Giro Opinión

Balance: 10 conclusiones sobre la segunda semana del Giro de Italia 2023

Así llega la carrera al segundo día de descanso. La general cuenta con un líder que no debería ser real cuando la alta montaña termine por aterrizar y con los favoritos todavía sin haber medido sus verdaderos niveles de forma. Una segunda semana que se esperaba fuese diferente a lo experimentado en la primera, pero salvo seleccionarse la clasificación general por los múltiples sucesos y variar en lo que a vencedores de etapa se refiere, poco que contar fuera de las polémicas decisiones tomadas desde el pelotón.

Mucho revuelo y pocas buenas opiniones sobre una edición que ha quedado muy tocada y que está decepcionando por muchos motivos. Estas son las diez conclusiones que ofrecen un cierto balance sobre la segunda semana y que resumen bien lo que ha acontecido en las seis etapas que se han disputado a lo largo de estos siete días de Giro de Italia.

Una carrera totalmente diferente cada semana

Al finalizar la contrarreloj de la novena etapa, se presentaba una situación de carrera, pero el pelotón se fue a acostar con otra que eliminaba a Remco Evenepoel, el líder, y dejaba de rosa a Geraint Thomas. Esa situación de los Ineos Grenadiers con dos bazas claras para disputar la carrera se desvanecieron con la caída de Tao Geoghegan Hart, que abandonó la carrera en ambulancia. Por tanto, la situación de carrera que se presentaba en un principio terminó por dejar un duelo claro entre Geraint Thomas y Primoz Roglič, pero con otros actores que aún no han asomado como Joao Almeida y posibles sorpresas como Hugh Carthy.

Está siendo un Giro tan extraño que lo menos raro sería que saltase la sorpresa por cualquier sitio y viésemos una resolución absolutamente inesperada. Por ello, como bien hemos aprendido a través de esta segunda semana, el panorama puede ser así este lunes, pero totalmente diferente el viernes, con varias etapas durísimas por el camino. A nada que éstas se disputen a fondo, con todo el desgaste que el pelotón lleva a sus espaldas, puede saltar la sorpresa por cualquier sitio. Incluso los duelos que hoy imaginamos pueden pasar a ser otros, ya que aún no tenemos certeza de quiénes son los corredores más fuertes en alta montaña, donde se va a jugar la maglia rosa de este Giro 2023.

¿Puede ser la gran vuelta menos espectacular de los últimos años?

Pese a que el desgaste de la lluvia y el filtro que están suponiendo las caídas y abandonos por Covid, está resultando la gran vuelta más tediosa de los últimos tiempos. Sí, la resolución de las escapadas puede tener cierto interés, con buenos y prometedores corredores involucrados en las victorias parciales. Pero lo que es la historia general del Giro está resultando no ya sosa, sino inexistente. Y llevamos dos semanas. Si en 2022 nos quejábamos de la inoperancia de Hindley, al menos sus rivales sí que proponían y se mostraban un mínimo.

En toda esta semana, únicamente se han visto arrancadas por la general de Hugh Carthy, que tampoco pasa por ser uno de los grandes favoritos, Damiano Caruso durante diez segundos -ambos en la fatídica etapa de Crans Montana- y una aceleración de Primoz Roglič y Joao Almeida en la subida al repecho de Bergamo Alta, en la etapa previa al día de descanso y justo antes de la bajada final a meta y con todos los favoritos a rueda. Fin. Etapas han tenido para ello. Están corriendo con el freno echado por miedo a explotar en la última semana. O eso parece.

Geraint Thomas vs Primoz Roglič, el gran duelo

Al menos a estas horas. El esloveno parece confiado ante la última semana, dejando pasar oportunidades de probar al galés, que sigue siendo la maglia rosa virtual, por mucho que la prenda sea portada por el francés Bruno Armirail. Por el momento el duelo se mantiene en tablas porque apenas ha habido tanteo, por lo que se desconoce si cuando los fuegos de artificio sean reales se convertirá en un duelo o en el dominio de uno de los dos sobre el resto de favoritos. Mucha incertidumbre en ese sentido. El ciclista de Jumbo Visma parece el que más papeletas tiene, pero no se puede descartar al de Ineos, que es quien cuenta con mejor equipo.

