Poco conocida, salvo entre aquellos que han sufrido sus rampas, por los cicloturistas. Un auténtico infierno, con rampas sobre el 30% y desniveles imposibles que kilómetro a kilómetro nos van a hacer vivir un auténtico sufrimiento para resistir sobre la bicicleta y no echar pie a tierra. Subir a Taranes es un reto para el que hay que estar no solo en forma, sino algo tocado de la cabeza. Mucho cuidado, por cierto, con el descenso por las rampas de cemento rayado.
Comenzamos la subida, de unos seis kilómetros de longitud, en la AS-261, en las proximidades de San Juan de Beleño. Una zona, esta del oriente asturiano, que coincide con puertos tan conocidos como Llomena, Pontón y otras subidas de la zona. Cangas de Onís podría ser el centro neurálgico de operaciones. Desde esa carretera, junto al río Ponga, inicia el calvario. Carretera estrecha, de servicio local, que escala hacia Tanda, una pequeña localidad que va a dar paso a una auténtica pared pasada la aldea que da nombre al coloso.
Rampas del 32%, del 28%… sucesivas, sin descanso. Desde ahí nos esperan tres kilómetros tan solo, con medias cercanas al 20%, mucho más duras que los kilómetros más terribles del Angliru, que siempre es buena referencia. Las rampas sobre hormigón nos hacen culebrear, retorcernos e incluso poner pie a tierra. Es salvaje lo que esta collada consigue.
Una vez superado el pueblo el paisaje abre y nos dirigimos a la parte final, pese a que tardaremos mucho en alcanzar la cima. Las rampas siguen siendo violentas, con una mayor sensación por parecer que estamos escalando hacia el cielo directamente. Una escalera hacia las nubes que parecerá tal en su tramo último, que corona para alivio de nuestras maltrechas piernas.
Un ascenso temido y solo apto para auténticos dementes de la bicicleta. Se recomienda precaución a la hora de elegir este desafío, ya que hay que estar en buena forma física para afrontarlo. El piso es bueno en su primera mitad, donde las rampas son simplemente duras, y aceptable en la segunda, con gran parte en cemento en buen estado, por lo que es apto para el paso de la flaca. Como dirían los ingleses: Enjoy!
Altimetría y reportaje más amplio
Escrito por Lucrecio Sánchez (@Lucre_Sanchez)
Fotos: Marce Montero (@39x28web)