Lo suyo no viene de ahora: Demi Vollering ha estado durante muchos años en el candelero, sufriendo las iras de campeonas de su propia nacionalidad como Anna van den Breggen o la reciente Annemiek van Vleuten, con todo el peligro que conlleva una etiqueta de ese estilo. La ciclista neerlandesa del SD Worx nunca ha querido aceptar el relevo de sucesión del ciclismo de Países Bajos, sino que ha tenido más interés en diseñar su propio camino, algo que es legítimo pero al mismo tiempo también es inevitable que tarde o temprano las comparaciones acaben por caer. Mucho más si como está sucediendo en este 2023 la corredora neerlandesa tiraniza el calendario femenino de clásicas de primavera.
Está a un paso de lograr el triplete de las Ardenas, algo histórico y que le equipara e incluye en un selecto club de corredoras. Al menos en cuanto a clásicas, la referencia a Van den Breggen es inevitable, porque está ganando en los escenarios que ella mitificó como el Muro de Huy, donde cualquier día elaboran una estatua en su honor junto a la Alejandro Valverde, los reyes indiscutibles del Mur y de la Flecha Valona en sus versiones femenina y masculina respectivamente.

Sólo le falta derrotar a Van Vleuten en su terreno, porque en las pruebas de un día ya lo ha hecho. Annemiek es muy buena en esfuerzos prolongados y ahí es donde esta ciclista tiene que demostrar que no se ha quedado en el segundo puesto al que nos había acostumbrado con la superioridad de su compatriota en los últimos tiempos. Demi sí ha demostrado tener ese punch que le falta a la de Movistar en los esfuerzos cortos y explosivos, mucho más este año, y que sí tuvo en su momento Anna.
Habría que comentar también la insistencia en la polémica con compañeras de equipo. Aquí es donde vienen las curvas para Vollering. En su día no se entendió para nada con la sudafricana Ashleigh Moolman-Pasio, cuando ésta militaba en el SD Worx, equipo en el que se quedó hasta el final de la temporada pasada. Como muestra, la Amstel Gold Race de 2022, donde el desacuerdo entre las compañeras de equipo permitió la victoria de Marta Cavalli. Por no hablar de la más reciente de Strade Bianche, territorio más Kopecky que Vollering, todo hay que decirlo. Aquello quedó un tanto feo y extraño.

Demi se formó en el Parkhotel Valkenburg, equipo que sorprendentemente fue excluido de las invitaciones para la edición 2023 del Tour de Francia Femmes, pese a haber portado el maillot de la montaña durante la edición del año anterior en casi todas las etapas. Pese a no verse recompensado, es un equipo que año tras año va sacando algún diamante de entre sus corredoras. El SD Worx pesca fielmente en esta cantera, que en 2023 les ha aportado dos ciclistas de la calidad de Femke Markus y Mischa Bredewold. En 2019 fueron precisamente Vollering y Lorena Wiebes quienes brotaran de este equipo.
Una temporada la de Vollering que si salvamos el 17º puesto en la Omploop Het Nieuwsblad se ha abonado al primer y al segundo puesto, del que no se ha bajado en ningún momento. Esa regularidad en lo más alto confirma a la neerlandesa como la ciclista más en forma de todo el panorama femenino de competición. El Tour de Francia será el objetivo número uno y para ello comenzará a trabajar una vez finalicen las clásicas de las Ardenas, en Bélgica, donde podría completar un triplete histórico.
Escrito por Diego Martín (@martinthecaleb)
Foto de portada: Getty Images // Fotos interiores: ASO / Ceusters