Midas que tiene el equipo, lo mismo se transforma en levantar los brazos en las mejores plazas, quién sabe.

Aún hay esperanzas en que el danés Julius Johansen explote y comience a ser lo que parecía que iba a ser cuando se llevó el Tour de Olimpia, en Países Bajos ante gente tan válida como el italiano Affini o Sjoerd Bax y todo el ejército neerlandés del momento. Aunque su especialidad parezca la crono y la regularidad, tiene que explotar tarde o temprano y a sus 23 años ya va acercándose el momento de que defina en qué lado de la línea quiere ubicarse.

Uno de los hombres y nombres más ilusionantes es el belga Dries De Pooter, con ese título en Flanders Tomorrow Tour que le hizo dar el salto en verano a la estructura absoluta. Su procedencia de la cantera de Axel Merckx en el Hagens Berman Axeon del que también han salido, entre otros muchos, Iván Romeo, del Movistar, es una garantía de que hay ciclista detrás y de que tarde o temprano empezaremos a ver sus destellos en esos terrenos centroeuropeos.

Como no podía ser de otra forma, una mayoría de ciclistas del equipo son belgas, por lo que ese carácter de clásicas seguirá impregnado en todo lo que Intermarché ponga en marcha, por mucho que la internacionalización del equipo haya supuesto una globalización de sus banderas. Vliegen, entre esos habitantes belgas del equipo, es un ciclista muy interesante. Fue tercero en la cada vez más populosa Jaén Paraíso Interior en 2022, con segundo puesto en el Tour de Valonia, carrera que es su gran figura en el palmarés por haberla ganado en el prepandémico 2019. Días que también recordará Rune Herregodts por tener que esperarlos antes de pasar al conjunto belga que actualmente le tiene en nómina.

Ganó una etapa en la que cada vez más compleja Vuelta Andalucía, así como otras como la Ronde Van Drenthe o una etapa del Sazka Tour. En 2023 ya ha mostrado los dientes en el Figueira Champions Classic, siendo sólamente superado por Casper Pedersen en el sprint final. Rui Costa, por cierto, fue cuarto. Un rendimiento que deja a las claras que hay ciclista y que habrá más en el futuro cercano.

Y esa es la gran percepción que se tiene de esta escuadra, que es un conjunto que ha comenzado el año muy enchufado, con numerosas victorias y buenos puestos. Pero sobre todo la sensación de que son aspirantes a dar la campanada y que con poco esfuerzo las victorias terminan de llegar. Lo interesante de esta serie de corredores es que no son en lo individual ningún tipo de dominador, ni mucho menos, del ciclismo. En el bloque es donde está su mayor fuerza y es lo que creará paulatinamente un crecimiento global del conjunto.

El staff, además e la gran base belga que posee, ha firmado al ciclista griego más famoso, que es Ioannis Tamouridis. El ex corredor y ahora director deportivo del Intermarché fue célebre por firmar por el Euskaltel Euskadi en 2013, año en el que necesitaron fichajes un tanto exóticos para sobrevivir en la máxima categoría. Esa linda historia que terminó por mezclar a un equipo netamente vasco con una filosofía muy clara de fomentar talento de su tierra, terminó por extinguirse a final de aquel nefasto 2013. Ahora con los belgas, la corriente es bien distinta.

Escrito por Lucrecio Sánchez

Fotos: Cyclingmedia – Intermarché

Incluido en el nº10 de High Cycling


Leer en Yumpu – High Cycling – nº10

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