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Cicloturismo: los encantos del Port de Bales (por Mauléon-Barousse)

El Port de Bales es uno de esos colosos recientemente llegados al Tour de Francia. Su dureza está fuera de toda duda, con rampas que sin ser exageradas hacen daño a las piernas, sobre todo si no se empieza con la suficiente cabeza y control sobre el ritmo, guardando un punto pensando en la parte final, que se hace interminable si vamos justos. La carretera, además, es de esas estrechas tan características en algunos puertos franceses y levemente rugosa, con ese añadido de esfuerzo que nos hará acordarnos para siempre de la ascensión a este puerto.

Comenzamos en la localidad de Mauléon-Barousse, aunque sólo tendremos un kilómetro realmente importante a la salida de la localidad y después un amplio falso llano nos acompañará. Poco a poco el puerto coge pendiente hasta que pasada la localidad de Granges de Crouhens empiezan los tramos realmente duros. Medios kilómetros al 11%, muy constantes y sin grandes rampas, eso sí. Así que preparad la paciencia y las piernas para ir ganando desnivel a base de minutos y minutos entre el silencio y la tranquilidad que se respirará en esta subida a Bales.

El puerto se estrecha y sigue ascendiendo y superando lomas una tras otra, ganando altura. Los descansillos irán salpicando la subida, pero a partir de cinco kilómetros a la cima se habrán acabado y aquí la pendiente no irá por debajo del 8-9%, con tramos incluso más difíciles. Los carteles nos van indicando la pendiente y lo que nos resta, como en todos los puertos franceses. Poco a poco vemos la cima asomar. El puerto es ciertamente rectilíneo y eso nos lo hará más duro psicológicamente. Eso sí, si cogemos bien el ritmo, todo debería ir bien.

Pronto acaba la protección de los árboles, por lo que quedamos expuestos a los elementos, como al sol en verano y al viento en general, si bien estamos bien protegidos por montañas. Si sopla, eso sí, estamos a su merced. Cuando llegamos a la cima, en plena división del departamento de Altos Pirineos con Alta Garona, sí que notaremos el fresquito del viento en nuestras carnes.

Conviene llevar abrigo para las bajadas. Al tener la carretera algo descarnada en las zonas próximas a la cima, habrá que tener mucho cuidado con las bajadas. Existen varios accesos por pista de tierra que nos adentra en las montañas desde la cumbre. En la misma cima existe una pequeña explanada donde podremos hacer una buena parada para disfrutar del paisaje del Pirineo francés. También para abrigarnos antes de la bajada, que falta nos va a hacer.

El Port de Bales está enclavado en el corazón de los Pirineos, rodeado de grandes puertos que le hacen todavía más atractivo. Por ejemplo, la bajada de su cara norte va a dar directamente a la subida al Peyresourde. Esa cercanía con Bagneres de Luchon nos permite enlazar este puerto con Superbagneres, el Portillón y todo el catálogo que existe en esta zona. Incluso subidas algo más desconocidas como Les Agudes, la alternativa en tierra a Superbagneres, Hospice de France en el mismo valle, o Les Granges d’Astau.

El tráfico no debería ser excesivo nunca, si bien en épocas de esquí o verano sí que se notará el aumento de vehículos recorriendo estas montañas. Muy recomendable esta subida, así como aprovechar a descansar en las inmediaciones y poderlo degustar con la calma que la ocasión merece y en compañía de otros colosos de la zona. Una maravilla este Port de Bales que nunca decepciona. La subida norte es algo más asequible para niveles más bajos. A tener en cuenta también.

Enlace a reportaje completo en 1001puertos.com

Escrito por Lucrecio Sánchez

Fotos: 1001puertos.com

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