Originalmente conocido como Reynolds, posteriormente Banesto, más tarde Illes Balears, continuando como Caisse d’Epargne, actualmente Movistar, también es la estructura de José Miguel Echavarri y Eusebio Unzue e incluso el equipo navarro, como decía el periodista José María García para evitar decir el nombre del patrocinador, en sus años de polémica con Pedro Delgado. La cuestión es que la estructura de Abarca Sports ha participado ininterrumpidamente desde 1980 en todas las ediciones de la Vuelta Ciclista a España, unas veces con mejor fortuna que otras, siendo muy protagonista para lo bueno o lo malo o pasando desapercibidos. Recordamos algunos, difícil reseñar todos, de los momentos más relevantes en los que la escuadra navarra ha tenido protagonismo en la Vuelta, ya sea con una cara u otra de la moneda, y es que cuarenta años dan para mucho.
La primera etapa de la historia (Vuelta 1980)
En 1980 la Vuelta Ciclista a España pende de un hilo. Televisión Española no está por la labor de ofrecer la carrera en directo como si ocurre con el Giro en Italia, y deja como limosna quince minutos de resumen que incluso quiere reducir a menos. Los patrocinadores obviamente no están contentos y existe la probabilidad de que ese año no se dispute la carrera. Finalmente, con el empuje de Luis Puig la ronda española sale de la Manga del Mar Menor, con una participación bastante floja y pocos foráneos en liza. El equipo navarro del Reynolds corre su primera gran vuelta por etapas, con nervios, pero con mucha ilusión de llevar adelante este proyecto. José Luis Laguia que ha comenzado con buen pie la temporada venciendo el Premio de la Montaña en Mallorca quiere repetir éxito en la Vuelta a España.
Sin embargo y a pesar de varios intentos previos que estuvieron a punto de fructificar, la primera victoria del Reynolds en la Vuelta no llegó hasta la decimosexta etapa. Se disputaban dos sectores, uno por la mañana y otro vespertino en formato contra el crono, muy propio de aquella época en las vueltas de tres semanas. En el primer sector el kilometraje se paraba en 130 entre Ponferrada y León, y tan solo el Puerto del Manzanal, catalogado de segunda categoría, conformaba dificultad alguna. Fue una jornada de agua y frio, pero eso no impidió que en el descenso del Manzanal se marchará del grupo Dominique Arnaud, francés del conjunto Reynolds junto a Jordi Ruiz Cabestany, ciclista del Flavia. La pareja de escapados se va a jugar el triunfo de etapa en León ya que en el seno del pelotón ya se piensa en la crono de esa misma tarde. A pocos metros para pasar la línea de meta, Arnaud hace gala de la velocidad que le dio correr durante algunos años en pista y se proclama vencedor de la decimosexta etapa lanzando la gorra al aire. El primer gran éxito para el conjunto de José Miguel Echavarri en la Vuelta Ciclista a España.
Jose Luis Laguía domina el Gran Premio de la Montaña (1981, 1982, 1983, 1985, 1986)
El ciclista nacido en la Mancha, pero catalán de adopción, se impuso en nada menos que en cinco Grandes Premios de la Montaña en la Vuelta Ciclista a España. En sus inicios ya tuvo el foco puesto en esta clasificación en otras carreras de menos categoría como la Vuelta a Mallorca, sin embargo, en la edición de 1981, apostó por luchar este maillot en la ronda española fijando como objetivo final desde el comienzo de la prueba, siendo hasta el día de hoy el ciclista que más veces lo ha conseguido. También consiguió vencer en cuatro etapas de la Vuelta, siendo su mejor puesto en la clasificación general un quinto puesto en 1982.
Julián Gorospe sucumbe ante Hinault (1983)
Quizá estemos ante uno de los episodios más recordados de la historia reciente de la Vuelta Ciclista a España. Fue una edición inolvidable, la presencia del mejor ciclista del momento, el francés Bernard Hinault, se sumó a la aparición por primera vez en la carrera de los Lagos de Covadonga, entonces Lagos de Enol, una ascensión histórica para la Vuelta a España además de las retransmisiones en directo por televisión. Hinault sufrió en las rampas de la subida asturiana y el triunfo fue para Marino Lejarreta. Días después el Caimán se imponía en la etapa contrarreloj de Valladolid, pero el liderato fue a parar al joven vizcaíno del Reynolds Julián Gorospe, que se encontraba ante una gran oportunidad de ser el vencedor final en Madrid. En días anteriores existió cierta polémica entre los ciclistas y directores españoles y el corredor bretón del Renault, debido a una especie de alianza con Saronni, por lo que el ambiente estaba bastante cargado.
