Cuatro años después del mediometraje “Nasu: Verano en Andalucía“, del que ya hablamos el mes pasado en esta sección, se estrenó una secuela de la misma, dirigida también por Kitarō Kōsaka. Volvemos así al anime japonés para situarnos en el final de la temporada de ruta que nos queda tan cercano. Buen momento para relajarse viendo cine sobre ciclismo mientras esperamos la llegada del próximo año.
La película comienza en las calles de Madrid, con la disputa de la contrarreloj final de la Vuelta a España, en la que volvemos a ver desgañitándose sobre la bicicleta a Pepe, que ya conocemos por su victoria en Andalucía en la primera parte de “Nasu”. El equipo cervecero belga Pa0Pa0 vuelve a ser el centro de la historia, aunque esta vez nos incluye a un nuevo personaje de la escuadra, el joven italiano Ciocci.
Terminada la carrera, el equipo recibe la noticia del suicidio del gran campeón Marco Rondanini. Ciocci, del mismo pueblo que Marco, recibe la noticia como un jarro de agua fría, pues el fallecido era su gran amigo y mentor. El equipo le exime de correr la última carrera del año, la Japan Cup, pero el joven decide viajar con sus tres compañeros para disputar la prueba.
Los corredores del Pa0Pa0 llegan con ganas de brillar en la última carrera antes de la desaparición del equipo, aunque Ciocci se muestra depresivo y desmotivado, con aparentes muestras de estar cansado del ciclismo. Pepe, en cambio, se encuentra hipermotivado y con muchas ganas de dejarse ver, sin temer la presencia del potente equipo “Golcinco”, encabezado por la superestrella Zanconi y en la que está su excompañero de equipo y enemigo Gilmore.
Tras una primera parte de la película centrada especialmente en las emociones de Ciocci y su relación con el fallecido Rondanini y con su compañero Pepe, la segunda parte se dedicará a la disputa de la Japan Cup, cuyo desenlace dejaremos abierto para que lo descubran ustedes.
La película sigue en la línea de su antecesora, con continuas referencias al ciclismo del mundo real mezcladas con la clásica exageración en los gestos y emociones del cine de animación nipón.
El punto de partida nos trae directamente a la mente el fallecimiento de Marco Pantani. El propio nombre de Marco Rondanini hace evidente la relación, aunque sí buscan la diferencia en los rasgos físicos del personaje y en el maillot arcoíris de campeón del Mundo que vemos en su funeral.
Resulta interesante ver cómo se hace patente en la película el uso del famoso pinganillo para las estrategias en carrera, pues tiene una importancia clave en el relato de la disputa de la Japan Cup. En cambio, llama la atención ver a más de medio pelotón con gorras o el pelo al aire, sin casco, en una película de 2007, lejanos ya los tiempos en los que la protección no era obligatoria.
Para la reflexión de quien vea la película quedará la conversación en la que Ciocci le explica a Pepe que ellos no tienen el aura de los campeones. El español, escéptico, no entiende lo que le dice su compañero italiano, aunque no tardará en descubrir qué es ese aura. Aunque en la historia se muestra de manera excesivamente exagerada, sí es verdad que hay corredores que parecen desprender ese aura que paraliza todo lo que está a su alrededor en el momento del ataque decisivo.
Estamos ante una película con más carga emocional e introspectiva que la primera entrega, más centrada en la pura competición, pero que también nos ofrece momentos intensos y altas dosis de humor. Aún así, no llega a ser tan divertida como la primera y en ocasiones da la sensación de quedarse un poco entre dos aguas al no alcanzar a rematar las tramas que se cuentan en la misma. Ideal para pasar un rato agradable si ya han visto las andanzas de Pepe en la etapa andaluza de la Vuelta a España.
Ficha de la película en FilmAffinity
Escrito por Víctor Díaz Gavito (@VictorGavito)