HC Historia

Alexandre Botcharov, el menudo escalador de Irkutsk

El ciclista ruso Alexandre Botcharov fue un ciclista profesional que tuvo excelentes actuaciones en algunas etapas, por ejemplo, del Tour de Francia, y que vivió de forma permanente en el pelotón francés, en cuyos equipos era bastante valorado por la presencia en carrera que aportaba y su calidad ciclista, la cual estaba fuera de toda duda. Arrancó en el ciclismo profesional de la mano de un equipo francés con dinero también japonés en los albores del nuevo siglo, en 1999. El Besson Chaussures – Nippon Hodo le dio la oportunidad y el ruso supo aprovecharla para irse dando a conocer. Allí coincidiría con el kazajo Serguei Yakovlev, quien más tarde hizo buena carrera en equipos como el T-Mobile o el Astana.

Esa misma temporada fue de la partida en el siempre prestigioso Tour de l’Avenir (entonces del Porvenir), donde conquistó la última etapa, la reina, en compañía de Iker Flores, el navarro que se impondría un año más tarde en la general con el maillot del Euskaltel Euskadi. Ese año fue para otro español, Unai Osa. Era una etapa durísima por los Pirineos que le metió de lleno en el pelotón profesional francés a partir de la temporada siguiente, fichando por el AG2R de Jan Kirsipuu. Un buen equipo en el que ir fogueándose. Y para ello sirvió la temporada del año 2000.

Ya en 2001 formó parte del equipo que fue al Tour de Francia. No sólo terminó la carrera, sino que la propia montaña fue haciendo selección y filtro entre los mejores, siendo parte de una escapada de última semana camino de Sarran, en cuya meta fue tercer clasificado, aupándose hasta la 17ª posición de la general final. Sin la fuga de Pontarlier, que desnaturalizó un tanto la clasificación general, hubiese quedado mucho más arriba, aunque tal vez no le hubiesen permitido filtrarse en fuga alguna durante la última semana.

Fanny Schertzer, CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons

En 2002 llegó uno de sus grandes éxitos. Se filtró en una de esas escapadas que iban a decidir el devenir de la victoria parcial. Era el Tour de Francia de 2002, uno de los que Lance Armstrong tiranizó. En las rampas del Mont Ventoux el más fuerte fue Richard Virenque, un escalador reconvertido en hombre de fugas y exhibiciones a otro nivel, en días sueltos. En la etapa del gigante de La Provenza Botcharon sería segundo en la cima, lo que le dio otra dimensión a su fama. Fue un espaldarazo definitivo para que el ruso se asentara de forma definitiva dentro del equipo y del pelotón. Debutó en la Vuelta y la acabó sin pena ni gloria.

En 2004 firmó por el conjunto Credit Agricole, también francés y con mucha intención de irse metiendo en corredores de alta montaña para cambiar un tanto el estilo de rodadores que poseían. Botcharov se adaptó bien y en sus participaciones de nuevo en el Tour acabó 17º de nuevo y 16º en su última vez en la Grande Boucle. Puestos de honor al que habría que añadir el 8º puesto en el Mundial del año 2006 celebado en Salzburgo. Una bonita prueba en la que redondeó una carrera de casis.

En 2008 se llevó el Tour del Mediterráneo, una prueba de bastante prestigio en Francia y en el comienzo de la temporada. Fue su último año luciendo el maillot verde del equipo galo. 2010, su última temporada como profesional, ya con el maillot del Katusha ruso, que quería reclutar al mayor número de ciclistas nacionales para sus filas, ganó una etapa en el Tour de Limousin francés. Fue el broche de oro a una carrera en los mejores escenarios y varias líneas por detrás de las primeras espadas de su época. Un buen ciclista.

Escrito por Lucrecio Sánchez

Foto de portada: Sirotti

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