A tres jornadas del final, la carrera llegaba al velódromo de Ávila, precedido de las ascensiones a Peña Negra, Serranillos y por ultimo La Paramera antes de llegar a la ciudad amurallada. El equipo Reynolds puso el ritmo en los primeros compases de la etapa en aras de controlar la carrera para su líder Gorospe, un día además que estuvo marcado por la lluvia. El Puerto de Serranillos estaba catalogado de primera categoría, y aunque situado lejos de meta, fue el lugar elegido por Hinault para dar el golpe a la carrera. En primer lugar, un joven Laurent Fignon, gregario del bretón, puso un ritmo asfixiante que muy pocos corredores pudieron seguir, posteriormente fue Hinault en primera persona quien demarró, y tan solo Lejarreta y Vicente Belda, que marchaba en una escapada por delante, pudieron aguantar el terrible ritmo de un hombre que iba decidido a vencer la Vuelta. Julián Gorospe no fue capaz de seguir en ningún momento al francés, los intentos del Reynolds por solventar la situación fueron en vano, y en la cima de Serranillos la ventaja de Hinault era de más de dos minutos. El francés vence además la etapa por delante de Lejarreta y Belda que poco pueden hacer y sentencia la Vuelta, mientras Gorospe totalmente abatido llega a veinte minutos, gracias al trabajo de José Luis Laguia y de Pedro Delgado no puso pie a tierra para abandonar la carrera. Un duro golpe para un ciclista muy prometedor que nunca volvió a tener una oportunidad similar. “Estoy desmoralizado, pero no hundido, sabíamos que Hinault lo iba a intentar y no he podido seguirle”
Perico manda en la Vuelta (1989)
El segoviano Pedro Delgado era probablemente el deportista más popular de nuestro país en esas fechas. Llegaba a la Vuelta de 1989 con la victoria del Tour de Francia en la temporada anterior, sin duda un ídolo de masas que figuraba en la primera posición de la lista de favoritos al triunfo final. Una victoria que le costó conseguir más de lo esperado por los aficionados y por el mismo. Enfrente de Delgado, se encontraba una legión de escaladores colombianos dispuestos a poner muy caro el triunfo, además de otros compatriotas como Álvaro Pino o Anselmo Fuerte, ante la ausencia de grandes figuras internacionales, como era habitual en aquellos tiempos.
Después de una primera semana sin incidencias reseñables para la lucha por la clasificación general, la carrera llegaba a los Pirineos, con la ascensión final a la estación invernal de Cerler. Omar Hernández, colombiano del Kelme marchaba con el amarillo, prenda que iba a mantener al final de la jornada, a pesar del triunfo parcial de Delgado, que parecía en un gran estado de forma. La carrera se perfilaba como un duelo entre Fabio Parra y el propio Delgado. Un día después se produjo un lamentable acontecimiento muy recordado en la historia de la carrera española, la caída del alemán de Teka Reimund Dietzen en el túnel de Cotefablo el cual no estaba iluminado, con el resultado de un fuerte traumatismo craneal. Diez años después la justicia daba la razón al germano teniendo Unipublic que indemnizarle.
Volviendo a lo puramente deportivo, en Valdezcaray se disputaba una cronoescalada que se antojaba como decisiva para el devenir de la carrera, y lo fue, ya que Perico vencía magistralmente y se acercaba al liderato, que estaba en manos de Martin Farfán, otro colombiano que iba a entregar una jornada después la prenda amarilla al segoviano, que la iba a conservar hasta el final en Madrid. Todo ello no iba a estar exento de sobresaltos.
En la etapa considerada reina de la prueba, con la llegada a los Lagos de Covadonga, un gran Álvaro Pino y posteriormente Fabio Parra, pusieron contra las cuerdas a Delgado y al Reynolds. Aun así mantuvo el liderato, se hizo con la crono de Medina del Campo, y hubo que esperar a la penúltima jornada con la llegada a su tierra, Segovia, concretamente a las Destilerías DYC, para confirmar su segundo triunfo en la Vuelta a España, con mucha polémica por la actuación del soviético Iván Ivanov en favor de Delgado y en persecución de Parra, algo que en Colombia sentó muy mal, y más después de una imagen del ciclista de Reynolds entregando un sobre al soviético en la jornada siguiente, Perico aclaraba que era la dirección de su casa. El equipo navarro conquistaba su primera ronda española.