Ineos ha ganado tres de las últimas cinco ediciones del Giro, siendo segundo en otra, por lo que tienen experiencia en cómo gestionar esta carrera. Es un hecho del que Roglič no debería ser ajeno, ya que él no parece mostrar un equipo tan experto en estas lides. Sí, está Dennis (Mr. Stelvio) y Bouwmann, que ha sido de los más destacados en la última edición, pero Jumbo en grandes vueltas suele encontrar más problemas que los británicos a la hora de controlar la carrera. Va a ser un duelo de piernas, pero también de nervios. En eso se puede ver un bonito duelo.

… que puede ser aprovechado por los candidatos de segunda fila

Las fugas están llegando todas. No hay fuerza ni intención de seguir a los escapados, al menos con el afán de darles alcance y disputarse las etapas entre los favoritos. Ahí tendría ventaja Roglič, por lo que el conjunto británico al que se enfrenta permitirá todas las escapadas que no supongan un peligro para sus aspiraciones a ganar la clasificación general. Y ahí es donde pueden jugar otros actores a los que jamás se habría incluido en un cuestionario de favoritos a ganar el Giro de Italia.

Escaladores como Hugh Carthy, que ha demostrado buen estado de forma, Damiano Caruso, Thibaut Pinot, Lennard Kämna, Santiago Buitrago, Aurelien Paret-Peintre… todos ellos están a tiro de gesta. Corredores que bien podrían dar el gran susto si se les permite cierta libertad y el gran duelo de equipos juega con la sangre fría habitual. Por no hablar de los secundarios de Ineos, como Thymen Arensman o Laurens De Plus, que saben filtrarse muy bien en escapadas y pueden dejar fuera de juego al Jumbo Visma. Por tanto, las fugas pueden ser de lo más interesante de la última semana.

Covid parece que ha remitido, pelotón bajo mínimos

Parece que el brote que dejó el pelotón y los equipos bajo mínimos ha remitido, aunque veremos cómo sigue el avance en el Giro de Italia tras la segunda jornada de descanso, donde presumiblemente se realizarán más tests. Y ya se sabe lo que sucederá, que algún ciclista que arrastra catarro o enfermedad debido a las condiciones de lluvia y frío durante la segunda semana acabará dando positivo y abandonando. Esperemos que sean los menos casos posibles. Mientras tanto, parece que al menos el virus paró su efecto sobre los participantes.

Un pelotón mermado en número ha acabado por caer en una semana plagada de lluvias, con temporal de frío y recorridos que tenían partes duras en el inicio de las etapas, sin exageraciones ni extremos. Ahí sufrió gran parte del pelotón, esa que no está para meterse en escapadas ni pelear por la general. Y fue el germen de lo que después se convirtió en la suspensión parcial de la etapa suiza que después trataremos y que generó una gran polémica.

Las fugas, poco control

El nivel del Giro está siendo bajo en general. Las fugas suelen ser numerosas y además en el pelotón no hay fuerzas para controlarlas. Los efectivos se han reducido para los equipos y el cálculo con los esfuerzos a realizar han puesto las victorias de etapa en bandeja para los fugados, que han resuelto todas las etapas de esta segunda semana que nos ocupa, con excepción de la undécima etapa, que sí llegó al sprint por tener un recorrido totalmente llano.

Ese puede ser uno de los atractivos de la última semana, con las escapadas descontroladas y ganando distancia sobre el pelotón, poniendo en peligro posiciones de honor y provocando nerviosismo entre los favoritos. Incluso algunos favoritos podrían aprovechar este desconcierto para pescar en río revuelto.

