Es un Tour diferente, un recorrido diferente. Inicia con sprint en cuesta, van a ser unas primeras etapas complicadas, con mucha tensión, estrés y caídas. Tras esos siete días de intensidad máxima pasaremos a otro escenario con la montaña. El col de Pré es muy complicado. Son etapas cortas, pero de varios puertos, aunque son todos conocidos. Creo que la de Malaucene, con el paso por el Mont Ventoux, ya va a marcar cuál es el sitio de cada uno. En la transición hacia los Pirineos, Quillan es etapa perfecta para fugas. La de Andorra, sin ser grandes puertos en cuanto a kilómetros, es muy dura. De nuevo son etapas cortas en esta cordillera.
El col de Portet puede ser el más decisivo. Si nos fijamos, los últimos setenta kilómetros no ofrecerán un respiro. No olvidemos que ya es el decimoséptimo día de Tour y que eso se notará. En Luz Ardiden, que será un día más que complicado porque pese a que el perfil es llano hasta llegar a la dupla final, todos querrán estar en la fuga y harán que el pelotón vaya a mil por hora.
Se podría considerar a Roglic el máximo favorito. Ya el año pasado, pese a que le ganamos en la crono final, dominó el resto del Tour. Se está estableciendo una lucha por bloques, que es como realmente se está viendo esta competición en estos momentos, con equipos como el Ineos, que es muy importante. Traen a cuatro corredores que son de por sí candidatos al podio, como son Thomas, Carapaz, Porte o Tao G. Hart y que pueden hacer mucho daño.
Por su parte, Jumbo también tiene un bloque magnífico y son favoritos. UAE intentará estar a la altura y dar batalla. El momento decisivo puede estar en la etapa de Tignes. Al tener lugar el día antes del descanso y ser aún la primera semana, veremos muchas cosas. Eso en el bloque alpino. En el pirenaico me quedo con la de Andorra, pese a que toda la última semana es durísima y se hará difícil. Las cronos son para especialistas y decidirán.
Escrito por: Joxean Fernández ‘Matxin’