Cicloturismo HC Puertos

Cicloturismo: Puerto de San Glorio, el coloso lebaniego (Cantabria)

Cuando hablamos de San Glorio como un coloso, que nadie se lleve a engaño. No tiene mucho que ver en dureza con un Stelvio, un Mortirolo o un Gamoniteiro, que son subidas a otro nivel de dificultad. Aquí lo más complicado será el tiempo de ascensión, con una longitud superior a los 26 kilómetros si comenzamos la cuenta desde Potes, y más de 1300 metros a superar. Nos alzamos hasta los 1600 metros de altitud, lo que para ser suelo cántabro no está nada mal. Un puerto mesetario e histórico que irradia veteranía y paisajes de diez.

Altimetría de San Glorio © Cyclingcols

Estamos en Liébana, una comarca rica en cultura e historia que gira en torno a la turística localidad de Potes. Rodeado de montañas, es un buen centro neurálgico para disfrutar de la naturaleza y, por supuesto, de la bicicleta, con múltiples subidas alrededor como las de Fuente Dé y Piedrasluengas, así como subidas a localidades como en Dobres-Cucayo o en el Monasterio de Santo Toribio. Los valles son profundos y bellos, con la silueta de los Picos de Europa como cielo de un entorno para disfrutar.

San Glorio arranca en Potes. El porcentaje medio de lo que nos vamos a encontrar no asusta en demasía, sin llegar al 5% de pendiente media, si bien los primeros diez kilómetros ascenderán en porcentajes muy leves. Existen dos kilómetros sobre el 4%, pero son rampas que nada asustan al cicloturista. Pasada la pequeña población de Vada, comienza el verdadero San Glorio, con una primera herradura a derechas que nos dará la bienvenida a lo que nos espera. Diez tendremos que superar antes de coronar.

Los porcentajes van a estar durante estos 16 kilómetros restantes en torno al 7%, sin grandes rampas y sólo un leve descanso a trece de coronar. El resto es subir, subir y subir. ¿No hay un kilómetro al menos por encima del 8%? No lo hay, aunque alguna rampa suelta al 10% sí que tendremos que afrontar. Tampoco bajamos del seis por ciento, lo que quiere decir que es un puerto que necesita de un ritmo constante y asequible para llegar arriba sin desfallecimientos.

Se hace eterno, la carretera es buena tras los arreglos que realizaron hace algunos años y desliza perfectamente la bicicleta. No hay apenas árboles que nos protejan del viento o del calor, que en verano puede ser intenso, aunque el paisaje no tiene otro color que el verde de las praderas típicamente cántabras y ese arbolado de no muy gran escala que cubre las montañas cercanas. Vamos ganando la altitud de picos que quedan a nuestros pies. Las vistas ganan en espectacularidad en la parte final.

Pasamos junto a un par de miradores que merecen la pena. Llegado un punto, desaparecen los árboles y las vistas nos regalarán un buen puñado de buenas vistas sobre el valle que hemos ido ganando a través de los pedales. Parece que ya vislumbramos el final del cordal montañoso que ascendemos, pero el fin parece no llegar nunca. Una vez coronamos, la sensación de haber conseguido superar un coloso la tendremos dentro de nosotros. Y no es para menos, porque San Glorio es mucho San Glorio.

Desde la cima parte una carretera hacia el Collado de Llesba, que es una prolongación del puerto hacia un mirador que también (cómo no) merece la pena. Aquí la pendiente sí se hace más intensa durante los dos kilómetros que dura este curioso apéndice. Aunque hay descansos, las rampas se vuelven más violentas y alcanzan el 14%. El firme es algo peor y la estrechez también aumenta. Si vas un poco tocado, este último tramo termina de atufarte del todo.

Sin embargo, pese a que el esfuerzo es grande, merece la pena llegar hasta el final y degustar las panorámicas casi en 360º sobre el rededor. El Monumento al Oso Pardo nos espera para tomarnos alguna foto con él e inmortalizar la subida a un puerto que seguro se quedará en la retina de quienes osen a enfrentarse a él.

Enlace a reportaje completo de San Glorio en 1001puertos.com

Escrito por Lucrecio Sánchez

Fotos: 1001puertos.com

Visita virtual:

Una respuesta

  1. No estaría de más haber comentado que también el puerto San Glorio une Cantabria y León, como si hace en el reportaje original.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *