La necesidad de Movistar de renovar su escuadra de cara al año 2023 ha añadido algunos nombres encima de la mesa como futuribles. Hay ciclistas importantes que terminan contrato, como ya indicó Sergio Fernández Yustos en su reciente artículo, por lo que las especulaciones han hecho sólo que comenzar. En este caso, el ecuatoriano Richard Carapaz, segundo clasificado en el Giro de Italia y líder del Ineos-Grenadiers, no parece tener claro el destino que le ampare de cara al próximo curso. Serán meses intensos de negociaciones al tiempo que se preparará para el asalto de la Vuelta a España, su siguiente gran objetivo.
Movistar podría tener interés en su ex pupilo. No obstante, siempre han tenido interés por tener líderes hispanoamericanos, por carácter comercial y por interés deportivo, vistos los resultados del propio Richard o de Nairo Quintana durante todos los años que ha sido bandera del equipo telefónico. En este caso, sería bastante irónico que el campeón olímpico firmara por el conjunto español, puesto que ha existido durante estos años en los que no han estado juntos una teoría bastante extendida de que Movistar abortaba los intentos del ecuatoriano. Y es un hecho, como en la polémica ascensión a La Covatilla en la que realizaron un decisivo trabajo para Primoz Roglic y éste ayudó al esloveno a conservar la exigua renta que tenía sobre el ciclista de Ineos en la general.
Ha habido más episodios, pero la posibilidad más fácil es que fuese únicamente el fragor de la batalla o cruce de intereses. Aún así, no dejaría de ser noticiable y curioso. Carapaz dejó un buen recuerdo en la estructura de Eusebio Unzué, con victoria en el Giro de Italia y si bien es cierto que la participación en un critérium lastró un tanto la confianza en el ciclista, es justo reconocer que desde el equipo no verían mal su incorporación. La marcha de Valverde y la escasez de resultados hacen necesario el fichaje de figuras que no sólo den presencia, sino que aporten victorias y resultados.
El ciclista de El Carchi es una de las piezas más golosas del mercado. Otros conjuntos como Bora o EF podrían tener interés en él. Por lo tanto, Movistar, si quiere contar con sus servicios la próxima temporada, tal vez no debería dejarse distraer en exceso por la consecución de puntos para mantener la categoría. Algo que puede retrasar las decisiones de los grandes nombres a la hora de firmar o no por el conjunto español.
Carapaz aspira a seguir creciendo como ciclista. En Ineos ha encontrado un lugar en el que existen demasiados líderes y buenos ciclistas. Es cierto que se le ha intentado respetar y apoyar para que consiguiese sus objetivos. No hay que olvidar que el año pasado se distribuyeron los liderazgos en grandes vueltas de modo que pudiesen tanto él como Bernal cubrir todas las grandes. Ese hueco dejado en el Tour por el colombiano fue aprovechado por el de Ecuador para firmar un podio que le hace entrar en el selecto club de corredores capaces de subir al cajón en las tres grandes.
Con el crecimiento de otros ciclistas en el Ineos y el regreso de Bernal en cuanto se recupere del todo hace pensar que sus oportunidades serían mucho mayores de figurar como líder de cualquier otro equipo. Es más, nadie asegura que un Carlos Rodríguez, Tom Pidcock o Ethan Hayter no desarrollen sus capacidades hasta hacerse con una parcela de poder en el equipo. Juventud al poder, más aún en un ciclismo donde los corredores explotan a tan temprana edad. No es que Richard sea mayor, pero sí está en la edad en la que según el manual de campeones antiguos se forjan las mejores batallas de los ciclistas. Y Carapaz aún tiene muchas en las piernas. ¿Le volveremos a ver con el azul telefónico? La respuesta en unas semanas.
Escrito por Lucrecio Sánchez
Foto: GM d’Alberto / RCS Sport