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Colle di Nivolet, el puerto más bello de Italia

El Nivolet es de esos mitos de los que siempre se habla. Una auténtica maravilla natural coronada por la obra del ser humano, una carretera que traslada a quien la transita desde los 600 metros de altitud a los 2600. Un desnivel de más de dos mil metros del que pocos puertos en Europa pueden presumir. Una auténtica hazaña llegar hasta arriba sin parar. Por las rampas y la dureza de la ascensión en sí. También por la belleza. De los mejores paisajes que se puedan disfrutar en los Alpes. Puede que el mejor. 

Comienza serpenteando por el valle una carretera que poco a poco gana en pendiente. Son cuarenta kilómetros de subida, nada menos. Habrá que tenerlo en cuenta para no agotarse antes de tiempo. Pasada la pequeña localidad de Gera comienza a ponerse seria la cosa, con algún kilómetro sobre el 10% y rampas que se acercan al 14. Una auténtica bienvenida a las zonas más duras de Nivolet. Llegado Ceresole Reale se suaviza el esfuerzo y desde ahí al inicio de las rampas más duras y la parte más constante, sobre el 9% de media durante 7 kilómetros. Así alcanzamos el Lago Serrú, lugar donde el Giro finalizó su etapa en 2019. 

Un breve descenso, un nuevo lago y ya sin descanso se alcanza la parte final, con bellísimas instantáneas y paisajes de postal en cada golpe de vista. Es impresionante. La carretera se aleja poco a poco en el valle y se va perdiendo la noción del espacio y el tiempo. El trazado sigue siendo espectacular, escalando las montañas a base de herraduras rodeadas de praderas y con la vista siempre en los lagos que vamos dejando en la base. 

Los coeficientes tienen una aproximación a la dureza de la ascensión, sobre todo comparativamente con otras similares. En este caso sus números se pueden acercar a los de todo un mito del Tour de Francia como el Galibier (por el Telegraphe). Un auténtico elogio a este puerto, cuya carretera muere en la cima junto al lago de Nivolet, que da nombre al puerto. Sigue en camino de tierra durante algunos kilómetros, si bien por la altitud y la más que probable escasa dureza del firme, no es recomendable hacerlo con ruedas finas. Sí que parece bien para realizarlo a pie o a lomos de ruedas gordas. 

Uno de los gigantes más interesantes. Italia es cuna de grandes montañas, pero sin duda ésta tiene un lugar en los altares de belleza y, también, por qué no decirlo, dureza. Sin lugar a dudas, recomendable su ascensión. El descenso no tiene por qué ofrecer dificultad, más allá de la climatología y sus consecuencias y la velocidad que tomemos. El firme es bueno y permite descender con cierta calma. El tráfico fuera de fines de semana es escaso. 

Altimetría

Reportaje más amplio

Texto: Lucrecio Sánchez  (@Lucre_Sanchez)
Fotos: 1001puertos

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