El Roma Segafredo no existe, quede claro. Ni existirá. Desde que en 2017 el UAE tomase las riendas del Lampre Merida, el pelotón italiano se ha quedado huérfano en la categoría World Tour. Quedan pequeños reductos de colonias italianas, como el Bahrain Victorious, el Trek Segafredo o el Astana, pero el peso de los mismos no recae precisamente sobre ninguna nacionalidad concreta, siendo ésta una de las características de los conjuntos internacionales, globalizados, términos que empiezan a introducirse también en el mundo amateur. Con el descuelgue de Segafredo del equipo ya denominado como Lidl Trek, la situación es todavía más dramática en la máxima categoría del ciclismo.
Como en la pandemia, el contagio evidente puede saltar a otros países como España, que se mantiene con una escuadra desde que en 2013 se bajase de la bicicleta Euskaltel Euskadi, ahora reconvertido en un conjunto del UCI ProTeams, la segunda división del ciclismo profesional. A quienes no parece amenazar esta política de franquicias es a Bélgica (tres equipos) y Francia (cuatro equipos), lo cual incide en la clara predominancia de estas dos nacionalidades en los pelotones. Países Bajos cuenta con dos equipos y también mucha presencia, Estados Unidos pone bandera a otros dos conjuntos, así como Alemania, Australia, Reino Unido, Kazajstán, Bahrain o Emiratos Árabes tienen representación a su ciclismo.

¿Italia? ¿Qué pasa con los países tradicionales? En la segunda división aparecen tres equipos de bandera transalpina como Eolo Kometa, Corratec y Bardiani. El primero de ellos está en búsqueda pública de financiación y presumiblemente de mudanza hacia España. Francia tiene sólo un representante ahí, por cuatro de España y tres de Bélgica. Suiza tiene dos, al igual que Estados Unidos. Australia, Noruega e Israel tienen un equipo cada uno. La globalización ha ampliado la nómina de países con representación en forma de equipo, es cierto, lo cual no siempre se corresponde con la aportación de un mayor número de corredores al pelotón.
Pasaron los tiempos en los que cuatro o cinco equipos dominaban el Giro de Italia. O cuando sus corredores tomaban la batuta de otras importantes escuadras para ampliar horizontes y dar carácter internacional a su ciclismo. En la actualidad, si restamos de la ecuación a Filippo Ganna o tal vez a Giulio Ciccone, el peso de Italia en las grandes citas parece haber pasado a mejor vida. Considerando este hecho e intentando ponerle remedio, hemos optado por imaginarnos cómo quedaría un equipo de élite con bandera italiana y qué mimbres se le podrían añadir visto el panorama de los ciclistas italianos en la actualidad.
Creando un equipo
Conseguir un patrocinador tan potente a estas alturas parece misión imposible, aunque nunca se sabe si sucede como con las monedas de dos euros en el bolsillo, cuyo problema puede estar en la búsqueda, en la existencia de algo que buscar o en ambos. Por ello, vamos a suponer que convencemos a Segafredo y a un dominio público y universal con ganas de promocionarse: vamos a crear el Roma-Segafredo.
El presupuesto es complicado, ya que los datos no siempre se hacen públicos por parte de los equipos, pero vamos a suponer que entre ambos capitalizan un equipo de unos 40 millones de euros, algo por debajo de los 50 que se supone a Ineos, algo por encima de otros como UAE (35). Sin grandes estrellas disponibles para fichar, vamos a darle la voz cantante a los ciclistas de bandera italiana. Como comerciales y relaciones públicas nos haremos con Vincenzo Nibali y Paolo Bettini, que también serían buenos conductores del equipo. Imaginemos que su poder de persuasión llegase mucho más allá que su fama en el mundillo, que ya es.

- Filippo Ganna
El líder del proyecto sería Filippo Ganna. Sus cualidades en la contrarreloj son superlativas, así como en el llano e incluso en los adoquines. Como demostró en Milán San Remo, tiene capacidad para estar peleando por más carreras de las que parece. Sus capacidades en media montaña también son conocidas. Se va a tratar de darle los galones, convencerle de que puede ser un corredor legendario o que al menos pueda tener una notable presencia a lo largo del calendario más allá de las contrarrelojes, que cada vez sufren más el apartheid por parte de los grandes organizadores.
Sus objetivos pasarían a ser las clásicas de primavera, las dos primeras semanas del Giro, a quien exigiremos media montaña y crono, y el Tour de Francia, donde el objetivo será convertirse en el ciclista más combativo. El Mundial, también en los planes. Y públicamente hará alegatos a favor de la mayor longitud de las cronos. Y no en contra como en la realidad. Es importante para beneficiar sus opciones en vueltas cortas como Tirreno Adriático, que también será un objetivo importante.
- Giulio Ciccone
Junto al piamontés uniremos al grupo a Giulio Ciccone. Hay que sumar puntos, por lo que procuraremos alternarle con el otro gran líder para abarcar más calendario. París Niza puede ser el primer gran objetivo, al tiempo que las clásicas de las Ardenas pueden ser interesantes con él cogiendo la forma para un descanso activo y disputar el Tour de Francia, su objetivo número uno de la temporada. Intento por la general, en caso contrario, a buscar la clasificación de la montaña y etapas. La Vuelta y el Mundial dependiendo de cómo de productivos hayan sido sus primeros meses de competición.

