La Collada de Beixalís es un puerto de doble vertiente cuyo asfaltado tuvo lugar en el año 2015 con motivo del transcurso de la Vuelta a España por sus rampas en una etapa absolutamente espectacular que posteriormente vino para quedarse como una prueba cicloturista apadrinada por Joaquim Rodríguez (La ‘Purito’), célebre residente del país andorrano y mítico ciclista catalán que aportó muchísimas victorias para el ciclismo español. Este puerto, que está enclavado entre los municipios de Encamp y Anyós, ciertamente sobre la capital del Principado, Andorra la Vella, supone una alternativa al Coll d’Ordino para cruzar de un valle a otro.

Y es que partimos de la Carretera General 2 (CG-2), la que asciende hacia Envalira. Una vez alcanzamos la localidad de Encamp, giramos hacia la izquierda y nos dirigimos hacia El Forn, a las afueras de la localidad. Y desde ahí, ya en ascenso, atravesaremos Vila y unos kilómetros más tarde coronaremos este pequeño coloso, a casi 1800 metros de altitud. Son seis kilómetros y medio largos de ascensión para algo más de 550 metros de desnivel por esta cara, con una pendiente media cercana al 9%. Buenas rampas y un añadido más para hacerlo más exigente: el asfalto.




Está asfaltado perfectamente, con una capa bien negra que cubre la carretera, muy diferente del asfalto que otros puertos presentan. Pero esa diferencia de asfalto de un tramo a otro y que el puerto es ciertamente salvaje en sus rampas y en el diseño de la carretera, hará que sea muy difícil coger el ritmo. Carretera estrecha y que da cierto vértigo por lo rápido que coge vuelo sobre el valle. Ahí se diferencia y mucho del resto de puertos del Principado, que, si obviamos algún tramo de la vertiente sur de La Gallina, suelen ser puertos de menos rampa y mucho más ancho en su calzada.
Para los gustos, los colores. Hay cicloturistas que prefieren ascensos constantes y otros que los prefieren con cambios de ritmo para combatir el tedio. Ambas fórmulas válidas y entendibles, ambas posibles en el pequeño país de los Pirineos. Desde que arranca en Encamp el puerto es duro, con rampas del 8% como bienvenida. Poco después, pasada la localidad de Vila, el puerto se vuelve violento y supera el 12% en las medias kilométricas, lo que nos va a traer rampas cercanas al 20% en algún tramo. Secciones ya sobre el asfalto nuevo. Serán tres kilómetros especialmente empinados, con una media superior al 10%.




Después el ascenso se relaja y afronta otros tres kilómetros en torno al 7-8% que ya corresponden a un puerto más normal en este entorno, con más puntos en común con el resto de subidas andorranas. Desde la cima bajaremos a Anyós, vertiente que tiene mucha menos dureza y contiene un asfalto más típico en estos lares. Lo interesante de que Beixalís cuente con doble vertiente es que nos permite ahorrarnos kilómetros y tráfico si queremos enlazar Envalira o cualquier puerto encajado en este valle y el otro valle junto con el que Andorra conforma una Y.
Muy recomendable acudir a Andorra e incluir este puerto en el menú. Es corto, pero te pone a prueba y merece la pena por la diferencia que marca con respecto a las demás subidas hermanas que la rodean y que enlazan perfectamente: Ordino, Cortals, Engolasters, Cabús, Arcalís, Arinsal… Y Beixalís se encuentra en el centro neurálgico de todo ello, pilla de paso a cualquier sitio y es ese elemento diferente que te sacará de tu zona de confort de ritmo constante durante horas. Aquí más vale poner piernas escaladoras y lanzarse hacia la cima.
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Escrito por Lucrecio Sánchez
Fotos: 1001puertos.com
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