Indurain solo puede ser segundo (1991)
Probablemente una de las espinas clavadas en la trayectoria de Miguel Induráin es el no haber vencido en ninguna ocasión la Vuelta Ciclista a España. En 1991, unos meses antes de su primer triunfo en el Tour de Francia, estuvo muy cerca de conseguirlo. Pero un joven Melcior Mauri impidió la victoria del ciclista del equipo Banesto. El conjunto ONCE de Manolo Saiz fue el dominador de la carrera desde el primer día, cuando el propio Mauri conseguía el liderato en la contrarreloj por tríos de Mérida, una sorprendente modalidad que dispuso la Vuelta en aquella edición. Desde esa primera jornada, tan solo en dos días el catalán no se vistió con la prenda de líder, que fue a parar a sus compañeros Anselmo Fuerte y Herminio Díaz Zabala. La carrera estuvo marcada por las pésimas condiciones climatológicas en los Pirineos, primeramente, en la etapa con final en Andorra bajo una nevada, y la suspensión de la que estaba prevista como etapa reina con la llegada a la estación invernal de Pla de Beret. Un punto a favor de Mauri, ciclista rodador que sufría en las grandes montañas, donde un corredor más completo como Induráin marchaba mejor. En las contrarrelojes el corredor de la ONCE, fue superior a Induráin y a pesar de sufrir en los Lagos de Covadonga se hizo con el triunfo final en Madrid. En el equipo ONCE no contaban con Mauri como líder de la formación, siendo el vasco Marino Lejarreta el jefe de filas que solo pudo quedar tercero. Miguel Induráin quedó en segunda posición en la Vuelta que más cerca tuvo de vencer, una carrera a la que no regresó hasta la edición de 1996.
Olano consigue la victoria final (1998)
La segunda victoria de la formación de José Miguel Echavarri en la Vuelta Ciclista a España, iba a llegar nueve años después con el triunfo del guipuzcoano Abraham Olano que afrontaba su segunda temporada en el conjunto Banesto. La carrera del corredor de Anoeta siempre estuvo marcada por la comparación con Miguel Induráin, un hecho muy injusto que parecía ensombrecer un gran palmarés, a la altura de muy pocos corredores. En aquella edición de la Vuelta, además de sus rivales, Laurent Jalabert o Fernando Escartin entre otros, tuvo que lidiar con un ambiente extraño en el seno del equipo, y es que su compañero José María Jiménez fue el dominador de la mayor parte de las etapas montañosas, y en muchas ocasiones fue la amenaza más importante de Olano de cara al triunfo final. El propio Chava se vistió de amarillo en la etapa con final en Xorret del Catí, cuando se cumplían ocho años desde la última vez que un corredor de Banesto llevaba esa prenda. Por otra parte, Olano se mantuvo firme en la lucha contra el crono, y en la disputada en Alcudia vencía con autoridad alzándose a la primera posición.
Desde entonces asistió a varias exhibiciones de su compañero de equipo, un escalador de otra época que incluso volvió a conquistar el amarillo a dos jornadas del final en la capital de España. Fue en la etapa con llegada al Puerto de Navacerrada, y la polémica que había copado toda la Vuelta volvía a salir a relucir, incluso con la mujer del propio Olano haciendo declaraciones a una cadena de radio. La buena noticia para Olano fue que, en la jornada de antes de Madrid, se disputaba una contrarreloj en la localidad de Fuenlabrada, que sirvió para volver a colocarle de líder y asegurar su triunfo final. El Chava Jiménez quedó en tercera posición además de vencer el Gran Premio de la Montaña, y Banesto fue líder por equipos.
