Día de los enamorados. Efeméride imborrable en el ciclismo por el desaparecido y añorado Marco Pantani el mismo día. Corazones rotos teñidos de blanco el día de un nacimiento, el de una clásica que por diferente ya merece toda la atención de todos. Un brote verde del ciclismo español que crece en los olivares de Jaén, ese Paraíso Interior que nos descubrirá esa otra cara de la luna, hasta ahora oculta para muchos en España. Ecos de la Strade Bianche, esa carrera que algunos ensalzan hasta querer ampliar a seis los Monumentos. Un debate que parece lejano de las sierras de Cazorla y alrededores, aunque si una terminó de poner La Toscana en el mapa ciclista, por qué no soñar con esta iniciativa de Pascual Momparler como una cita indispensable de los próximos años.
Serán siete los tramos a flanquear a lo largo de los casi 200 kilómetros, una longitud ya respetable. Más de 3000 metros de desnivel positivo, que sin incluir ningún gran puerto es indicativo de haber acumulado mucha dureza. Muy interesante. Tres de esos tramos de carreteras blancas estarán ubicados en los primeros cincuenta kilómetros. Los últimos cuatro en un circuito de triple paso por los tramos de Bayasa y Urbadat, al que darán una única vuelta. Todos estos en ascenso y con la meta ubicada en la siempre monumental Úbeda, que en cierto modo nos recordará a la bellísima Siena. Esta vez en una llegada que además de picar hacia arriba, añade la dificultad del pavé. El ganador será coronado con un trofeo que también levanta expectación por ser sorpresa.

El ciclismo jienense estará de punta en blanco, con uno de los más nombrados del momento ausente por la no participación del Rusvelo, su nuevo equipo. Hablamos de José Manuel Díaz Gallego, que comenta que “es un día de mucha ilusión en Jaén, ya nos merecíamos una prueba ciclista y más una así”.
El aspecto más cuestionable es la elección de la fecha, muy bonita por lo simbólico, pero poco práctica para que los aficionados puedan seguirla más de cerca. En fin de semana hubiese sido mucho más atractivo. Aún así, ha creado mucha expectación. No dejan de ser un buenos síntomas las incorporaciones de ésta y O Gran Camiño (24 al 27 de febrero) a la parrilla del calendario nacional. Lo importante es asentar ambas y que poco a poco vayan creciendo, a su ritmo y ofreciendo escenarios atractivos que sean motivos para venir y quedarse. Por el momento, en la línea de salida de Baeza se cuentan las estrellas con los dedos de dos manos, como Alexei Lutsenko, séptimo clasificado en el pasado Tour, Gonzalo Serrano, punta de lanza del Movistar, Vinicius Rangel, toda una joven promesa, el siempre mediático Miguel Ángel López, el alemán Kamna o el que muchos consideran el gran favorito ausente Alejandro Valverde: el belga Tim Wellens.
Escrito por Sergio Fernández (@sergioyustos) & Jorge Matesanz (@jorge_matesanz)
Foto: Cartel Clásica de Jaén Paraíso Interior