- Jonathan Milan
Jonathan Milan es un sprinter brillante, con futuro y que ha demostrado constancia y capacidad de sufrimiento. Le faltaba un equipo para lanzarle y hemos solventado la papeleta con el fichaje adicional de dos lanzadores italianos como Matteo Trentin, quien finalizaba contrato con UAE, y el siempre interesante Alberto Dainese, que será el velocista en las carreras en la que no coincida con Milan. Como no todo van a ser ciclistas italianos, hemos fichado a David Dekker, neerlandés del Arkea. Lanzador joven, con posibilidad de ser el sprinter titular en algunas ocasiones. Milan competirá en el Giro y también en la Vuelta, dejando el Tour para otra temporada.
- Filippo Zana y Matteo Sobrero
Filippo Zana es nuestra futura estrella. Por ello, será el líder en el Giro de Italia y la Vuelta a España, sin ninguna presión y dejándole hacer. Si flojea de cara a la general, será buena idea filtrarle en fugas para recuperar posiciones, sensaciones y de paso poner en problemas al resto de favoritos. Objetivos realistas. Después está Matteo Sobrero, quien terminaba contrato con Jayco y se unió al proyecto para liderar al Segafredo-Roma en el Tour de Francia junto a Ciccone. Si este último falla, el paisano de Ganna tomaría las riendas en solitario y viceversa. Un top ten podría ser interesante, aunque se iría viendo con el transcurso de la carrera.
- Lorenzo Rota, Andrea Bagioli, Samuele Battistela y Andrea Piccolo
Tres ciclistas repletos de calidad, buena capacidad para resolver fugas y sobre todo movilidad dentro de las circunstancias de carrera. Su rol sería estar presente en todo ese maremagnum de escapadas, finales picantes, ataques sorpresa en los últimos kilómetros, puestometrear en esos finales en cuesta, etc. Ese clásico fondo de armario tan necesario en un equipo y que añade puntos de calidad a una participación. Ciclistas muy aprovechables también en algunas clásicas y en edad de progresar.

- Gregarios
La labor de los gregarios no es sólo arropar a los líderes en un pelotón para evitar caídas, proteger del viento o tirar del carro en momentos que sea necesario. Son también referentes en el grupo, guías, asesores y en cierto sentido profesores de las nuevas generaciones. Por ese mismo motivo, vamos a realizar dos fichajes importantes como Alessandro De Marchi (parece una OPA en toda regla a la facción italiana del Jayco) e Imanol Erviti. El español tiene mucha experiencia tanto en grandes vueltas como en clásicas y marcha bien en varios terrenos. Toda una garantía de profesionalidad y buen hacer.
También a un hombre que puede ser perfectamente compañero de viaje de Ganna como Edoardo Affini, ciclista del Jumbo Visma que finaliza contrato. El de Mantua bien podría ser una de las anclas del proyecto, con opción de ser el capitán de ruta. En las cronos individuales y por equipos será uno de los nombres clave junto con Filippo y Sobrero, los tres grandes especialistas contra el reloj.
Como tres gregarios se quedan cortos, se necesita músculo para cuidar de situaciones de carrera que haya que solventar. Para el llano tendremos al sueco Tobias Ludvigsson, a los franceses Remy Cavagna y Florian Senechal, que finalizan contrato con Soudal Quick Step, y al neozelandés del UAE Michael Vink.

- Jóvenes
Son la base del futuro y le dan continuidad al equipo. Ciclistas con todo el tiempo del mundo para aprender el oficio y prestar sus servicios de forma incondicional en favor de sus jefes de fila. Aún así, siempre queda espacio para el lucimiento personal, cómo no. Giulio Pellizzari, Francesco Busatto, quien tiene buen porvenir por delante, Giosuè Epis, Alessandro Pinarello, Bryan Olivo o Alessio Portello podrían ser algunos de los nombres.
Con ellos completamos la plantilla de 25 ciclistas, con espacio para algún que otro fichaje de última hora. Clásicas, grandes vueltas, sprints, escapadas, llano… Un equipo equilibrado y con ciclistas que combinan experiencia, pero sobre todo futuro, que es de lo que se trata, que de todos estos ciclistas surjan los campeones del futuro, ciclistas que sean capaces de tomar la responsabilidad y la voz del ciclismo italiano, el gran objetivo del proyecto.
Paralelamente, la construcción de un conjunto Development para ir creando cantera será una prioridad. El fin es claro, y es ir obteniendo talento de una cantera dirigida y controlada por el mismo equipo para poder realizar seguimiento a las futuras estrellas. También una versión femenina donde el principal objetivo en materia de fichajes sería Gaia Realini. Aunque en el campo femenino parece que el ciclismo italiano preocupa bastante menos que el masculino. Al menos en principio.
Escrito por Jorge Matesanz
Foto de portada: Bettini Photo