Cicloturismo HC Puertos

Cicloturismo: el Pourtalet (por Laruns), la puerta francesa a España

Célebre estos días por el desprendimiento que ha tenido cortada la carretera durante semanas, el Portalet (Pourtalet en su cara francesa) es uno de los pasos fronterizos entre España y Francia, siendo además el más elevado, rozando los 1800 metros de altitud. La venta de su cima es altamente visitada por gente de ambas vertientes, sobre todo en fin de semana, cuando las compras a precios razonables o comer en ese entorno se convierten en una interesante manera de ocio. El puerto es, por tanto, mucho más que un destino cicloturista o una mera conexión por carretera entre dos países y de él depende más que el deporte o el acceso a la naturaleza.

No se trata del puerto más duro por ninguna de sus vertientes. Nos centraremos en la francesa, pero el lado español no desentona en longitud, aunque sí posee un punto o dos menos de pendiente que hacen la cara norte, la francesa, bastante más exigente. Desde Laruns va ascendiendo un puerto que se hace eterno, que en los primeros diez kilómetros no termina de subir de forma acusada. Kilómetros al 4-5% con descansos irán calentando nuestras piernas. Y aunque no lo parezca nos irán preparando para que poco a poco el porcentaje se vaya elevando por encima del 7% y nos permita coronar un alto.

Ascendemos por gargantas y zonas ricas en arbolado que nos irán protegiendo y aportando frescor. Hará falta porque el puerto se hace pesado y en meses de verano acaba por dejar al ciclista muy expuesto al sol. Conforme vamos asciendo irá desapareciendo la protección y el paisaje se abre para regalarnos bonitas perspectivas sobre los valles que hemos ido superando. Sobre todo, una vez hayamos alcanzado ese primer alto que se puede ver en la altimetría tras dieciséis kilómetros de subida ininterrumpida.

Tras ese par de kilómetros leves, llega la zona más dura de la subida. Arrancan esos últimos diez kilómetros con mucho dolor de piernas por venir del descanso y habernos desacostumbrado a las pendientes, que en la parte final del primer tramo de puerto eran ya importantes. Aquí lo serán de nuevo hasta coronar, con algún descanso y alcanzando la pendiente progresivamente. Es como volver a empezar de nuevo, pero todo irá mucho más deprisa. El trazado es bastante rectilíneo por lo general, sin grandes curvas a excepción del paso por el embalse o algún punto concreto.

Son casi 30 kilómetros de puerto, lo que permite indicar a la lógica que los últimos se harán cuesta arriba, nunca mejor dicho. El viento puede jugar un papel, normalmente como pasa siempre con los ciclistas, en contra. El asfalto está bien (habrá que ver cómo queda tras el desprendimiento), con esa aspereza típica en suelo francés que termina por agarrar más de lo que parecía. La parte final, muy escénica por vernos rodeados de picos cercanos, nos encandilará y hará recordar este paso de montaña con un buen sentimiento. Nos deja la compañía del Brousset (río) y alcanzaremos la cima.

En la zona no hay excesivas combinaciones que podamos hacer. Sí, están los clásicos Aubisque y Marie Blanque, que conectan con este puerto en los inicios de la subida, muy alejadas de las zonas duras del Pourtalet. En el Lac de Fabrèges hay un tren que nos sube a lo alto del Vallée d’Ossau. Hay opción para MTB. También hay una subida desde la localidad de Gabas hasta la presa de Bious Artigues, ciertamente interesante, aunque en general como el Portalet, una subida muy rectilínea y fácil hasta la parte final.

Reportaje completo en 1001puertos.com

Escrito por Lucrecio Sánchez

Fotos: 1001puertos.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *