Qué parámetros seguir para elegir tu bicicleta, desde mi humilde opinión y aportando mi experiencia personal. Ya he vivido varias etapas sobre la bicicleta. En mi primera época elegí una bicicleta por lo bonita que era, centrándome en la estética. Me sirvió para iniciarme, y poco a poco me fue picando el gusanillo, vas aumentando tus entrenamientos, tus salidas. En la zona en la que vivo podía hacer unos 30 kilómetros únicamente, ida y vuelta sencilla, porque me entraba un dolor de espalda inaguantable. Era una bicicleta exclusivamente para hacer esas distancias.
En una marcha terminé reventado más que por el esfuerzo por la posición, la espalda, por la propia bicicleta. Antes me movía más en el mundo cicloturista. Viendo todo esto, compré otra bicicleta. Freno de disco, cambio electrónico, etc. Sigues introduciéndote e incluso te compras un potenciómetro, le cambias las ruedas a unas más ligeras. En el cicloturismo está bien mirar todo esa clase de cosas. Tener en cuenta el peso, mejorar componentes, etc.
Sin embargo, de cara a competir es diferente. Cuando comencé en el mundillo master cambié de nuevo la bicicleta. Me llegó una oferta muy buena y la aproveché. En las carreras no recomiendo utilizar una bicicleta demasiado cara. Al final el trato que le das no es muy bueno. Un compañero se hizo con una bicicleta de diez mil euros para competición y a las primeras de cambio se cayó y rompió algún componente. Y eso, a esos precios, te duele en el alma.
Quiero decir con esto que recomiendo meter todas las mejores si eres un cicloturistas. Si quieres competir, con tener una bicicleta apañada, con buen cambio y que te dé esa funcionalidad, mucho mejor. Porque si hay una caída, un enganchón o cualquier otra circunstancia, la puedes dañar. En el cicloturismo, si haces varios puertos, quizás el peso es importante.
En una competición de máster influyen otros factores. No vas a ir con dos hierros, con una bicicleta normal, incluso con cambio mecánico y ruedas normales va bien.
Escrito por Javier López
Foto: @ACampoPhoto