En los Altos Pirineos se encuentran varios de los puertos más increíbles de toda Francia. Algunos de ellos mitos del ciclismo, como el Tourmalet o el Aubisque, donde nos quedamos en esta ocasión para recorrer sus dos caras más conocidas: las que ascienden hasta 1700 metros desde Argeles Gazost, la más larga y atravesando el col du Soulor, y desde Laruns, la más dura y conocida. El circo de Litor estará en la ruta, además de muchos otros encantos conocidos y desconocidos que esconde esta bonita y al tiempo cruel montaña.
Desde Argeles-Gazost arranca la subida hacia el Soulor. Podríamos dividir dicho ascenso en dos partes de porcentajes en torno al 7-8% con un descanso intermedio que viene muy bien para las piernas. A decir verdad, el asfalto es bueno y permite rodar fácil, aunque bien es cierto que el tráfico también es intenso en épocas estivales o fines de semana. Una vez alcanzada la cima del Soulor, el paisaje entra en otra dimensión. Los valles se hacen más profundos y lejanos. Espectacular la subida norte a este coloso, que dejaremos para otra ocasión.
Un leve descenso nos acerca al circo de Litor, una espectacular cornisa escavada sobre la montaña que hace que la roca predomine tanto como las verdes praderas. Hay que ir con cuidado, ya que ascendiendo en este sentido hacia el Aubisque el cortado cae de nuestro lado. Las protecciones con quitamiedos de piedra parece escasa ante tal caída, que impresiona y da vértigo. Mejor no pensarlo. La calzada es estrecha y el tráfico desciende notoriamente, aunque es frecuente también que caiga la niebla, por lo que se debe tener mucho cuidado en esta fase.
Una vez se deja de lado este precipicio se llega a los kilómetros finales de esta cara, sin ser excesivamente difíciles. La cima ofrece unas vistas magníficas sobre ambos lados, en días claros sobre gran parte de los Pirineos cercanos. La bajada hacia Laruns es técnica, si bien el piso está asfaltado perfectamente y es una calzada amplia. Serán 17 kilómetros de bajada sin descanso, muy rápidos. Los primeros por una carretera más estrecha y peligrosa, por tener curvas que se intuyen mal en la bajada. Una vez llegamos a Gourette, la estación de esquí de la zona, mejora la amplitud y el descenso se convierte en más rápido que peligroso.
La zona de galerías es preciosa, así como el paisaje en todo momento, siempre que las espesas nieblas que se suelen formar también en esta zona nos permitan ver con nitidez. Una vez llegamos a Eaux Bones, el bosque toma los laterales de la carretera, sin permitir respiro en la atención. La pendiente baja en esta fase y ya nos acercamos a Laruns, donde terminamos nuestra ruta. Impresionante el puerto y la dureza también de esta cara del Aubisque, que ascenderemos cuando las fuerzas y el frío nos lo permitan.
Reportaje completo y fotos (Argeles-Gazost)
Reportaje completo y fotos (Laruns)
Escrito por: Lucrecio Sánchez (@Lucre_Sanchez)
Fotos: 1001puertos.com