Las Rías Altas son un paraje espectacular. Menos turísticas que las Baixas y con muchos rincones por descubrir. Uno de los más evidentes es esta subida a Garita da Herbeira, una de las ascensiones más duras de la provincia y que por su trazado, sus rampas y sus vistas puede ser también, sin exagerar, una de las más atractivas de Galicia. Serán casi 700 metros de altitud los que encontremos en la misma cima, con unos 600 de desnivel para un total de 8 kilómetros, lo que arroja una pendiente media por encima del 7% (ver altimetría). Un puerto realmente exigente en el que no nos debemos descuidar si queremos disfrutarlo.
En primer lugar, hay que ubicarlo. El inicio de esta vertiente este se encuentra en las inmediaciones de la localidad de Cariño, en el Cabo Ortegal, el segundo más septentrional de la Península Ibérica. Nos acompañamos de la ría de Ortigueira para ir iniciando levemente el ascenso. Poco antes de llegar a Cariño nos desviamos en un desvío hacia la izquierda y desde ahí la carretera estrecha un tanto. Hay apartaderos constantes a lo largo de la subida, lo cual nos dará tranquilidad.




No vamos a encontrar un exceso de tráfico. En época estival, sí puede haberlo por parte de turistas, pero esto no es el Mediterráneo en ningún caso en cuanto a masificación. Vamos superando una zona de casas unifamiliares y pronto entramos en un tupido bosque. Los árboles nos ofrecen protección en caso de calor (muy extraño), lluvia (menos extraño) o viento (mucho menos extraño). Las rampas son constantes, no nos van a ofrecer ningún gran pico de descanso, tampoco rampas fuera de lo normal, salvo una zona cercana a la cima donde se inclina por encima de los dos dígitos con claridad.
Conforme vamos ascendiendo, el arbolado desaparece y ganamos en vistas, que en todo momento recoge la ría de Ortigueira y los cabos colindantes. En días claros se puede ver Espasante y las playas de O Vicedo, de las más recomendables de la zona. No hay grandes rectas hasta la parte final, donde veremos el trazado futuro perfectamente y eso nos ayudará a tener una referencia y calcular las fuerzas. Cuidado con el viento en esa zona, ya que suele soplar con intensidad.






Aunque subáis en verano, id prevenidos por el frío, la lluvia y el viento. La bajada no debería dar problema si vamos con precaución, puesto que se adivina bien la trazada en todo momento. Si llueve, más precaución con las frenadas. Por lo demás, es un puerto para disfrutar, que no es excesivamente largo y que una vez alcanzas la cima en un amplio parking con mirador hacia un impresionante campo de aerogeneradores permite subir a pie a la construcción que da nombre al puerto. Desde allí las vistas sobre los acantilados son espectaculares. No olvidéis tomar desde ahí alguna foto para el recuerdo.
En la zona no hay grandes subidas. En MTB se puede subir a algún mirador en esta comarca. Un poco más alejados están los de San Roque, en Viveiro, y Monte Castelo, en Burela, siguiendo la costa en dirección Asturias. Ambos en Lugo. Porque esta ascensión que describimos se encuentra prácticamente en el límite provincial. También es interesante la ruta hacia el cabo de Estaca de Bares, el más septentrional de la Península y que ofrece magníficas vistas de la costa y del faro de mismo nombre. Si nos vamos más al interior, hay subidas en las proximidades de Couzadoiro o Corvelle, Serra da Faladoira, etc. Carreteras estrechas, empinadas y casi por completo solitarias. Una zona por descubrir.
Escrito por Lucrecio Sánchez
Fotos: ECH / High Cycling
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