Viajamos en esta ocasión al noreste de la Península, en concreto a la provincia de Girona, en el Pirineo Catalán. No nos vamos a enrocar en los ya conocidos Vallter 2000 o Collada de Toses, o en el durísimo Collfred, que abordaremos a su debido tiempo. Nos quedamos cerca de la frontera con Francia, entre las localidades de Olot y Ripoll, entra las cuales discurre la carretera nacional N-260a, con el incómodo Coll de la Coubet por atravesar. Iremos esta vez por la variante construida para evitar estos kilómetros de montaña y dar servicios a los varios pueblos que se encuentran al pie de otras.
Llegamos a la localidad de Sant Joan de les Abadesses, un municipio de apenas supera los tres mil habitantes censados y que se encuentra a menos de 800 metros de altitud sobre el nivel del mar. Arranca una carretera que se dirige a Ogassa, un pueblo de montaña que alcanzaremos sin excesiva dificultad. Buen piso y porcentajes que apenas llegarán al 5%. Llegados aquí, giramos a la izquierda en nuestra ruta en dirección Ribes de Fresser. Lo que antes era carretera ahora es cemento. Una superficie a veces irregular, pero que permite subir con flaca (por supuesto, con MTB).

Las rampas se vuelven salvajes, rozando en ocasiones el 20% de porcentaje. Las medias kilométricas bajan y se equilibran bastante debido a algunos descansillos que existen a lo largo de la subida. No hay más que mirar lo que las rampas nos van permitiendo ganar en altura. El valle va quedando cada vez más abajo y poco a poco vamos abandonando la protección de la arboleda de la zona. Enlazaremos, eso sí, dos tramos con cierta continuidad y rampas sostenidas bastante exigentes. Tendrán tres kilómetros cada uno: el primero comenzando el cemento y el segundo antes de poner pie en la cima.
El cemento continúa hacia la otra vertiente, que parte en esta ocasión de Ribes de Freser. La Serra Cavallera se eleva sobre nuestras cabezas, con múltiples rutas a pie como la que lleva a La Llagona o a El Taga. En contraposición al lado que asciende a través de Ogassa, vamos a subir un puerto mucho más constante, con un único descansillo al final del primer tercio. El resto, mucho más uniforme, sube en porcentajes que oscilan entre el 7 y el 10% en las medias kilométricas.

Subimos por asfalto hasta alcanzar Bruguera, un pequeño pueblo que se eleva a más de 1200 metros de altitud. Se hace coincidir con el tramo de descanso (e incluso descenso) que incluye la subida, con un duro arranque ya en cemento para coronar a más de 1600 metros sobre el nivel del mar. Este tramo de unos cinco kilómetros es realmente exigente, con los primeros mil metros al 10% de media y rondando el 7-8% los cuatro siguientes, con puntas del 13%.
En la parte superior de ambas vertientes, dado que la vegetación de árboles desaparece, el viento puede correr por el valle. A veces a favor, a veces en contra. En la cima no hay exactamente nada más que buenas vistas del tramo final de ambas subidas, que tienen una tercera como alternativa. El camino baja hacia la N-260, a la altura del pantano de Cal Get, junto al río Ter. Esta pista es de tierra y permite el acceso en MTB, aunque tiene algún pequeño tramo asfaltado. En general, se encuentra en un estado aceptable. Si alguien se anima a explorar, es una buena opción.

En los descensos habrá que tener mucha precaución. El cemento permite ascender bien, agarra bien la bicicleta, pero en la bajada puede generar, según el tramo, mucho traqueteo. Precaución y poca velocidad, ya que la estrechez de la plataforma, sobre todo en la parte alta, requerirá toda nuestra atención. A menor velocidad, mayor capacidad de reacción y modificación de trazadas.
En la zona hay múltiples combinaciones de montañas para añadir a este durísimo Coll de Jou si se nos quedase corto. Desde el mencionado Coll de la Coubet, un puerto largo, pero no excesivamente duro, a las conexiones de Ribes con Camprodon atravesando la localidad de Pardines. Si en Ogassa giramos a la derecha continuando con la carretera GIV-511 en lugar de torcer hacia el cemento, podemos ascender al estrecho, pero bonito Plá d’en Plata, que sin ser una gran joya altimétrica, sí acumula metros de desnivel. El suelo de cemento volvería a ser nuestro aliado en algunos tramos, así que debemos tenerlo en cuenta y estudiarlo bien antes de adentrarnos.
Reportaje, mapa y altimetría (vertiente de Sant Joan de les Abedesses)
Reportaje, mapa y altimetría (vertiente de Ribes de Freser)






Escrito por Lucrecio Sánchez
Fotos: 1001puertos.com