Tour

Carlos Rodríguez (Ineos) gana en Morzine y sueña en alto con París

Carlos Rodríguez gana para Ineos Grenadiers la decimocuarta etapa del Tour de Francia. El ciclista andaluz se bate con Pogačar y Vingegaard y aprovecha la concentración de ambos en su duelo particular para meter distancia en una bajada suicida como la del Joux Plane para asestar un golpe sobre la mesa que le confirma como futuro aspirante a cotas mayores. Hasta ahora era un ciclista que iba ahí, que peleaba a distancia por la general, pero que ni siquiera gozaba de fama como para superar a Adam Yates en importancia. Cuando ambos formaron dueto en persecución de los dos grandes, el rótulo de la televisión francesa llamaba “grupo de Adam Yates” al que era “grupo del más que posible tercer hombre más fuerte del Tour de Francia”.

Con el corazón en un puño, hizo lo que debía, que era dejar a las dos bestias asestarse sus golpes, permitir que cogiesen la ventaja que fuese porque su duelo ni siquiera iba por la victoria de etapa, sino por alejar a Hindley lo más posible. El australiano, que había sido parte de los más de treinta ciclistas afectados por la caída masiva en la salida de la etapa, optó por coger la rueda del español, aunque la perdió y eso le va a hacer partir en la última etapa de los Alpes con desventaja, cuarto a dos segundos de su rival. El español demostró estar más fuerte y con la posibilidad de lo incierto que es el Tour hasta París, la victoria de etapa queda y quedará para siempre.

Morzine había sido un destino agridulce para el pelotón español. Pedro Delgado se dejó la clavícula en la persecución de la reedición del uno-dos del Puy de Dôme un año más tarde. Ganó Ángel Arroyo, el segoviano nunca llegaría a la meta. Heras besó el suelo el día que desmoronó a Lance Armstrong, y el francés Virenque, que le tomó rueda, venció sin oposición. Ion Izagirre, cuya victoria aún dejaba eco, ganó en 2016. Carlos Rodríguez ha dejado su huella en un final que empieza a equilibrar la balanza con el pelotón de España.

Vingegaard, por su parte, sacó tajada de la etapa. Real y moral. No hubo diferencia entre ambos, puso al equipo Jumbo Visma a destrozar la etapa y esperó a que Pogačar lanzase su propuesta en el tercio final del Joux Plane. El esloveno tiene mucha explosividad, pero parece que por el momento carece de continuidad en el ritmo. El danés sabía que tenía que sufrir para que el ataque no se fuese más allá de los cinco segundos.

Dos kilómetros y medio largos a tope y ambos que dieron todo en una arrancada que podía valer medio Tour. Vingegaard dio alcance a su rival, ambos calcularon fuerzas para el sprint bonificado del paso de montaña y sorpresivamente y crecido, ganó el de Jumbo, que pilló desprevenido al de UAE.

Segundos más morales que otra cosa. En la bajada, que aún no lo era porque la carretera se resiste todavía a bajar hasta encontrar un repechito que lleva al col du Ranfolly, el esloveno iba a intentar soltarle al tiempo que recortar a Carlos Rodríguez para con la victoria de etapa recortarle tiempo al maillot amarillo. Y lo hizo, pero por la segunda plaza, lo que les da el empate técnico en la etapa. Una enorme demostración el de este cara a cara histórico que promete emoción de aquí a París.

Mientras tanto, victoria española en el Tour. Y ya van tres. Una vez descorchada la botella, el festival promete. Y esto no ha hecho más que comenzar. Queda mucho Tour y de aquí los vencedores parecen ser los espectadores, y sobre todo el Movistar de Eusebio Unzué, que ya se frota las manos con el que todo parece indicar que será el gran emblema del ciclismo español durante los próximos años. Si era un hombre Tour o no, toda vez que ha sido tan fuerte y tan inteligente en la 14ª etapa del Tour, las dudas quedan más que resueltas. Bravo.

Escrito por Jorge Matesanz

Fotos: EFE

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