El profesor flandrien por @sergioyustos_ Opinión

Los drones, la mediatización del ciclismo y los problemas de la base

El ciclismo de hoy está buscando la modernización y la adaptación a los nuevos tiempos. Todo lo relacionado con el minuto de oro, los videos de YouTube, el igualarlo todo para que las carreras se decidan al final, todo son cambios y adaptaciones a las nuevas formas de consumir que se están imponiendo a estas alturas de siglo. Y eso es algo que prima y son cambios que afectan más a la cúspide que a la base, donde observo que están los mayores problemas. Un edificio se debe construir de abajo hacia arriba y no al revés, y el ciclismo es como está construyendo, con la base tambaleándose y mostrando solamente la puntita del iceberg.

Me refiero, sobre todo, a estos últimos intentos de innovación en la contrarreloj por equipos, al uso de drones y todos estos asuntos que al final son parches. Necesarios, no lo pongo en duda, pero no solucionan los problemas de base, esos que afectan de forma estructural al ciclismo y que parecen no importar. Pero sin ese ciclismo de abajo, no hay ese ciclismo de arriba. Por eso se llama ‘de base’, porque ofrece soporte y hace sostenible el sistema. Sin ciclistas que crezcan para la élite no hay élite, es así de sencillo.

Me quiero detener un poco en el tema de los drones. Una buena herramienta como se demostró en O Gran Camiño, pero como siempre la UCI ya ha intercedido para que normativamente los drones no sean utilizados fuera de sus carreras. Es decir, que les parece una buena idea, porque sino no la utilizarían, pero quieren gestionarla y dirigirla ellos, seguramente en su propio beneficio, como es costumbre. Y este es otro de los grandes problemas que el ciclismo tiene en estos días.

Las decisiones en apariencia banales y partidistas que se están tomando no benefician al ciclismo, ni siquiera solucionan alguno de los problemas que nuestro deporte pueda tener. Habría que cambiar quién toma las decisiones en ciclismo y repartir esa responsabilidad entre más agentes. De otro modo, el ciclismo no irá a ningún sitio. No sin la base. Podríamos incluir aquí el tema de las invitaciones del que tanto se ha hablado en los últimos días por el anuncio de los equipos que serán de la partida en la Vuelta a España.

Es una lástima que el dinero prime sobre otros aspectos como el deportivo. Las normativas de invitaciones son injustas con los equipos de esa segunda unidad, que son la esencia y que de un modo u otro aportan tanto o más que los World Tour a poblar el ciclismo, a completar ese ciclismo de élite que sin ellos no tendría ningún futuro. Los equipos que tienen mejor economía prevalecen. O los que toman mejores decisiones en el aspecto económico más que en el deportivo.

Me gustaría también mencionar el problema con las motos de enlace en las carreras guipuzcoanas, que han provocado su suspensión. Cada parte implicada se lava las manos y no hay soluciones. El resultado es que no habrá carreras, todo un éxito. Pero el problema es que el dron está muy cerca del ciclista, o que las contrarrelojes por equipos necesitan un poco más de pimienta. O las legislaciones respecto a la posición del ciclista sobre la bicicleta, algo que no ha existido durante toda la historia del ciclismo y que ahora se ha generado sin estar muy claro el fin.

© Agrupación de Moto Enlaces Castilla La Mancha

El ciclismo sub 23 y amateur es el motor del ciclismo World Tour. Hay muy poca cantera, y la poca que hay está en general mal llevada. En España cada vez hay menos espacios para prosperar siendo ciclista, más aún si a los equipos que son un fin como los Pro Team se les corta las alas y no se les permite participar en la Vuelta, el mayor escaparate del ciclismo español y que puede ser fuente de convicción a muchos nuevos talentos a apostar por el ciclismo.

La intención de todo esto es la globalización. Se está intentando atraer nuevas carreras, darles más poder mediático a las ya existentes en países menos tradicionales, incorporar nuevos territorios al ciclismo de élite. Pero no estamos ciertamente globalizando, creo. Estamos vistiendo un santo para desvestir otros. Cuidando de la cúspide, pero descuidando la base. Cubriendo la cabeza para dejar al aire los pies. Y eso tarde o temprano acabará por desvestir también la punta de la pirámide, que no podría nunca estar ahí arriba resplandeciente sin una base sólida que la sustente.

Escrito por Sergio Yustos (@sergioyustos_)

Foto de portada: O Gran Camiño / YouTube

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