Ubicada en la sierra de mismo nombre, la Cruz de la Demanda es uno de los mitos de la Vuelta a España. También un lujo cicloturista, ya que nos permite trazar rutas muy interesantes por la zona, con el valle que domina la localidad de Ezcaray como testigo de nuestras ascensiones. El puerto es duro, se hace largo y permite poco descanso de la exposición al sol y al viento, dada la ausencia de arbolado. Por tanto, es preferible prever estos inconvenientes y ahorrar esas fuerzas que a buen seguro nos harán falta en la parte final.
Desde Ezcaray la carretera se encajona en un valle que va remontando de forma leve. Dejaremos a la izquierda el cruce a la estación de Valdezcaray para continuar hacia Posadas. Hay poca pérdida, ya que es la carretera principal de la zona. A partir de esta última localidad, vamos a comenzar esta primera parte del ascenso. Serán apenas seis kilómetros que en ningún caso supondrán un esfuerzo imposible. Dos mil metros de leve descenso y dará comienzo el infierno. Una vez nos encontramos al frente de la montaña que debemos escalar, las rampas no cesarán.
Desde aquí son ocho kilómetros, una distancia que por sí misma no asusta en demasía, pero ¡qué ocho kilómetros! Kilómetros rozando el 10% de media y un trazado entretenido, con numerosas curvas de herradura que nos harán ganar altura fácilmente. El estado del piso es mejorable, aunque es ciclable sin problemas. Salvo en los dos primeros kilómetros, las rampas no serán para nada salvajes, difícilmente superando el 12%. Coronamos a casi 1900 metros de altitud, donde las vistas harán que el esfuerzo haya merecido la pena.
Si hemos subido con ruedas gordas y aún nos quedan fuerzas, podremos continuar al pico de las Tres Cruces y San Lorenzo, prolongación de la subida a Valdezcaray y que enlaza por tierra con la subida a la Demanda. Un cresteo que tiene su dureza, siendo, eso sí, asequible. El piso en este caso es aceptable, aunque para ruedas finas algo justo. Conviene mirar la ruta de forma previa si optamos por prolongarla, puesto que hay varias pistas en la sierra. Podemos iniciar y terminar en Ezcaray tras bajar la fácil subida a Valdezcaray, esta vez sí, con buen asfalto y un trazado amable para descender.
Escrito por Lucrecio Sánchez (@Lucre_Sanchez)
Fotos: Federico Iglesia
