Eritrea en la gran cita gala no sucederá por primera vez, pero sí sucederá Bini Girmay en el Tour por primera vez. Un ciclista que ya destacó en el que supuso su debut en una vuelta grande, con victoria de etapa y corchazo en el ojo que le envió a casa en un visto y no visto. En su mejor momento, si bien es cierto que con la victoria bajo el brazo y las palmaditas en la espalda. Un éxito pionero en Italia que lo sería en Francia, donde ganar una etapa es su objetivo primordial. Intermarché saldrá con todo en el mes de julio y el ciclista africano tiene ante sí la oportunidad de luchar por ser una de las sorpresas de la ronda gala. Seguro que de vencer en algún parcial lo celebra, pero con mucho mayor cuidado.
Antes de ponerse un dorsal para recorrer Francia durante tres semanas será momento de preparar la temporada de clásicas, en la que fue uno de los nombres destacados al ganar la Gante Wevelgem, primera vez que un ciclista africano lo conseguía. Una exhibición que no pasó desapercibida y que hizo relucir a esta clásica que normalmente está eclipsada por sus vecinas belgas. Como no podía ser de otra manera, la primavera volverá a ser una de las dianas de Biniam para 2023. Las piedras, otro de sus sueños, otra de esas fotos que espera conseguir tarde o temprano. Historia para su palmarés y para todo un continente que aguarda a sus espaldas para incorporarse definitivamente al mapa ciclista detrás de sus logros.

Un intenso calendario que además de su participación en la Challenge de Mallorca, donde Girmay ha demostrado estar competitivo con poca competición, incluye la Tirreno Adriático, cita que utilizará para encontrar el punto de forma adecuado para la Milán San Remo, en la que probará fortuna por segunda vez. Detrás de ello, las ganas de debutar en más monumentos, ya que la Classicissima ha sido el único en el que ha tomado la salida. En 2023 toca calentar las piernas en E3, regresar a Gante y disputar con todo Tour de Flandes y París Roubaix, todo un sueño para un amante de las pruebas de un día. Debutará en Amstel Gold Race y ahí cerrará este bloque de competiciones para descansar y arrancar de nuevo de cara al Tour de Francia.
Tras llegar a París, otro sueño e hito por cumplir, toca el turno del Campeonato del Mundo. A ver cómo le sienta el mes de julio, una carrera lo suficientemente especial para dejar gripado el motor de un ciclista o, por contra, afinar la forma de una manera decisiva para convertir al eritreo en uno de esos outsiders al título mundial. Se presentará en Glasgow con toda la disposición en su segunda participación en el Mundial absoluto tras ser plata el año anterior en sub 23. Será su estreno en la cita mundialista con esas buenas intenciones de presentarse en la línea de salida con un objetivo y preparación específica. Cabe la posibilidad de que no dispute ninguna prueba de gran calibre de cara al Tour y así vaya cogiendo el punto de forma a lo largo de la carrera. Algo así hizo en el Giro de Italia de 2022 y no le fue mal.

Intermarché apuesta por él como una de las grandes estrellas emergentes en el mundo del ciclismo. Junto con Meintjes y el fichaje del veteranísimo Rui Costa, conforman un equipo potente en todos los terrenos. El Tour es la apuesta del año y ya que en 2022 la respuesta de los ciclistas fue estupenda y hay que mantener la línea victoriosa. En Mallorca comenzó bien la cosa, un buen síntoma de que el equipo empieza bastante enchufado. Girmay ya ha rozado el poste en uno de los trofeos de la Challenge. El eritreo tiene contrato con los belgas hasta la temporada 2026 inclusive. A sus 22 años tiene su futuro resuelto además por el hype que desprende y el revuelo que organiza allá donde va. Y porque es un gran talento, no cabe duda.
Biniam nació en el año 2000, un 2 de abril, y comenzó sus pasos en el profesionalismo de la mano del Delko Marsella francés. Un equipo que a lo tonto contenía en su plantilla ciclistas que poco a poco se han ido abriendo miras en el ciclismo de élite tras la desaparición del conjunto francés tras su no invitación al Tour de hace un par de temporadas. Girmay recaló entonces en las filas del Wanty, con el que poco a poco se convierte sin ninguna duda en uno de nombres de referencia. Ya tiene una foto ganando a Van der Poel, otra batiendo a Stuyven y Laporte, y quedan muchas más instantáneas que tomar de este ciclista que de momento es de esperanza, pero pronto lo será de éxito.
Escrito por Lucrecio Sánchez
Fotos: Alessandro Volders / Cyclingmedia Agency / Intermarché – Circus – Wanty