No quedan pocos recodos de Asturias por descubrir al gran público. Es un paraíso repleto de subidas excepcionales para el cicloturismo como este Bandujo (conocido también por Banduxu) que en esta ocasión nos ocupa. Se trata de la subida a un pueblo que tiene múltiples encantos. A nivel turístico, la ruta merece la pena aún sin ser en bicicleta. En nuestro vehículo favorito es más recomendable porque aporta más facilidad a observar en 360º el marco incomparable que estamos rozando con los dedos.

Hablamos de una subida de aproximadamente siete kilómetros y medio. El porcentaje medio supera el 8%, lo cual es un tanto engañoso porque tenemos un descenso muy acusado a mitad de ascensión y algún rellanito que colabora en rebajar la pendiente media. Esperemos, pues, rampas de doble dígito constantemente y un trazado de quitar el hipo. Curvas de herradura, montañas que parecen sacadas de una postal y un pueblo como destino que nos ofrece belleza y un motivo para echar un ratito en sus calles.




Arrancamos al mismo tiempo que Cruz de Linares, esa subida que la Vuelta a España va a estrenar en 2023. Acabamos antes diciendo que Banduxu comparte el primer kilómetro de subida con este otro coloso. Unos mil metros al 10,5% que nos pondrán las piernas a mil. El asfalto es bueno, pese a que la carretera no es excesivamente ancha. Llegado al cruce, marcharemos a la izquierda, con un pequeño descenso que nos recibe (y que a la bajada tendremos que afrontar como subida, ojo).
Alguna curva de herradura en un tramo que lleva casi a los dos kilómetros al 9,3%. Son momentos duros de la ascensión, que todavía va protegida por la arboleda, hecho que agradeceremos en Bandujo, sobre todo en meses de calor agotador. Pasamos una aldea y el terreno nos ofrece un ligero descanso. Otro kilómetro al mismo nivel de los dos anteriores y ahí terminará la primera parte de la ascensión.




Un empinado descenso nos llevará a la base de lo que la subida definitiva a Banduxu será. Ahora nos vamos a otros dos kilómetros y medio sobre el 11%. Son rampas duras, pero no excesivas. Ninguna sobre el 16-17% y un trazado especialmente bonito. La arboleda va dando paso al sol, lo que en días de calor mellará aún más nuestras mermadas fuerzas. Sin embargo, la vista lo agradecerá, porque el paisaje se abre en esta zona alta y tendremos ocasión de disfrutar del valle que estamos remontando.
Un otero sobre las montañas vecinas y todo el valle que va atravesando la Senda del Oso y va escarbando a lo largo del río Teverga. Esta zona final es un regalo que sólo dejaremos de disfrutar por la dureza y constancia de sus rampas. El buen asfalto continúa y sólo es momento de ir pensando en llegar a este Conjunto Medieval. Un bonito colofón a tal tortura.




En el descenso tenemos la opción de disfrutar del trazado tan divertido que es esta carretera. Con cuidado y precaución, que para disfrutarlo no hace falta ir excesivamente deprisa. Podemos ir parando en los miradores naturales o en el de Proacina, muy recomendable. Una vez lleguemos al cruce donde tiene origen esta ruta, podemos continuar bajando hasta la carretera que nos lleva a Proaza o ascender hacia Cruz de Linares. También, si vamos en MTB, podemos alargar hasta el Fancuaya.
En el entorno hay muchos puertos a disfrutar. Para conectarlos, mejor rodar por la vía verde de la Senda del Oso, un carril bici que vertebra los valles de Teverga y Quirós. Bandujo se puede conectar rápido con Tenebredo, cortito pero matón, con los puertos de Ventana, San Lorenzo o Cobertoria o con la más desconocida subida a Bermiego. O a Marabio, cuya carretera está prevista que sea arreglada y se pueda transitar más fácilmente. Elijamos la ruta que elijamos, merecerá la pena.
Reportaje completo con más fotos en Andalucía Cicloturismo
Escrito por Lucrecio Sánchez
Fotos y altimetría: Andalucía Cicloturismo
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