Jiménez conquista el Angliru (1999)
Un hito en la historia de la Vuelta Ciclista a España fue la inclusión en 1999 del Alto del Angliru. Una ascensión de porcentajes extraordinarios, nunca vistos antes en el ciclismo mundial y que iba a marcar un comienzo en la tradición de la montaña de la Vuelta. La expectación se desbordó hasta límites insospechados, y la climatología acompañó con lluvia y niebla para dar un toque de épica. Abraham Olano que militaba en las filas del conjunto ONCE portaba el maillot del líder, y consiguió retenerlo a pesar de una caída en el descenso del Cordal que le produjo una fisura en una costilla, días después tuvo que abandonar. La gran estrella de la carrera era el alemán Jan Ullrich que sufrió lo indecible en las duras rampas del coloso asturiano, aunque solo se trataba de la novena etapa y poco a poco fue entrando en carrera para acabar siendo el vencedor.
Pero todas las miradas aquella tarde de septiembre estaban puestas en José María Jiménez, el espectacular escalador de Banesto era el favorito para inscribir su nombre en la primera ascensión al Angliru, y de igual forma era el deseo de los miles de aficionados que a pesar del mal tiempo se dieron cita en las cunetas. El ruso Pavel Tonkov atacó antes de llegar a la zona más dura de la subida, marchaba con tiempo suficiente para la victoria de etapa, por detrás dos grandes escaladores, Roberto Heras y José María Jiménez intentaban reducir la ventaja del ruso del equipo Mapei. Fue el Chava ya sin la compañía de Heras quien divisó a Tonkov en el último kilómetro, en un caos de coches de organización y niebla del hecho el ruso acusaba a las motos de carrera de no dejarle esprintar al final, poco después el abulense rebasaba a Tonkov en la última curva, y entraba en la historia como el primer ciclista en vencer en la cumbre del Angliru.
Valverde cede ante Vinokourov (2006)
Después de abandonar en el Tour de Francia por una caída en la primera semana de carrera, Alejandro Valverde se presentaba a la Vuelta Ciclista a España de 2006 como uno de los grandes favoritos al triunfo final. En el Caisse d´Epargne- Illes Balears también estaba Oscar Pereiro flamante vencedor del Tour de Francia tras la descalificación de Floyd Landis, lo cual todavía no era oficial. Pero pronto se vio que el líder del conjunto de Eusebio Unzue para esa Vuelta era el ciclista murciano. En la novena etapa con final en el Alto de la Cobertoria, Valverde se viste con el maillot oro de líder y camina como un líder sólido en busca de su primera grande, aunque quedaba mucho todavía. En la cronometrada de Cuenca incluso sale reforzado y tan solo pierde unos segundos con Alexander Vinokourov, uno de sus grandes rivales de cara al triunfo y aguantó sin mayores problemas los ataques del kazajo en la ascensión a Calar Alto.
La decimoséptima etapa lleva a los corredores a la ciudad de Granada tras pasar por el Alto de Monachil, que se coronaba a veinte kilómetros de la línea de llegada. En Monachil es el corredor de Astana quien vuelve a intentar poner en apuros Valverde, y esta vez consigue distanciar al murciano, que se ha desgastado mucho en cabeza en la subida además de no tener a ningún compañero. En la cima son tan solo 7 segundos la ventaja del corredor de Astana, que además cuenta con la ayuda de su compañero Kashechkin, respecto al líder de la carrera, que se lanza a tumba abierta en el interminable descenso del Monachil, ni siquiera pierde un segundo en abrocharse el maillot. Llega a tener a Vinokourov a la vista, a tan solo unos metros, pero el kazajo cambia el ritmo y vuelve a poner tierra de por medio. Alejandro Valverde pierde en meta el liderato por únicamente nueve segundos en una Vuelta que tenía muy encarrilada “Vinokourov estuvo más fuerte que yo”, y que tuvo su sentencia a favor del kazajo en la jornada siguiente con la llegada a la Pandera.
Por fin la Vuelta para Valverde (2009)
Durante varias temporadas, Alejandro Valverde siempre figuraba en la nómina de favoritos a vencer en la Vuelta Ciclista a España, después de subir al podio en tres ocasiones, llegaba por fin su momento en la edición de 2009, proclamándose vencedor en el podio de Madrid, aunque curiosamente sin ganar ni una sola etapa. Aquella Vuelta se recuerda por el inicio en los Países Bajos, que fueron protagonistas en cuatro etapas, entre ellas un prólogo en el célebre Circuito de Assen y un final de etapa en Lieja, Bélgica. Valverde se hacía con el liderato en la etapa con final en Xorret del Catí y desbancaba al australiano Cadel Evans, a priori su mayor rival por la lucha por victoria en la clasificación general. Además, un día después la carrera llegaba a Murcia y que mejor forma de hacerlo con el maillot oro.
