La provincia de Castellón es una de las más montañosas de España. Desde la misma costa los macizos montañosos se van superando hasta acercarse a Teruel y los picos que dan cabida a estaciones de esquí como la de Valdelinares o Javalambre, cercanas a los 2000 metros de altitud, o las puertas al Maestrazgo, una zona recóndita, silenciosa y repleta de belleza. Puertos largos, más cortos, pero con el gran valor de que muchos de ellos son combinables en una visita a la zona. Teniendo el mar tan cerca, la variedad de paisajes y turismos es más que recomendable.
El poderoso Mas de la Costa es de los colosos que más imponen en la zona, con sus grandes rampas y el hecho de haber formado parte de forma rutinaria del ciclismo profesional, quizá la subida que más fama conserve entre tantas y tantas altimetrías que degustar en la provincia. Un paraíso para el cicloturista, que cuenta con carreteras poco transitadas y preciosas, encaramadas en la naturaleza y con la sensación de estar en un lugar más alejado de la civilización. Puertos muy cicloturistas, merece la pena darles una oportunidad.




Vamos a explorar la vertiente sur (altimetrías de las diferentes vertientes), la que da inicio en la pequeña localidad de Argelita. Es sin duda un puerto largo, muy tendido por esta cara, si bien ninguna de las tres con las que cuenta El Remolcador ofrecerá demasiada resistencia. Las caras principales rondan los veinte kilómetros de longitud, con una pendiente media algo superior al 3% y un desnivel por encima de los 700 metros. No es el Stelvio, está claro. Pero la acumulación de kilómetros hará sentir el cansancio en nuestras piernas. Más aún si hemos combinado este ascenso al Port con algunas subidas de la zona, lo cual no es difícil por encontrarse en un enclave perfecto para ello.
Las zonas de aproximación reducen un tanto el puerto, que se queda en 14 kilómetros por ambas vertientes. La que atraviesa Llucena del Cid es la más difícil, se podría decir. Tiene algún kilómetro al 7%, que es el máximo del puerto. Suele rondar el 4-5% en general, no hay en ningún caso grandes rampas. Lo que sí encontraremos de vez en cuando es un pequeño descansillo que permite recuperar energías. Ése es su lado este, el que procede de La Foia. Con muchas comillas, es el lado más rectilíneo. Tal vez por eso asciende de forma más directa y aumenta sólo un poco la pendiente.




El lado oeste del port del Remolcador ofrece las mismas condiciones, sólo que más curvas, en un trazado ciertamente rabioso y escurridizo. El piso está en perfecto estado en todo momento, elijamos el inicio que elijamos. Desde Argelita la carretera pasa incluso por un desfiladero, gran belleza la de esta subida en pleno corazón de la provincia castellonense. No hay excesivos árboles en la ruta, si bien cuando hacen acto de presencia le añaden un color bien bonito para saltear la roca que predomina en algunas fases del puerto.
Ese lado oeste tiene hasta cuatro variantes. Un enjambre de carreteras que nos da acceso a lugares como Puertomingalvo, con la cima ya en Teruel, uno de esos colosos silenciosos que permanecen escondidos en el anonimato esperando la visita de los cicloturistas o la de los profesionales, quién sabe. El Penyagolosa domina la zona. La cercanía con Onda y con puertos como Eslida, Torralba o Almedíjar permite elaborar recorridos cicloturistas de mucho desnivel, sin ser excesivamente duros en porcentajes y totalmente recomendables.
Reportaje más amplio, altimetría y más fotos
Escrito por Lucrecio Sánchez
Fotos: 1001puertos.com
Visita virtual