Retomamos nuestra sección cinéfila con un documental que nos ha sorprendido gratamente por su manera de enfocar el amor por el ciclismo y las bicicletas. El director portugués Nuno Tavares, nacido en Azores en 1975, compone un bello retrato de una “tribu” ciclista de la que ya hemos dado algunas pinceladas en esta página. Este documental huye del frenetismo del deporte profesional para recrearse en el “retrociclismo” o ciclismo retro.
La cinta explora en poco más de una hora qué significa la afición por este tipo de ciclismo, o por este “andar en bicicleta”, como matiza uno de los personajes que desfilan ante la cámara del director luso. Con un ritmo pausado, pero nunca monótono, recreándose en las imágenes, los gestos y los paisajes, nos hace compartir una sensación de tranquilidad y de fusión con la naturaleza, con la bicicleta y con una filosofía de vida alejada del frenético ritmo de la novedad, el consumo y la inmediatez del mundo contemporáneo.
Aunque la bicicleta es la estrella que vehicula toda la narración, un personaje se va afirmando como protagonista indiscutible de este retrato del alma ciclista. Ese es Artur Lourenço, un lisboeta que ha hecho de su pasión por dar pedales un pilar básico de su concepción del mundo y de la felicidad. Por las calles de la preciosa capital portuguesa o por los alrededores de su refugio de paz y sostenibilidad en la Serra de Estrela, Artur disfruta de la libertad de pedalear. A sus cincuenta años ha ido descubriendo que las cosas bellas de la vida no necesitan prisa. Artur pedalea por placer, lema de su interesante blog. Y ese pedalear por placer alcanza su máxima expresión en el ciclismo retro, en el que no se busca el mejor tiempo, ni subir más rápido que nadie, ni tener la última bicicleta “tope de gama”.
Además de la unión casi mística que se logra al mantener y cuidar tu bicicleta con el cariño de una obra de arte, el ciclismo retro te introduce en una comunidad de personas que comparten tus intereses y tu forma de entender el mundo. Eso crea amistades y experiencias únicas. Ver a Artur con su maillot de lana, su bici clásica y su inseparable cámara en las marchas retrociclistas es la viva imagen de la felicidad más honesta. Contagia.
Muchos son los personajes que van dejando su impronta en esta película. Pedro Gil, propietario del taller Velocorvo, es un ingeniero que salió del estrés de las grandes empresas para dedicarse a su pasión por la restauración de bicicletas clásicas. Marie Vieira es una luso-belga que no entiende la movilidad sin su “pasteleira” (voz portuguesa utilizada para las antiguas bicicletas de paseo), y que defiende el reciclaje y el mercado de oportunidades como base de un mundo más sostenible. Los miembros del Lebre Ciclo Clube preservan la tradición de sus abuelos y la combinan con el “ciclo-gastro-turismo”, la diversión y la buena compañía como pilares básicos. Joff Summerfield es un británico aventurero que ha recorrido el mundo en un velocípedo Penny-farthing, convirtiendo su pasión por este tipo de bicicleta en su modo de vida. Augusto Morais es un octogenario de Murtosa (la localidad portuguesa con más bicicletas por habitante, muy por encima de la media nacional), que sigue trabajando en su taller de bicicletas y defendiendo su amor por la tradición. Son solo algunos de los nombres de la sucesión de aficionados, organizadores, emprendedores, artesanos y amantes de la bicicleta que componen un retrato coral entrañable y modélico.
Junto a las diferentes entrevistas y retratos destaca también el rodaje de algunos de los eventos más importantes del ciclismo retro en Europa. La cámara de Nuno Tavares viaja por Europa cosechando imágenes de marchas y festivales tan originales como la Tweed Run londinense, el Anjou Vélo Vintage francés la Eroica Hispania riojana o A Clássica lisboeta, organizada por el propio Artur Lourenço. En estos pasajes queda perfectamente reflejado el espíritu de camaradería, diversión, respeto y dedicación de estas fiestas del pedal.
En definitiva, estamos ante una película que nos invita a reflexionar en qué mundo vivimos y nos pone ante el espejo otras maneras de entender la sociedad de forma más sostenible y respetuosa. Conviene pararse a pensar si la felicidad debería basarse en el “tener” o en el “compartir”.
Un gran trabajo de Nuno Tavares que ha logrado tener un más que aceptable recorrido en festivales, con numerosos premios y presencia en secciones oficiales por todo el mundo. Un documental del que queremos destacar además la deliciosa fotografía de Carlos Isaac y el fantástico trabajo de diseño e ilustración de Carolina Castro Almeida. Sorpresa muy recomendable que se puede disfrutar en alquiler en la plataforma Vimeo. Al llegar a los títulos de crédito notarás una necesidad imperiosa de coger tu bicicleta y salir a pedalear y respirar el aire libre.
Ficha de la película en FilmAffinity
Escrito por Víctor Díaz Gavito (@VictorGavito)
[…] Huyendo del deporte profesional, la cinta nos presenta a Artur Lourenço, un lisboeta cuya pasión por los pedales se ha convertido en el centro de su vida y de su felicidad. Y con él, con las bicis y con la bella Lisboa, Nuno nos transporta a otra vida soñada que discurre a un ritmo más pausado, donde el placer y el disfrute de la naturaleza se dan la mano en el presente gracias al esas bellas máquinas «del pasado». Más información sobre la película en su página oficial almadeciclista.com y en este interesante artículo de Victor Gavito. […]