Los compromisos están para cumplirlos. Luis Ángel Maté, colaborador de esta casa unos meses ha, se comprometió con su tierra a plantar un árbol por cada kilómetro que estuviese en fuga. Teniendo en cuenta que la montaña malagueña ha ardido, por desgracia, como cada verano, no había tiempo que perder. Primera etapa y primera fuga, si bien era de cara a la galería. O de cara al compromiso de mostrarse y así promocionar su causa de regenerar la sierra y concienciar cuanto más mejor de que luchar contra el fuego es una cuestión de todos. Nunca tuvo opciones de llegar a Utrecht con ventaja, pero mostró su maillot, coincidente en el color con el oranje local. Una fuga había sido absorbida antes, a unos sesenta kilómetros de meta.
Mucho tiempo para matar el tiempo. Es ahí cuando viene el riesgo de las caídas. El tedio hace que se pierda la atención y de ese modo hay más choques, ahora que encima hay fuerza, y se intenta pasar por lugares donde quizá no haya espacio suficiente. Valverde besó el suelo, aparentemente sin consecuencias. No fue el único Movistar, ya que el austriaco Mühlberger destrozó su maillot en otro accidente.

En la recta final, el maremagnum de velocistas, equipos incompletos para esa misión y aventureros que se sienten en la posición de intentarlo, por qué no, se dio cita en la recta final. De un lado a otro de la calzada, una llegada muy disputada que dejó a Sam Bennett en primer lugar. Ya ha cumplido su misión. A partir de aquí todo es extra. El irlandés nacido curiosamente en Bélgica se desplazó sobre el centro de la llegada y batió al danés Mads Pedersen y al belga Tim Merlier. El puestómetro decidió que el nuevo maillot rojo fuese de nuevo un neerlandés. Esta vez fue a parar a Mike Teunissen, que saldrá en la última etapa por su país luciendo la preciada prenda. Jumbo-Visma sigue dominando y estará así hasta que se regrese a España.
Bora-Hansgrohe ya ha cumplido en esta Vuelta. Sus objetivos son mucho más importantes que una mera victoria de etapa. Sin embargo, su velocista ya ha completado su trabajo. Eso aporta mucha tranquilidad, aunque si el irlandés finalmente se erige como dominador de las volatas, bien es cierto que puede perjudicar al desgaste de su equipo de cara a lanzar en futuras etapas tanto a Higuita como a Hindley, sus grandes líderes. El equipo, ya lo dijimos en el Especial Vuelta 2022, está dividido en dos partes: los que irán para la general y ayudantes, y los que están para ganar sprints y sus ayudantes.

Un conjunto mixto que puede hacer que esos ayudantes del sprint paguen la factura cuando llegue el terreno de la otra mitad, cuando hará falta toda la dinamita posible, que además nunca se sabe cómo todo puede evolucionar, y mucho menos con Covid en el ambiente.
Por lo demás, como diría Julio, la vida sigue igual. Los fantasmas de Dinamarca y esos días de aburrimiento planean sobre el ambiente. Una etapa rara, sin mucho aliciente. Incluso el maillot de la montaña estaba coronado por una subida que no llega ni a tachuela. También neerlandés Van den Berg, ciclista del Education First. Bajo esos mismos colores se fugó Nielsen todo el periplo danés, ¿se acuerdan? Una reedición del Tour que les sirve para paliar, al menos parcialmente, el mal sabor de boca que dejaron en la crono por equipos.
La salida se dio en Hertogenbosch, la ciudad que acogió el Grand Depart del sexto Tour de Indurain. Sí, aquel que nunca tuvo lugar. La victoria fue para Zulle, que pese a fracasar estrepitosamente en aquella edición, sí ganaría la Vuelta en septiembre. Esa salida de la etapa desde la localidad trajo ese inevitable recuerdo. Nostalgias ahora que algunos célebres como Nibali o Valverde nos dejan.
Escrito por Jorge Matesanz
Foto de portada: ASO / Charly López