Historia

Alberto Contador gana en Alpe d’Huez (2010)

Dauphiné suele ser una carrera previa para otros esfuerzos como el Tour de Francia. A veces también es escenario de aquellos que regresan a la competición tras el Giro de Italia y aún mantienen la forma que una gran vuelta como ésa les aporta. Alberto Contador no la ha podido incluir en su palmarés, pese a que realizó varios intentos. No pudo pasar nunca de la segunda plaza, como le sucedió en 2010, año en el que se presentaba como máximo favorito en la línea de salida y como tal venció en la etapa prólogo con autoridad. Aventajó a todos sus rivales, en cinco segundos en concreto al esloveno Janez Brajkovic.

El ciclista de RadioShack fue muy importante en aquella Dauphiné porque en la contrarreloj larga que tuvo lugar sobre 49 kilómetros entre Monteux y Sorgues el esloveno no sólo venció en la etapa, sino que destrozó el cronómetro, aventajando al español en 1’46”. Casi dos minutos que dejaban la carrera muy difícil para el pinteño, que aún tenía balas en la alta montaña para intentar desbancar al que parecía un vulnerable maillot amarillo. Brajkovic no era un cualquiera, había sido considerado como uno de los futuros campeones del ciclismo por lo completo que era y por su desempeño en otras modalidades ciclistas.

Janez resistió las embestidas de Contador en la llegada a Risoul, donde se las prometía muy felices el madrileño. Dejó pasar la extraña etapa de Grenoble para ver ganar a su compañero y amigo, el asturiano Dani Navarro, y esperó a que llegase el puerto de las 21 curvas más famosas del ciclismo, el Alpe d’Huez. La etapa fue sencilla, con los escapados reintegrados a la disciplina del pelotón y con los mejores buscando la mejor posición final en la batalla por la clasificación general. Estaba claro lo que buscaría Alberto Contador, que no era otra cosa que vencer etapa y general.

No se podía esperar que el reto fuese sencillo vistas las prestaciones de Brajkovic en los puertos. Tenía margen para jugar con él con toda la tranquilidad y en las aceleraciones del pinteño fue respondiendo de forma progresiva, sin entrar en cambios de ritmo excesivamente bruscos. Desde el primer intento a falta de nueve kilómetros para la cima, el esloveno mostró cero fisuras en su táctica y poco a poco las opciones de victoria final para Alberto se fueron disipando, primero en la carretera y después en su cabeza. De ese modo, el mal menor, que era ganar la etapa, se volvió su principal objetivo.

Antes de ello, incluso Brajkovic quiso amilanar al español y se puso por delante a marcar ritmo, quién sabe si con el objetivo de lograr la siempre prestigiosa victoria en Alpe d’Huez. En la recta final Contador se impuso con claridad, no sin haber recibido la pelea del ciclista del RadioShack por levantar los brazos en una de las cimas más prestigiosas. Eso sí, nada que ver ascenderlo con el Tour de Francia, repleto de público, a hacerlo con las cunetas prácticamente vacías. Aún así, es una meta que debe constar en el palmarés de todo escalador legendario que se precie. Y constó y consta en el Contador.

Aquella Dauphiné tuvo una última etapa con llegada en Sallanches. Allí fue donde Hinault destrozó el Mundial de 1980 con un minuto de ventaja sobre Baronchelli y cuatro sobre Juan Fernández, tercero. Contador intentó poner en apuros al esloveno en la cota de Domancy, pero fue imposible. Brajkovic no volvería a registrar un resultado así, mucho menos en el Tour de Francia 2010, donde pese a empezar bien, acabó perdido en la clasificación general y sin pena ni gloria.

Escrito por Lucrecio Sánchez

Foto: RTVE

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