El equipo kazajo tiene fe ciega en Alexey Lutsenko. En el equipo está Cavendish, que es un gran agente mediático, está David De la Cruz, que representa una columna española que junto a Luis León Sánchez aporta mucha presencia en carrera, también jóvenes por explotar como Joe Dombrowski, Vadim Pronskiy o Yevgeniy Fedorov. Pero la gran referencia es el experimentado corredor de Petropavl, ciudad muy próxima a la frontera norte con territorio ruso, región donde también nació el capitán de este barco, el reconocido en Kazajstán como gran adalid del ciclismo, Alexandre Vinokourov.
Es el buque insignia del equipo por llevar en él de forma fiel e incondicional desde hace ya diez años. Sus resultados le han avalado, siendo uno de los ciclistas con mejor palmarés de la actual plantilla y garantizando presencia en carrera de un modo u otro. Ahora que sus objetivos han sido reconstruidos en clave clasificación general de vueltas de tres semanas, mucho más, puesto que su nombre siempre aparece en las listas de candidatos a poblar el top ten al final de las carreras.

Ello se debe a su polivalencia, con aptitudes para subir los grandes puertos si no con los mejores, sí a una distancia prudencial que limita sus pérdidas en tiempo. Como también conserva ese instinto de cazador de los primeros años, las escapadas harán el resto, ya que sabe perfectamente cómo filtrarse y subir puestos de ese modo. Además de conseguir victorias interesantes, como etapas en Tour o Vuelta, o jugarse el Campeonato del Mundo ante Remco Evenepoel, si bien no pudo resistir los empujones del belga y tuvo que ceder, siendo alcanzado finalmente por el pelotón in extremis.
En 2023 se ha hecho con el Giro de Sicilia, que es su único resultado destacable. A lo largo de su carrera ha firmado más de treinta, con esas etapas en vueltas de tres semanas como grandes logros, además de su Campeonato Nacional o victorias parciales en el Tour de Suiza, la París Niza o Tirreno Adriático, y la general del Tour de Omán o de la Artic Race. Un hombre que además ha permitido al Astana mantenerse a flote en las clasificaciones de puntos gracias a sus puestos en los dos últimos Tour de Francia, en los que ha finalizado 7º y 8º, estando en ocasiones en plazas de podio logradas por fugas. O a su podio en Dauphiné en 2021, entre otros muchos resultados.

En clásicas ha tenido éxito, sobre todo en las de segundo o tercer orden. En los Monumentos apenas ha sido capaz de finalizar entre los diez primeros. Su mejor puesto es el 14º en el Tour de Flandes. No ha debutado en París Roubaix, pero en el resto ha estado presente en algunas ocasiones en vanguardia, sin poder conseguir el resultado deseado. Una lástima porque tiene piernas e instinto para intentar rematar esas carreras de cotas y pequeños puertos como puedan ser Lieja Bastogne Lieja o el Giro de Lombardía. Podría ser un bonito objetivo en otras temporadas. Más aún siendo un corredor que ya está metido en la treintena de edad, ya que en esas carreras la experiencia es un grado.
El Tour será el centro de su temporada, buscando acercarse cada vez más a un top cinco que de primeras parece inaccesible para el kazajo. Es cierto que no es el mejor en montaña, que en contrarreloj (aunque escasea) tampoco lo es, pero siempre está ahí, es regular y obtiene premio a dicha constancia. Por ello, aunque otros puedan estar pensando en la victoria o en el podio, sus objetivos son mucho más modestos, pero al mismo tiempo necesarios para su equipo, el Astana, que necesita de sus puntos para seguir siendo un trienio más equipo World Tour.
Escrito por Lucrecio Sánchez
Fotos: ASO / Ballet / Demouveaux