Es un Tour con muchas incógnitas. La lesión de Pogačar en caso de haberla sufrido algún otro corredor sería diferente, pero en su caso no me cabe duda de que estará al 100% en la salida. Espero sorpresas y por recorrido, por cómo están todos los elementos dispuestos en él, con lo más duro a final de primera semana y segunda, con etapas muy duras al inicio. El hecho de contar únicamente con 22 kilómetros contrarreloj hace que más corredores puedan meterse en la pomada, se sientan más protagonistas de la pelea.
Ciccone, Mas o Landa con una crono de verdad se van bien lejos. Para mí hay un gran favorito, no muy original, que es Vingegaard. Pero eso no es positivo para él, porque es cierto que es bonito para el danés ganar Dauphiné, pero en mi opinión esa carrera debe servir también para guardar balas. Es cierto que lo más difícil del Tour teóricamente no está en la parte final y él mismo ha repetido una y otra vez que todavía no está en su máximo nivel de forma, que todavía tiene que mejorar pequeños flecos en su preparación.
Por este y otros motivos pienso que podemos ver un Tour con sorpresa. Igual me equivoco, pero igual vemos corredores que no estaban invitados a pelear según qué cosas que se pueden sumar. Hay invitados como Carapaz a quien ser cuarto no le vale para nada y van a intentar el todo por el todo.
En cuanto a Pogi, según sus propias declaraciones, va a llegar bien de piernas, no tan bien en cuanto a la muñeca, y que existiese un pequeño dolor por mínimo que sea le puede minar en momentos decisivos. En un ascenso, vale. Pero en un descenso, tramo más técnico o un ataque de sus rivales se puede resentir. Esos detalles son los que marcan la diferencia. Creo como todos que Tadej va a pelear, si le dejan con vida esos primeros días, que son donde puede sentir más dudas…
Es una incógnita, pues se va a presentar allí con los Nacionales de Eslovenia como única referencia. Veremos, porque el ciclismo moderno no está para responder a la lógica.
Escrito por Sergio Yustos
Fotos: ASO / Charly López