Nos ubicamos en Andorra, el país de los Pirineos. Valles con montañas interminables y, a su vez, puertos que las escalan para alzarse en muchos casos sobre los 2000 metros de altitud. Uno de ellos, remontando el valle de Ordino, es el Port de Rat, lo que viene a ser, para que nos entendamos, la prolongación de la subida a la estación de esquí de Ordino-Arcalís. Coronada a 2230 metros, da acceso a una pista de tierra en bastante buen estado que permitirá ganar altura fácilmente gracias a numerosas curvas de herradura.
El paisaje, con esta elevación, gana en espectacularidad y da pie a descubrir nuevas rutas alternativas (no sólo para la bicicleta). Los porcentajes no van a ser muy elevados, si bien las piernas escuecen por todos los metros de desnivel ya ascendidos. La pista nos va a llevar hasta casi la frontera con Francia, tras una zona algo más suave y rectilínea. Los pequeños lagos van haciendo acto de presencia, lo que explica el verdor extremo de estas cimas, entremezcladas con roca. Un túnel, normalmente inundado, nos marca el final de la ruta, aunque para los más aventureros se puede girar a la izquierda y ascender hasta un refugio y el pico a través de una pista bastante más irregular. Se dice que dicha perforación era un intento de conexión con Francia, aunque nunca se terminó la obra. Ahora, según relatos, parece que cuenta con estalactitas y no es visitable.
La altitud, en torno a los 2500 metros, es un factor a tener en cuenta. También el hecho de llevar provisiones. Es un esfuerzo prolongado, sin ningún tipo de protección del sol o del frío y hablamos de alta montaña, con todo lo que ello conlleva. El puerto es precioso y merecerá la pena ir parando, quizás en la bajada.
Existen muchos caballos salvajes en la zona y las omnipresentes vacas. En ocasiones invaden nuestro camino, pero es fácil evadirlos o hacerse hueco. El tráfico es casi inexistente en la pista y numeroso en la parte anterior a la estación en sí. De hecho, la parte superior de Arcalís, la que engloba las revueltas famosas y zona más visual de la ascensión, suelen contar con tráfico cerrado, animando a los visitantes a subir a la parte superior en teleférico.
La ventaja de visitar Andorra es que hay múltiples puertos y que se puede combinar esta ruta con muchas otras, realizando un trayecto de altísima montaña en muy pocos kilómetros. Arcalís y su prolongación hasta el Port de Rat es, sin duda, una de las paradas obligatorias, tanto si vas en bicicleta de montaña como si lo haces con la de carretera.
Escrito por Lucrecio Sánchez (@Lucre_Sanchez)
Fotos: Jorge Matesanz (@jorge_matesanz)