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Cicloturismo: los encantos del Puerto de Canencia (Madrid)

El Puerto de Canencia es uno de los más transitados por los cicloturistas en la Comunidad de Madrid. Es de los pocos puertos que pertenecen en su totalidad, por ambas vertientes a territorio madrileño junto a La Morcuera, que se encuentra pared con pared con esta montaña. Por el lado sur, ambos puertos comienzan en Miraflores de la Sierra, bonita localidad de la Sierra, como se conoce a la sierra de Guadarrama en los alrededores. Muchos ciclistas eligen este paso en lugar del vecino por su dureza y longitud, mucho menor en el caso de Canencia.

Uno de los míticos para entrenar, en enlace con el carril bici de Colmenar, ese que enlaza la sierra con la capital. Hablamos de un puerto que por el sur tiene apenas nueve kilómetros de longitud. Es la cara que más entidad posee, si bien se estira el inicio del puerto a la propia localidad de Miraflores. Desde el desvío a Guadalix, lado que se puede considerar el inicio más apropiado para componer un puerto más constante. En todo caso, pasado el pueblo que da comienzo a la parte más importante de Canencia, viene una zona llana con algún descenso.

Ahí arranca lo más duro, que vienen a ser tres kilómetros al 8% de pendiente media. El primer kilómetro de esa trilogía es más difícil, constante y con zonas del 10%. En seguida se corona entre un frondoso arbolado que impide vistas de gran interés. Se corona en un pequeño claro y sin casi darse cuenta, ya que sorprende el cartel y se hace bastante asequible para los ciclistas bien entrenados. Eso sí, es ideal para hacer series, para subirlo en varias ocasiones o para encadenar con el ascenso a Morcuera o Navafría, con algo más de llano intermedio.

Por el norte es una subida interesante. En el pueblo homónimo comienza la carretera a subir. Sinuoso, irregular, hasta que a falta de cinco mil metros para la cima arranca la parte dura. Son esos cinco kilómetros con un porcentaje del 6%, como se puede ver en la gráfica de Cyclingcols. Hay un kilómetro al 8% y alguna punta algo más intensa, sin exageraciones. Tiene alguna zona un poco más abierta y permite que el verde haga un poco más llamativa la ascensión. Al ser tan corta la parte interesante, tampoco se hace tan duro, lo cual permite salvar piernas para algún otro reto que acompañe en el día o para subirse la moral, cada uno lo que necesite.

Otra novedad y encanto del lado norte de esta montaña es que enlaza alguna curva de herradura. Por el sur es más rectilíneo, lo que llegado el caso puede hacer más tedioso el ascenso. La vertiente norte funciona de otra manera en ese sentido, por terreno más escarpado y quizá más interesante para disfrutar del cicloturismo. El tráfico puede ser elevado en épocas estivales o fines de semana. El resto del tiempo, no debería ser demasiado elevado. Aún así, es ancho para ser adelantados sin problemas, que a veces es lo fundamental. En la cara sur, además, hay bastante visibilidad.

Las combinaciones son limitadas y evidentes, muy conocidas por todos los que transitan la zona. Morcuera comparte el inicio por el lado sur, al igual que Bustarviejo, que tampoco es un puerto de excesiva entidad. Navafría, al norte y tras un llano de unos 15 kilómetros, es de lo más bonito de la zona. Cotos cae algo más lejos, lo mismo que Navacerrada. Más hacia la zona de Prádena del Rincón se encuentra la llamada Sierra Pobre, con puertos de poca longitud y variable entidad.

Reportaje completo en 1001puertos.com

Escrito por Lucrecio Sánchez

Fotos: 1001puertos.com

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