Sacamos la clasificación de los 10 puertos más bonitos de España hace algún tiempo. Entre ellos se encontraba este precioso puerto gaditano, incrustado en la sierra de Grazalema y que gana altitud a base de preciosas herraduras colgadas de la montaña que dan impresión desde abajo y una vez las estás atravesando. Nos trasladamos a Zahara de la Sierra, justo en el límite del Parque Natural que envuelve todo este conjunto de montañas y localidad sita a orillas del embalse homónimo.

El puerto se puede decir que da comienzo en las faldas de la colina sobre la que se asienta esta preciosa localidad que domina todo el valle. Se trata de un puerto de doble vertiente que tiene en esta su única cara de relevancia altimétrica, ya que la opuesta procede de la subida al Puerto del Bóyar y, aunque ofrece alguna dificultad, su longitud es bastante escasa. Lo interesante, más allá de la dureza del puerto, que la tiene, es el trazado del mismo, con mucha belleza en la concatenación de curvas y un paisaje que en primavera es espectacular. En verano, también, aunque el color torna en tonos más amarillentos.

Arrancamos del embalse, donde la carretera pronto empieza a mostrarnos las bondades de sus rampas. Empieza fuerte la subida, con rampas del 15%. Se puede evitar el paso por el pueblo por esta localidad, y dentro de ella hay varios trazados alternativos. Merece la pena atravesarla, ya que la vía exterior ofrece más dureza, sí. Pero sus vistas las tendremos más adelante. Zahara, no. Subiendo sigue esta carretera, que va ganando altura con relativa facilidad. El agua va quedando bien abajo y la montaña empieza a dibujar un zigzag que da auténtico pavor.
Vamos superando lomas hasta plantarnos en ese tramo que se recorre bordeando otra hacia la izquierda para ganar profundidad y sentirnos abrazados por esta bellísima montaña e ir introduciéndonos en la magia de Las Palomas. Los quitamiedos de color blanco añaden un cariz añejo y reconocible, más aún en un paisaje de colores más marrones y grisáceos que verdes. El contraste es bellísimo y las herraduras colgadas de la ladera son admirables, con construcción de la base de las mismas al más puro estilo alpino. La zona más dura de estos casi 14 kilómetros está justo en esa parte previa a la fase de curvas de más de 180º.




Si se tiene vértigo, mejor no asomarse mucho al balcón, porque los cortados aquí son importantes. La pendiente media del puerto ronda el 7%, aunque en esos dos o tres kilómetros anteriores a las herraduras se establecerá en un punto más. Se empieza a hacer cuesta arriba (nunca mejor dicho) esta montaña, más aún si el calor asedia, ya que puede ser muy intenso y húmedo por tener cerca el embalse. Conforme vamos superando herraduras, las vistas sobre el inicio de la subida y sobre Zahara de la Sierra ganan en espectacularidad.
Aquí en esta fase donde vemos gran parte de los ascendido nos daremos cuenta de que se trata de una de las subidas más bonitas de España. A veces en el sufrir de los pedales no te das cuenta de la espectacularidad del entorno. Pero llegado ese punto, la pendiente baja un tanto y pese a que sigue siendo duro, da un ligero respiro. Ahí podremos levantar la mirada porque además lo único que nos separa del paisaje será el quitamiedos blanco. ¡Espectacular!




Ya en la recta final, la carretera tiende a alejarse de los cortados y va haciendo su último acercamiento a la cresta de la montaña, la cual superaremos a casi 1200 metros de altitud. Y no 1367 como indica el cartel oficial. Existe un ligero parking en la cima y la posibilidad de subir a un mirador que te ofrece panorámicas aún mejores que la propia cima. En cuanto al asfalto, se encuentra totalmente apto para el ascenso en bicicleta de carretera sin problema alguno y para que se disfrute el descenso. Siempre con precaución.
En los alrededores hay montañas y rutas sobradas para hacer una excursión magnífica. El propio Puerto del Bóyar es también muy estético, así como la localidad de Grazalema, a la espalda de esta montaña. Se puede ascender hasta el blanco pueblo por otra vertiente cercana al pie de Las Palomas por esta vertiente. Rutas en MTB hay también a patadas, como la que atraviesa el puerto a la altura del Mirador de los Acebuches. Un motivo más que suficiente para pasarse por aquí un fin de semana y disfrutar del cicloturismo en Cádiz.
Reportaje más extenso en Andalucía Cicloturismo
Escrito por Lucrecio Sánchez
Fotos: Andalucía Cicloturismo
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