El martes se levantó con sorpresa en Europa, con el anuncio por parte de Miguel Ángel López de su despido del Astana Qazaqstan Team. El equipo le rescinde el contrato, según el comunicado difundido por el ciclista colombiano, después de haberlo renovado en noviembre de 2022 de cara a la temporada 2023, lo cual arroja todavía más sombras a este asunto, que promete traer cola a la actualidad ciclista. El ya ex ciclista del equipo afirma desde Andorra que tomará las medidas legales pertinentes debido a un despido que él considera «injustificado».
No están siendo sus mejores años en el ciclismo profesional, es evidente. Desde que dejó el maillot azul cielo del conjunto kazajo en el invierno de 2020 todo se ha complicado para ‘Superman’ López. El ingreso en Movistar sólo tuvo unos meses de calma al inicio, hasta que el problema que se vislumbraba, que era la coincidencia de varios líderes con los mismos objetivos, se puso de manifiesto. En esa interferencia de intereses gestionada de aquella manera, el asunto explotó por los aires y ahí comenzó un nuevo calvario que aún no ha terminado.
El abandono de la Vuelta a España perjudicó seriamente su imagen, por lo que de un caché muy elevado por sus cualidades ciclistas pasó a ser considerado una posible bomba de relojería allá donde fuese. Eso le cerró la puerta a muchas escuadras que uno o dos inviernos antes hubiesen puesto sobre la mesa cantidades mareantes por tenerle en plantilla. Un escalador a la vieja usanza no es fácil de conseguir, más aún con todo lo que Miguel Ángel mueve en su país y la publicidad que genera su maillot en Latinoamérica.

Las tornas cambiaron y sólo Astana parecía un conjunto hecho a la medida del colombiano, que volvía a casa. Otra coincidencia de líderes, sí, pero en casa, donde todo había funcionado a las mil maravillas desde que en 2015 debutase con los kazajos en el ciclismo profesional. Un equipo que estaba viviendo cambios e inestabilidad con la marcha y regreso de Vinokourov y con un perfil mucho más bajo que en años precedentes. Nibali y De la Cruz eran sus ‘grandes rivales’ para competir por el puesto de líder absoluto, si bien se le declaró como tal desde un principio.
Tanto Nibali como López pudieron ser cuartos respectivamente en Giro y Vuelta, aunque con la sensación de que ambos lugares de honor llegaron más de la mano del infortunio de otros ciclistas con el Covid y los abandonos que de sus fuerzas reales.
La caída en el Giro de Italia, donde había buenas perspectivas para el colombiano, y el hecho de que no compitiese demasiado hasta la llegada de la Vuelta a España no fue su único problema a lo largo de la temporada 2022. El ciclista de Astana fue en principio relacionado con una presunta investigación de la Guardia Civil al aterrizar el ciclista en suelo español. Un de nuevo presunto caso de tráfico de medicamentos fue la razón. El corredor fue absuelto y pudo correr la Vuelta. Su equipo no pareció quedarse del todo conforme, aunque con el desarrollo de la competición todo quedó más o menos en el olvido.

Pero llegó el otoño y una nueva polémica ha salpicado al corredor colombiano, esta vez una presunta relación con un caso de dopaje. Vicente Belda, su hijo -masajista en el equipo Astana- y Miguel Ángel López fueron relacionados en una trama que tenía al médico Maynar como centro de las acusaciones. Una noticia que data de finales de noviembre y que salta a la luz justo unos días después de su renovación por el conjunto kazajo para la campaña 2023.
Mediados de diciembre y se anuncia el despido. La justificación del Astana es la siguiente:
«Astana Qazaqstan Team descubrió nuevos elementos que demuestran posibles conexiones de Miguel Ángel López con el Doctor Maynar. El equipo no ha tenido otra solución que terminar el contrato entre el corredor y el equipo, en base a incumplimientos de dicho contrato y de las normas internas del equipo, con efecto inmediato»
Una situación muy complicada para un ciclista al que le costará mucho regresar a un conjunto de máximo nivel debido a esas supuestas acusaciones de tener relación con el caso, además de todas las polémicas anteriores con Movistar y un año donde precisamente por circunstancias o no, no ha ofrecido tampoco un rendimiento deportivo que le pueda respaldar mínimamente. Por todo ello, Astana se queda sin su líder, aunque cierra un capítulo convulso que seguro permite a los kazajos comenzar el proyecto de 2023 más centrados en sus objetivos. Que falta les hará.
Escrito por Jorge Matesanz
Foto de portada: Photogomezsport