“Vine”, vidi, vici
Inicio de temporada fulgurante el de Jay Vine. Campeón nacional de crono y vencedor absoluto de un Tour Down Under donde fue el más fuerte de principio a fin. Ni siquiera un Jayco entregado y un Simon Yates tan ofensivo e inconformista como siempre pudieron ponerle en aprietos. El joven aussie que llegó al ciclismo gracias a Alpecin y a la plataforma Zwift, ya no es una anécdota más en el pelotón. Después de una explosión fantástica en la pasada Vuelta a España, su fichaje por UAE le eleva a la máxima élite del ciclismo. Fiable contra el crono y muy buen escalador, ya se ha puesto galones en un equipo emiratí plagado de estrellas y egos. Sin duda, poco se podrá dudar de sus dotes para las carreras de una semana. En un arranque de temporada con ganas de debate, muchos sueñan ya con un Vine luchando por una gran vuelta, pero esa es otra historia. Aún debe demostrar empaque, experiencia y fondo en la odisea de las tres semanas. Para esas lides, con Pogacar y Almeida, no habrá demasiados huecos a priori, pero si se pudo colar en el pelotón mundial desde el salón de su casa, tampoco sería descabellado que el siguiente salto sorpresa sea a un cajón de un pódium en Milán, París o Madrid.
Ewan y Matthews, las antípodas más cercanas
Caleb Ewan y Michael Matthews son dos ciclistas tan distintos como similares. El primero, velocista puro, pequeño y demoledor, que ha ido demostrando una evolución en cotas y finales en los que el factor eliminación marca la diferencia. El segundo, ciclista muy rápido pero mucho más completo, con contrastadas dotes de puncheur. Los dos, ciclistas que desde sus primeras pedaladas demostraban estar llamados a conseguir un gran palmarés, y que ambos van amasando año a año. Sin embargo, también tienen en común ganar mucho menos de lo que sus condiciones harían pensar. Siempre les pasa algo, y este Down Under sirve de resumen de ello. Un Ewan sin equipo volvía a hacer remontadas imposibles partiendo de posiciones inverosímilmente retrasadas para un velocista de su nivel (increíble su volata en la primera etapa en línea). Michael Matthews de nuevo rondaba los primeros puestos sin remate, añadiendo su proverbial mala suerte en la etapa ganada por Pello Bilbao, que parecía destinada para él. ¿No sería bonito un giro del destino y que ambos se jugaran una Milán-San Remo cara a cara esta primavera? Seguramente quedarían segundos los dos.

La increíble fábula del gallo y el zorro
Después de más de una década y cerca del medio centenar de victorias como profesional, Bryan Coquard lograba su primera victoria en el WorldTour en el poblado de Willunga. El reputado pistard siempre se había caracterizado por ser un corredor rápido con buena capacidad de remate en sprints de lo que podríamos llamar “nivel B”, sobre todo en el calendario francés. Poniéndonos animalísticos, el “Gallo” había demostrado ya la pasada temporada que le estaba gustando ganar a lo “burro”, como en esa etapa de Bessèges en la que reventó vatios en un gran mano a mano con Mads Pedersen. Esta vez el éxito llegó gracias a la aparición de otro animal que normalmente debería ser el enemigo del rey del corral. El joven Alexis Renard (apellido que en francés significa “zorro”) realizó un lanzamiento perfecto para servir en bandeja la imponente arrancada de su jefe de filas. Eran los dos únicos corredores del equipo crediticio en el grupo cabecero, por lo que el valor de la hazaña se multiplica. Una victoria importantísima para Cofidis.
Qué difícil (o qué fácil) es ser comisario UCI
Dos situaciones muy diferentes han causado no poca polémica en este Tour Down Under. En la primera jornada en línea el británico James Knox era descalificado por realizar tras coche después de una caída, en una etapa en la que hubo más de un damnificado por las mismas. Al día siguiente, Alberto Bettiol, el hombre al que nunca se le perdonará haber ganado el Tour de Flandes, volvía a ejercer de Dr. Jekyll y Mr. Hide. Vestido de líder gracias a un prólogo en el que parecía haber realizado la danza de la lluvia para anular las opciones de sus rivales, sufría calambres bastante bestiales en la segunda etapa en línea. Su frustración la pagaba con un cámara, molesto porque grabase su derrota, y le lanzaba con furia su botellín. Decisión de los comisarios, multa y 100 puntos UCI (esos que dentro de tres años volverán a contar). La pregunta es: ¿si fuera Bettiol el del tras coche y Knox el del botellazo las sanciones habrían sido las mismas?
“No Porte, no Hill”
La edición 2023 del Tour Down Under prescindía del “mítico” final “guilleniano” en Willunga Hill. Tal parece que, retirado Richie Porte, ese final debía ser retirado cual camiseta de estrella de la NBA. No estando su rey, no hacía falta pisar tal terreno. El que fuera el gran atractivo de la ronda aussie se quedaba fuera, y la decisión parece haber sido un acierto. Carrera más abierta, con los favoritos buscando hacer daño en cualquier terreno, abanicos incluídos, lo que nos brindó un bello duelo entre Vine y Yates con invitados de honor como nuestro gran Pello Bilbao o Ben O’Connor.
Escrito por Víctor Díaz Gavito (@VictorGavito)
Fotos: Getty Sport / Movistar Team