HC Historia Vuelta

50 años de la Vuelta de Eddy Merckx (1973)

En la edición de 1973 de la Vuelta Ciclista a España se iba a producir un hecho excepcional a la par que inolvidable para el organizador, la prensa y sobretodo para los aficionados al ciclismo de nuestro país, la presencia del mejor ciclista del mundo, el belga Eddy Merckx, que por supuesto, y como era habitual en él, vino a ganar la carrera.

Expectación sin igual. Merckx contra todos

Nos hemos acostumbrado en los últimos tiempos a ver en las carreteras españolas durante la Vuelta, a algunos de los mejores ciclistas del panorama mundial, y en la mayoría de los casos en plena disputa por el triunfo. Además de las grandes figuras a nivel nacional, como Contador, Valverde o Joaquim Rodríguez, también han sido de la concurrencia los Froome, Wiggins, Nibali, Roglic o Nairo Quintana por citar a algunos.

Pero en la década de los setenta que el mejor ciclista del momento, el gran dominador de este deporte a nivel mundial, fuera de la partida en la ronda española (suponemos que con alto coste económico para el organizador), era algo más que un acontecimiento, un hecho que iba a eclipsar al propio desarrollo de la prueba, y a algunos de sus contrincantes, que no eran precisamente de bajo nivel.

Y es que en aquella Vuelta Ciclista a España de 1973, además de Eddy Merckx y su potente Molteni, y contando con la baja de Fuente, ultimo vencedor de la prueba, estarían ilustres como Luis Ocaña, en su afán de revancha contra el belga, el francés Bernard Thevenet enrolado en las filas del Peugeot-BP donde también figuraba un antiguo ganador de la Vuelta en horas bajas Ferdinand Bracke, por supuesto toda la maquinaria del KAS en acción con ese sentido colectivo de entender la carrera por parte de su director Antón Barrutia y la presencia de López-Carril (incorporado al equipo a última hora por las bajas de Lasa y Aja), Perurena o Pesarrodona entre otros.

En un escalón más bajo destacaban otros nombres como Abilleira de La Casera, un conjunto que también contaba con Tamames o Manzaneque, o la formación del Rokado, con Van Springel y el francés Pigneon como jefes de filas de los germanos, a su vez grandes dominadores en las volatas con Peelman o Karstens.

Dominador desde la salida de Calpe

El punto de partida de aquella Vuelta estaba situado en la localidad alicantina de Calpe siendo las primeras pedaladas en un prólogo de apenas 6 kilómetros. Durante las semanas previas a la carrera se habló de la posibilidad de que existiera televisión en directo, algo que las homologas de la Vuelta en Francia y en Italia ya tenían, sin embargo, no se llegó a un acuerdo, y las andanzas de Merckx y compañía no pudieron ser seguidas en vivo. El primer liderato no dejaba lugar a dudas, primer golpe del caníbal belga con un triunfo en Calpe, su director Robert Lelangue no titubeaba en las entrevistas previas en decir que “Eddy ha venido para ganar”.

No en vano se presentó en Calpe con su equipo de gala, a excepción de Van den Bossche. Destacar por otra parte que el trazado de la ronda española beneficiaba los intereses del belga y su Molteni, con poca montaña para que sus rivales pudieran hacer daño, y etapas más favorables a rodadores y con las bonificaciones jugando un papel importante, además de 4 etapas contra el cronometro, bien es cierto que sin excesivo kilometraje.

Un par de días después del prólogo, Merckx soltaba, anecdóticamente, el maillot de líder en beneficio del velocista neerlandés Gerben Karstens del Rokado, vencedor de etapa en Albacete. La llegada a Cuenca iba a deparar la larga escapada de José Pesarrodona y Joseph de Shoenmaecker, siendo la victoria de etapa para este último y aupando al liderato al español del KAS.

Pesarrodona iba a mantener la prenda de líder durante nada menos que 9 jornadas, incluida una crono por equipos de por medio con victoria para el Molteni, hasta la llegada a Manresa en la onceava etapa, pero el verdadero líder de la carrera era Merckx y su contundente Molteni, que en todo momento se mostraba por encima de los demás, minando la moral de algunos de sus rivales como el propio Pesarrodona “seré líder hasta que Merckx quiera, cuando él se lo proponga”, Ocaña por su parte “preocupan los segundos que va consiguiendo cada día sobre mi”.

Ocaña ataca a Thevenet y Merckx © El Confidencial

Otro golpe encima de la mesa

La segunda etapa más larga de aquella edición de la Vuelta, la octava, entre Castellón y Calafell, se iba a dirimir con un sprint masivo, en un principio con Eddy Peelman, del Rokado como no, entrando el primero en meta. Sin embargo, una maniobra irregular en el lanzamiento del sprint iba a descalificar al belga en beneficio de su compatriota Merckx, que también se involucraba en las llegadas masivas.

 Un par de días después en Manresa se iba a vestir de amarillo, en una de las etapas de perfil más montañoso de toda la carrera española, se ascendieron tres puertos catalogados de primera categoría, Piedralarga, Formic y La Pullosa este último a poco más de 30 kilómetros para la línea de llegada.

Por fin llegaba algo de la ansiada montaña en este Vuelta tan anodina y enemiga de las cumbres, y la película de la etapa tuvo como vencedor al entonces futuro doble vencedor del Tour Bernard Thevenet, por una mínima distancia sobre un Merckx que volvía a vestirse de amarillo para no dejarlo jamás, tras bonificar en el último alto puntuable de la jornada. En el grupo que entró a meta a la par del belga y el francés, se encontraban Ocaña, el todavía líder Pesarrodona llegando muy cerca de su casa, Pedro Torres de La Casera, o el portugués Agostinho, compañero del conquense en BIC.

 La Vuelta se iba perfilando con claridad para el gran monstruo belga cuando a dos jornadas del final se llegaba a Torrelavega, en una etapa de dos sectores, la primera con resolución al sprint para Peelman, y por la tarde contra el cronometro de tan solo 17,4 kilómetros con llegada en el velódromo de la desaparecida SNIACE, dentro de lo que es el actual Complejo Deportivo Oscar Freire.

Allí, a orillas del Saja y el Besaya, el belga del Molteni se iba a alzar contra otra victoria parcial, en ese momento la cuarta, con una media de velocidad de 46,4 Km/h, inalcanzable para sus posibles rivales, si es que en el algún momento los tuvo, Ocaña por ejemplo perdía más de medio minuto “estoy decepcionado” afirmaba rotundo el de BIC en meta. Quedaban dos jornadas para el final en la capital donostiarra, con la esperada etapa de Miranda de Ebro por medio.

La batalla de Orduña

Junto con la de Manresa, la penúltima etapa camino de la localidad burgalesa de Miranda de Ebro, estaba catalogada como la reina de esta edición. Alisas y Los Tornos todavía en tierras cántabras, para finalizar con la esperada ascensión a Orduña por carreteras vascas y castellanas, y desde la cumbre 37 kilómetros de descenso y posterior falso llano a Miranda, todos los puertos serían catalogados de primera categoría.

Con estos mimbres se iba a dirimir sin lugar a dudas la clasificación de la Vuelta a España de 1973. Los puertos cántabros sirvieron para separar el grano de la paja, y en las faldas de Orduña ya marchaban destacados los hombres que se iban a jugar los primeros puestos de la carrera. En tan solo dos mil metros de ascensión, Ocaña y su contundente ritmo dejaba a Merckx, Thevenet y Torres como únicos acompañantes del campeón de España.

Poco después, primero el belga y luego el francés, no podían seguir la rueda de Ocaña, que se marchaba en solitario hacia la cima de Orduña. Fue el único momento de apuro que vivió Merckx en toda la Vuelta, y el conquense intentó sacar redito de ello.

27 segundos de diferencia en la cumbre del puerto entre el español y sus perseguidores, pero mucha distancia de bajada y llano hasta la meta. El de Molteni, sin colaboración de Thevenet en la caza, iba limando los segundos de ventaja de Ocaña que irremediablemente iba a ser capturado. De allí hasta la meta, Merckx siguió tirando en cabeza, y no tuvo problemas para llevarse la etapa. Ocaña se iba a conformar con el segundo puesto, tanto en la etapa como en la general, que a falta de una etapa de doble sector quedaba totalmente sentenciada.

El belga admitió tener controlada la carrera en todo momento a pesar de la exhibición del ciclista de Priego en Orduña. “Ocaña ha estado formidable, pero en ningún momento le hemos perdido de vista”

Merckx se corona en San Sebastián

Con otro doble sector, una modalidad muy frecuente en aquellos en años, se iba a cerrar aquella Vuelta de 1973. El primero con triunfo en Tolosa, una vez más del velocista Peelmans, mientras que el epilogo en forma de contrarreloj de la tarde, servía para coronar de manera definitiva al caníbal belga, que se anotaba su sexto triunfo parcial de aquella Vuelta. Una ronda española marcada por la notable ausencia de montaña, y la proliferación de bonificaciones en metas, pasos montañosos e intermedios, un hecho que iba a beneficiar de forma determinante al gran invitado, Eddy Merckx, ante la disconformidad de algunos de sus rivales, prensa y aficionados.

Escrito por Alberto Díaz Caballero

Foto de portada: Flickr

Incluido en el nº10 de High Cycling


Leer en Yumpu – High Cycling – nº10

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