Historia

De guerras entre organizadores y equipos (parte II)

Enlace a la parte I

La noticia saltaba durante la disputa de la Setmana Catalana, en marzo de 1988.

“El Giro está un poco como en estudio”, decía José Miguel Echávarri. Y continuaba: “Porque nosotros desde un principio hemos centrado nuestro calendario en Vuelta y Tour. Debido al interés de Pinarello, atendimos la posibilidad de incluir el Giro, posibilidad que se acrecentó tras la presentación. Descubrimos un Giro más europeo, con un recorrido tipo Tour, y un gran interés por parte de los organizadores para que lo corramos. Con cuatro llegadas en alto, una cronoescalada, una contrarreloj por equipos corta y una cronometrada con no demasiadas dificultades, es un recorrido para no pasarlo por alto. Delgado puede hacer un papel bastante digno, podemos alcanzar podio o incluso regalar la maglia rosa a los aficionados”.

Ya en abril, tras la victoria de Pedro Delgado en el G.P. Navarra, el propio Perico dejaba entrever que, de cara a su preparación para el Tour de Francia (que acabó ganando), le sería más beneficioso correr el Giro de Italia en lugar de la Vuelta a España. Unzué, por una vez, era más explícito: “La decisión final corresponderá a la empresa. Lo que puedo decir, deportivamente hablando, es que a Perico y a Arroyo les vendría mejor hacer el Giro y no la Vuelta, pensando en su puesta a punto para el Tour”.

Zegama, Gipuzkoa. Viernes 8 de abril de 1988. La Vuelta al País Vasco va a concluir con victoria de Eric Breukink. Aprovechando la masiva afluencia de medios de comunicación, el G.D. Reynolds convoca una rueda de prensa. No toma la palabra el señor Barberena, mandamás de Reynolds, convaleciente de una operación quirúrgica. Lo hace el segundo de a bordo por aquel entonces, José Miguel Echávarri. El técnico navarro hacía oficial lo que ya se presumía: Pedro Delgado no tomaría parte en la Vuelta a España y sí que correría el Giro.

Junto a Echávarri, también comparecía en la rueda de prensa Pedro Delgado. El segoviano coincidía con su técnico en que la corsa rosa era mejor para preparar el Tour que la Vuelta. A pesar de ello, incluso echaban piropos a Unipublic, ya por entonces organizadora de la Vuelta a España.

Pero el hecho de que tener que dar explicaciones de por qué corrían el Giro y no la Vuelta, era prueba fehaciente de que lo que iban a hacer no era algo “habitual”. Y que lo debían explicar para que se entendiese. Implícitamente era algo así como reconocer que estaban atacando ese pensamiento de que los ciclistas españoles debían correr la Vuelta a España “porque sí”, como vimos en el primer capítulo de esta serie.

La respuesta de Unipublic no tardaría ni 24 horas en llegar: “La organización de la Vuelta a España no acepta la participación del equipo Reynolds si este no incluye en sus filas al corredor Pedro Delgado”.

Escribía Jaime Tamarit en el semanario “El Ciclista”: “Los organizadores de la Vuelta han basado su decisión en que su prueba es el escaparate de los equipos españoles y en un acuerdo de buena voluntad con los equipos por el que la Vuelta es lo más grande para los españoles y por tanto han de acudir con sus mejores plantillas. Quizá haya otros intereses -¿quién sabe si económicos?, sobre todo con TVE- que no han salido a la luz, pero lo cierto es que la razón de la pataleta es bastante pobre. ¿O quizás tienen temor a que otros corredores de primera fila sigan el ejemplo y con ello se les acabe de desmoronar la “falla” montada en torno al lema: la Vuelta a España es la segunda gran prueba del mundo?

Echávarri, días más tarde, reconocía que habían sopesado la posibilidad de que Unipublic no les aceptase en la Vuelta si no alineaban a Delgado. Incluso a pesar de ello, tuvieron la valentía de no hacerlo, y de aducir las razones reales, y no inventarse una lesión ficticia, que bien podrían haber hecho.

Aún quedaban unos días para que el pelotón de la Vuelta partiese de Canarias. Y en esos días sucedieron más cosas. Las podréis leer en los próximos capítulos.

Escrito por: Raúl Ansó Arrobarren
Foto: Biblioteca de Asturias (BVPB)

3 Respuestas

  1. Supongo que en entregas posteriores hsréis mención a esa época en que el gran José María García hizo el ridículo mediático nombrando al Reynolds comob”El equipo navarro” para no hacerles publicidad. Al fin y al cabo y si no me equivoco, García tenía acciones en Unipublic y hablaba por propio interés.
    Espero con interés vuestro análisis de aquellos hechos.

    1. Hola Àlex Vidal. Soy Raúl Ansó, el autor del artículo. Recuerdo la época a la que te refieres, en la que José María García se refería a Reynolds como el “equipo navarro”. Yo no puedo afirmar sin embargo que José María García tuviese acciones en Unipublic. No tengo ninguna prueba documental periodística que así lo afirmase. Por tanto, ya siento defraudarte, pero por ahí no van a ir los próximos artículos. Para no meterme en “fregaos” de difícil salida, sólo escribo cosas basadas en documentos con los que me pueda defender.

      Lo que me he propuesto con esta serie de artículos es hacer un hilo conductor con los conflictos más conocidos acerca de los desencuentros entre organizadores de carreras y equipos ciclistas. Dar a conocer esa relación conflictiva que han mantenido a lo largo de los tiempos y sobre todo centrándome en los que por mi edad he llegado a conocer en vida a través de prensa.

      Espero que sigas leyéndolos en futuras ocasiones. Desde aquí te doy las gracias por la lectura. Y saludos cordiales, como diría el comentarista deportivo objeto de tu comentario.

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