Ciclista más completo de lo que ya de por sí parecía ser. El icono de una generación de fueras de serie en las clásicas que quedaron en segundo plano por su tiranía en complicidad con Tom Boonen, su archirrival. Además de un gran clasicómano, un auténtico fuera de serie en las cronos, esa especie en extinción en nuestros días (¿puede ser uno de los mejores de la historia y mejor de su generación en la disciplina?). Un influencer en el pelotón incluso antes de que el poder de las modas de cinco segundos llegase a nuestras vidas. Para muestra, el botón del conocido ‘safety car’ camino de Spa en pleno Tour de Francia de 2010, cuando debido a una caída, detuvo casi en seco el pelotón con jerarquía. Espartaco, La Locomotora de Berna. El talento bruto de un ciclista prácticamente irrepetible.
Marcajes – Duelos con Boonen
Es cierto que su superioridad le restaba muchos triunfos. Tanto él como Tom Boonen sufrían de ser los absolutos favoritos, hecho que conseguía que muchos de los rivales parasitaran su rueda o decidieran sus tácticas basándose en una potencial ofensiva del suizo. Su duelo con el belga fue mítico. Una lástima que las caídas y ausencias nos impidiesen verles más en duelo directo. Ambos fueron muy criticados por no saber resolver desde lejos. Boonen, al ser más rápido, lo tenía más fácil en ese aspecto. De esto se beneficiaban terceros, que aprovechaban los marcajes para poner tierra de por medio y evitar así ser engullidos por el huracán Cancellara. Ese marcaje estrecho le hizo perjudicar a otros ilustres, como a Peter Sagan. O cambiar la dinámica de una carrera, como la Milán-San Remo para poderla vencer. La hegemonía del sprint ya no se da con tanta frecuencia en Vía Roma.
¿Competente en vueltas por etapas?
La Vuelta a Suiza de 2009 fue ganada por Fabian y sembró dudas sobre las posibilidades del helvético en este tipo de carreras, con proyección, por qué no, en las vueltas de tres semanas. Un debate en el que el propio corredor no tuvo mayor interés, que se autodescartó para ese tipo de empresa. Tiene también una Tirreno-Adriático, siendo otro tipo de ronda, pero quiere decir que es capaz de concentrarse en minimizar pérdidas fuera de su hábitat para después explotar su terreno. Siempre nos quedará la duda de qué hubiese sido capaz de lograr. No hay que olvidar que ese mismo año Bradley Wiggins logró ser 4º en París cuando generaba exactamente los mismos debates en torno a sí mismo. En recorridos actuales, sin crono que compensase sus pérdidas, no tendría mucho que hacer, obviamente.
Calendario: Strade Bianche y el debate sobre los 5 Monumentos
En los JJOO llegó desde atrás al grupo que se jugó las medallas y consiguió una, siendo un recorrido duro. Fue muy versátil. Strade es muy dura en lo orográfico, si bien la técnica de un corredor de su peso sobre el sterrato es subir sentado y ahí era único, imbatible. Ha sabido sacar partido a sus cualidades, pero podría haber sacado algo más yendo a por los cinco Monumentos. En Lieja o Lombardía ni siquiera llegó a participar. Por perfil, podría haber disputado la victoria. Ganar es muy difícil, aunque podía haber tentado la suerte. Con la forma en la que se corre en estas dos pruebas, que ha coincidido con años muy conservadores en la actitud del pelotón, bien podría haber resistido para dar batalla. También es cierto que con él en el grupo, la actitud hubiese sido muy distinta por los ánimos de eliminar su presencia. Su problema era más lo que tenía que sacrificar para dichos objetivos. Lieja ponía en solfa su presencia en las piedras y exigía una preparación bien diferente. Lombardía hubiese alargado su temporada en exceso. Tenía muy claros los objetivos y los intereses, por lo que era complicado sacarle de esa idea. Solía repetir calendarios de un año a otro. Tan sólo a veces elegía Giro de Italia en lugar de la Vuelta a España. El caso es que nunca terminó ambas.
Polémica del motorcillo
Fueron movimientos que generaron sospecha, y en cierta medida es justificable que las imágenes puedan dar a pensar que algo pasaba. Sin embargo, ha habido muchas revisiones y no ha habido conclusiones claras en contra del suizo. Hay que pensar, por tanto, que lo que logró fue gracias a su raza de campeón, pues nunca se va a saber lo que sucedió ni se va a demostrar, parece, su culpabilidad.
Prologuista
Se le podría considerar uno de los mejores prologuistas de la historia junto a Boardman, Hinault, Marie… Puede tener récord en jornadas de amarillo entre los ciclistas que jamás han optado a la general del Tour de Francia, carrera de la que ha sido líder en múltiples ediciones. Le faltó triunfar en el Giro y lucir el rosa, pero no tuvo especial interés en ello. Aunaba potencia, técnica y estética para esos esfuerzos cortos. Bisseger, otro reloj suizo, parece tomar el relevo. Ganna puede ser lo más parecido. Difícil ponerle en un top tres porque es muy subjetivo, pero sin duda entre los mejores. También en la contrarreloj. El mejor de su época, sin duda, junto a Tony Martin.
Locomotora del pelotón
Como gregario ha sido decisivo, por echar abajo fugas peligrosas o plantear ofensivas. Incluso en montaña. En el Tour de 2008, Voigt seleccionó el grupo en el Tourmalet y Fabian hizo el tramo de valle camino de Hautacam, colgado de una escapada. Así destrozó las aspiraciones de alguno de los máximos favoritos a ganar aquella edición, que acabó en el bolsillo de Carlos Sastre. En 2010 llevó a Andy Schleck en volandas sobre el pavé, siendo clave en su posterior victoria en la general final.
Escrito por Jorge Matesanz (@jorge_matesanz)
Foto: Sirotti