Decisiones de los corredores, cuestionables

La decisión de los corredores de suspender la subida al Gran San Bernardo (hasta el túnel) ha jugado en su contra. La opinión pública ha terminado por ponerse de parte del sentido común y ha criticado duramente la actitud de los ciclistas. Ya lo advirtió Jorge Matesanz en su carta abierta a Adam Hansen, quien defendió la suspensión apoyado por una amplia mayoría del pelotón. Las decisiones de amenazar con la suspensión o acortamiento de las etapas se motivaba en el mal tiempo, pero dicha jornada precisamente era la que mejor previsión ofrecía, pese a la lluviosa salida.

El cansancio de dos semanas intensas, con caídas y tensión fue el detonante de unas decisiones cuestionables, mal gestionadas y que simplemente perjudica la imagen del colectivo de ciclistas profesionales, con declaraciones bastante populistas y poco cargadas de sentido común y realismo como las de Carlos Verona, habitual en entrenamientos con nieve, o ex ciclistas como Pasamontes, que se dedicó a decir “no al circo romano”. Al tiempo que los buses adelantaban a cicloturistas escalando la montaña que ellos habían esquivado. La falta de acceso de los corredores a prendas de abrigo por lo disgregado que se encontraba el pelotón había sido uno de los caballos de batalla. Observar la previsión y vestirse en consecuencia puede ser también una opción.

¿Se celebrará el recorrido previsto durante la última semana?

Está por ver, porque las cambiantes previsiones arrojan lluvia en los valles, así que imaginemos las cimas de las montañas que quedan por atravesar. Las jornadas más duras están por venir y la carta de los recortes por parte de los ciclistas ya está jugada, por lo que simplemente pedalear al ritmo que puedan durante la etapa será su única posibilidad. Por suerte, el Giro 2023 no incluye etapas de 230 kilómetros como antaño y pese a que se combinan varios puertos en ellas, no son excesivamente largas.

Se rumoreaba que el Giau podía observar problemas en su tránsito debido a la nieve, así como la cronoescalada final a Monte Lussari, aunque aquí los problemas eran más logísticos que climatológicos, aunque éstos están por ver. En caso de no celebrarse las etapas íntegras por decisión de los ciclistas, se tensaría demasiado una cuerda que debería llevar a un debate profundo en el seno del gran grupo, como que se establezcan protocolos de mal tiempo más claros y que se puedan cuidar más otros aspectos sobre los que no han puesto todavía el grito en el cielo: los traslados.

Leknessund y Dunbar, las revelaciones

Con todo, hay ciclistas que están asomando y ganándose un hueco entre los nombres a destacar. En esas fugas ha habido corredores que han aprovechado muy bien su momento, como el noruego de DSM Andreas Leknessund. El líder tras la etapa de Lago Laceno ha sabido quedarse entre los favoritos y resistir una plaza de honor que tendrá que sudar. En realidad, es su bienvenida a la élite, a ser considerado uno de los mejores corredores de su equipo.

Por su parte, el irlandés Dunbar ha sido la baza más provechosa del Team Jayco, que ya se ha llevado etapa con Michael Matthews. No sólo se ha mantenido también entre los mejores, sino que cuando ha sido necesario y se han medido las fuerzas, no se lo ha pensado a la hora de ponerse al frente y forzar el ritmo de los mejores. Un ciclista que a sus 26 años está explotando como otro exponente del ciclismo irlandés, del que se va a convertir en mayor estrella el joven Ben Healy.

Triunfos muy repartidos: Denz el único repetidor

Si por algo se caracteriza este Giro es por tener muy repartidas sus victorias. Con el alemán del Bora Hansgrohe como único repetidor en el casillero de victorias si dejamos de lado al ya ausente Remco Evenepoel, las quince victorias de etapa han ido a parar a trece corredores diferentes: Evenepoel, Milan, Matthews, Paret-Peintre, Groves, Pedersen, Bais, Healy, Cort Nielsen, Ackermann, Denz, Rubio y McNulty. Sólo once equipos, sin embargo, han vencido, por lo que la pelea en la última semana por no irse de vacío será intensa.

Escrito por Lucrecio Sánchez

Fotos: RCS/LaPresse

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