En alguna ocasión ha transitado el Tour de Francia por este durísimo Col de Burdinkurutzeta. Esta zona del Pirineo francés es un auténtico laberinto al tiempo que un vergel de subidas de gran dificultad: Bagarguy, Larrau, Soudet, Errozate, etc. Viajar a esta zona con la bici debe ser hecho con la total seguridad de que estamos en buenas condiciones para afrontar una ruta de alta dificultad en lo altimétrico. La localidad más importante y más cercana es Saint Jean Pied de Port, ya que las aldeas, caseríos y pequeñas ventas están repartidas por toda esta comarca.

Nos movemos hasta las orillas del río Laurhibar, próximo a la capital de la zona y curso que acompañará a una carretera que va poco a poco aproximando a las montañas. Alcanzando esas primeras estribaciones del puerto, atravesamos varios puentes consecutivos que serán la señal inequívoca de que el ascenso a Burdinkurutzeta está encima. Además, el puerto no empezará precisamente suave. Kilómetros al 9-10-11% y rampas en esos primeros mil metros de hasta el 16%. Trazado con mucha curva al inicio que después irá gozando más de la línea recta.
Son unos 4,5 kilómetros terribles al inicio, hasta alcanzar el Col de Haltza. Un pequeño descanso nos lleva a una segunda zona de unos 4 kilómetros en el 8%. Es ahí donde se corona el Col de Burdinkurutzeta, aunque podemos seguir ascendiendo más y más. Podemos llegar al Col d’Irati tras unos 1000 metros de desnivel en total. Desde la cima, a la que se llega tras unos kilómetros en porcentajes más cómodos y pasando junto a algunos lagos, podemos seguir hacia el Col de Bagargui o perdernos en rutas más estrechas e impredecibles.




Existe numerosos cruces, chalés, caseríos y fincas que tienen acceso por caminos y pequeñas carreteras que hacen parecer a esta zona un auténtico scalextric. Merece la pena pararse en cualquier mirador natural para echar la vista atrás, así como en cada una de las pequeñas cimas que van jalonando la carretera para echar la vista atrás y disfrutar de lo ascendido.
En verano será muy agradable la primera zona, con la parte más dura, es cierto, pero también con arbolado que nos protegerá del astro rey. Una vez se limpia el paisaje de vegetación, se gana en perspectiva y se disfruta muchísimo del paisaje, absolutamente verde, que nos rodea. Desde productos de la tierra a buenos menús, las ventas que nos iremos encontrando merecen muchísimo la pena.
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Escrito por Lucrecio Sánchez
Fotos: 1001puertos.com
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