El indio apache Cochise nació 130 años antes que el ciclista. Su capacidad para rebelarse ante malentendidos y las dificultades le hicieron ser un personaje célebre de la Norteamérica del siglo XIX. En territorios de Colorado, en el llamado Apache Pass, sufrieron y tendieron emboscadas para conseguir sus fines y vengar las graves consecuencias de los arrestos y asesinatos sufridos. De alguna manera, la relación con el ciclista es clara. Una persona que lucha contracorriente, contra todo un imperio que le persigue. En el deporte no existió dicha persecución, pero sí que al ser un pionero en tierra europea, todo era complicado, diferente. Llevó su tiempo y abrió camino para que otros vivieran mejor.
Fue protagonista de varias películas, por lo que en alguna de ellas fue un nombre que el colombiano repetía sobremanera. Ese grito de guerra iba a pasar a ser el nombre que le hiciese pasar a la historia del ciclismo curiosamente.
Hablamos ahora de Martín Emilio ‘Cochise’ Rodríguez. Si hace no tanto hablábamos de Lucho Herrera y lo que supuso para el ciclismo de su país, el también colombiano Cochise fue el antecesor, el ciclista al que todos recuerdan como el gran ariete que consiguió derribar las puertas del ciclismo europeo para Colombia. Detrás de él vinieron los demás, en un contexto en el que ni siquiera los viajes en avión eran tan sencillos como ahora. Nacido en abril de 1942, tuvo que lidiar con la desgracia (perdió a su padre con 11 años) desde prácticamente el primer día. Quizás eso hizo que fuese tan resistente al dolor y la fatiga. Cuando la vida es ya de por sí difícil y dura, las montañas no parecen tan altas. Es lo que debió pensar el ciclista de Medellín.
Las primeras victorias de Cochise fueron curiosamente en la ciudad mexicana de Toluca. Fue incluido en el equipo colombiano toda vez que su 6º puesto en la Vuelta a Colombia con apenas 19 años había sorprendido a propios y extraños. El mejor joven de la competencia iba a compartir escuadra con Rubén Darío, un célebre ciclista destacado en su mismo país. Ese mismo año 1961 se impuso en la montaña de la Vuelta a Colombia ante un mítico escalador español como Julio Jiménez, lo que denotaba su calidad. Cochise, ante tal victoria en México, tomó el tranquillo a la prueba y fue segundo en la general final en los años 1964 y 1967.
Dedicado también a la modalidad de pista, el colombiano recogió el oro en los Campeonatos del Mundo de Varese, en Italia. También en Italia consiguió muy buenas victorias, como el Trofeo Baracchi, de la mano de Felice Gimondi. Era una prueba que se desarrollaba en contrarreloj por parejas. En 1974, un año después, se fajó con el sueco Pettersson para lograr la segunda plaza. También conquistó el GP Camaiore, en el que fue el tercer extranjero de la historia en levantar los brazos. Sucedió a los belgas Merckx y De Vlaeminck en el palmarés. Casi nada. Italo Zilioli, con fama de segundón, finalizó en dicha posición ante Cochise.
Sus grandes éxitos serían también en Italia, formando parte del mítico Bianchi. El Giro de Italia de 1973 tenía al coco Eddy Merckx como gran favorito. Por primera vez iba a participar Martín Emilio en la corsa italiana, y no iba a decepcionar. Ganador de una etapa en Forte dei Marmi, consiguió también finalizar la carrera en Trieste tras veinte etapas desde que salieron de la localidad belga de Verviers. En 1974 no ganó etapa alguna, pero sí se clasificó 18º en la general final, un gran logro. El colombiano se iba a coronar de nuevo en 1975 con una nueva victoria de etapa, esta vez en Pordenone. Fue la famosa edición que finalizaba en el Stelvio, donde Bertoglio ganó por apenas 40″ sobre el español Galdos.
Dos etapas en el Giro a las que añadir su debut y única participación en el Tour de Francia que finalizó en una meritoria 27ª posición. Llegar a París le daba el llamado ‘carné de ciclista’, aunque a decir verdad un ciclista que había ganado el Clásico RCN o la Vuelta a Colombia en cuatro ocasiones y establecido el récord (39) de victorias parciales, además de triunfar en la venezolana Vuelta al Táchira, poco tenía ya que demostrar.
Fue también campeón nacional en 1965, además de ser condecorado como Deportista del Siglo en Colombia. Ganó el galardón a mejor deportista colombiano del año durante cuatro ediciones. En pista obtuvo muchos logros, como el récord mundial de la hora para aficionados o medallas de oro en los Juegos Panamericanos y Bolivarianos.
Escrito por Lucrecio Sánchez
Foto: Archivo EL MUNDO y Valentina Gómez