La carrera tenía su punto determinante en el tríptico andaluz de etapas, con finales en Velefique, Sierra Nevada y el colofón en la Pandera jienense. Las etapas por la montaña andaluza resultaron un tanto decepcionantes, y además de un pinchazo de Evans en Sierra Nevada, y el sufrimiento de Valverde en la Pandera, único momento de debilidad en toda la Vuelta, que supo aguantar en los kilómetros finales, no hubo un espectáculo reseñable. A partir de ahí, apenas quedaban etapas complicadas, salvo la que finalizaba en La Granja de San Ildefonso y la contrarreloj de Toledo, ambas sin problema ninguno para Alejandro Valverde, que se coronaba en Madrid como vencedor de la Vuelta Ciclista a España de 2009. Fue el último ciclista en vestir el maillot oro, ya que a partir de la siguiente edición el líder vestiría de rojo.
Nairo abandona vestido de rojo (2014)
El colombiano Nairo Quintana ya había asombrado la temporada anterior en el Tour de Francia, y en 2014 se hizo con su primera gran vuelta, tras vencer en el Giro de Italia. En aquella Vuelta a España se perfilaba como uno de los grandes favoritos al triunfo, junto a Alberto Contador, Chris Froome y su compañero en Movistar Alejandro Valverde. En la novena etapa con final en la estación invernal de Aramon-Valdelinares, Quintana se vestía con el maillot rojo con tan solo tres segundos sobre Contador y ocho sobre Valverde. Con un día de descanso por medio se disputaba la etapa contrarreloj con la meta ubicada en la localidad de Borja. En principio el madrileño era mejor contra el cronometro que el colombiano de Movistar, por lo que el objetivo de Quintana era perder el menor tiempo posible de cara a afrontar las etapas de montaña que quedaban “No soy especialista pero no se me da mal”.
Nairo evidentemente salió el ultimo de todos los corredores que tomaban parte en la crono que contaba con poco más de 36 kilómetros con la ascensión al Alto del Moncayo, catalogado de tercera categoría. Precisamente en una de las primeras curvas del descenso de Moncayo, saltaba la noticia, el líder Nairo Quintana sufría una aparatosa caída estrellándose contra un guardarraíl. El colombiano continuaba en carrera, con fuertes golpes, pero acaba la etapa, perdiendo más de tres minutos con Contador, quien se puso de líder. Otra caída en la jornada siguiente precipitaba el abandono de Quintana que debía esperar para vencer la general de la Vuelta.
Quintana ya tiene su vuelta (2016)
Dos años después las cosas iban a cambiar para Quintana y el conjunto Movistar. El corredor boyacense cimentaba su triunfo en la general final con una sensacional victoria en Los Lagos de Covadonga. El menú del día era un recorrido clásico, con el paso previo por el Mirador del Fito, para posteriormente encarar las duras rampas de la legendaria ascensión asturiana. David de la Cruz marchaba líder después de su triunfo un día antes en el Naranco, pero el catalán sabía que Los Lagos estaban marcados en rojo para los grandes favoritos en disputa por la general. Cuando quedaban más de 6 kilómetros para la línea de meta, el colombiano de Movistar responde a un ataque previo de Alberto Contador, por detrás no pueden ni Froome ni Valverde. Comienzan a recoger ciclistas inmersos en la fuga de la jornada y es cuando faltan 3 kilómetros y medio cuando Nairo decide poner tierra de por medio y deja sentado a un Contador que no es obviamente el de las mejores ocasiones.
Quintana llega vencedor en la meta de Los Lagos de Covadonga, Chris Froome que ha recuperado a su ritmo durante la subida, será desde esa etapa hasta el final en Madrid, su rival más peligroso. El británico consigue vencer en Peña Cabarga, pero en la recordada etapa con final en Formigal, el día de la exhibición sin premio de Alberto Contador, Nairo sentencia al británico del conjunto Sky, que pierde más de dos minutos en la meta. A pesar de ello venció en la contrarreloj de Calpe a tres días del final. Una victoria en la Vuelta Ciclista a España muy merecida para Nairo Quintana, la tercera para la formación de Eusebio Unzue.
Escrito por Alberto Díaz Caballero (@Sincadenablog)
Incluido en el nº5 de High Cycling (especial Vuelta)