Llegó Asturias y la tónica fue magnífica. Un día que estrenaba para el ciclismo el Collado Fancuaya, que no ha decepcionado. De salida salió la carrera absolutamente loca, con continuos ataques y gente muy buena intentando entrar en la fuga, que parecía más de Alcatraz que del pelotón. Valverde, Carapaz, Nibali, etc. Los nombres eran en su gran mayoría excepcionales. La fuga buena, que a la postre se jugó la victoria de etapa en la cima, reunía a muy buenos escaladores, sin dejar un solo resquicio a ciclistas de un nivel inferior. La mayoría además con un nivel competitivo sobresaliente: Thibaut Pinot, al que Groupama metió en la fuga a posteriori con un Bruno Armirail magnífico, Mikel Landa, Alexey Lutsenko, Marc Soler, Rein Taaramae, Sebastien Reichenbach, Lucas Hamilton… y Jay Vine, que resolvió con relativa facilidad. Durante un tramo hubo incertidumbre con Pinot y Taaramae, que crearon una unidad de resistencia y mantuvieron a unos segundos sus opciones con el oceánico. Pero fue inútil. Soler venía por detrás buscando su ritmo y remontó a todos, yéndose en busca de la cabeza de carrera. Por momentos parecía que iba a conseguirlo, como en el Vivero, pero no iba a haber tanta suerte esta vez. Vine llegó con adelanto, Soler a punto de ser adelantado por sus perseguidores y los favoritos breves instantes después.
Entre los ciclistas que pelean la general hubo mucho ritmo. Quick Step quiso poner la etapa dura y lo hizo, con ritmo para dar una nueva estocada a sus rivales. Cuando el trabajo en escalera terminó, pasó algo de lo que había pasado tiempo ya: la televisión se desconectó. Radio Vuelta se convirtió en fundamental durante un kilómetro. Evenepoel había cambiado el ritmo y seguía la misma táctica que le llevó al éxito en Pico Jano hace escasas fechas. Esta vez le iban a resistir más ciclistas. Primero un grupito que fue adelgazando metro a metro. Roglic se iba a mostrar más entero que en Cantabria y, sin mucho brillo, iba a resistir la rueda del belga hasta la meta. También estaba Enric Mas, que se mostró muy fuerte e incluso intentó una breve arrancada que fue contestada inmediatamente por Remco. Fue un tímido avance para el de Movistar.

Carlos Rodríguez merece un apartado aparte. Resistió el empuje del líder, por delante de Sivakov, que pinchó un tanto, y el resto de coequipiers, a excepción de un magnífico Tao. El campeón español cedió unos segundos en el último tramo, pero se postuló como un serio candidato al top ten. Incluso al top cinco. Si esperanzador fue lo de Ayuso hace dos días, muy esperanzador es lo del granadino en esta etapa que terminaba en Fancuaya.
Ayuso mantuvo el tipo. No tuvo tan buen día como entonces, aunque en un grupo inferior al de Evenepoel supo sufrir y ceder menos de un minuto. Ayudado, eso sí, por un Joao Almeida que siguió su táctica habitual de eliminar cambios de ritmo en su ascensión. Recogió al español y entre los dos limitaron sus pérdidas. Entre medias se encontraba Simon Yates, que logró superar a alguno de los favoritos en el último arreón. No parece estar mal de forma, pero su irregularidad es imprevisible. A ratos fue bien, se le vio ágil, a ratos sufriendo.

O’Connor fue de menos a más, al igual que Carthy. Hindley se defendió, pero se ve que no tiene el golpe de pedal del Giro. Todos están a golpe de gesta, de filtrarse en una escapada para dar un susto a los integrantes del podio. Valverde mostró mejor cara, Higuita, Urán y Mader fallaron un tanto. Dejan de ser favoritos oficiales para ser simples outsiders.
Ahora la cuestión está en vez qué clase de carrera va a hacer Jai Vine. Estamos conociendo sus cualidades en la escalada, que no son nuevas. Segundo en el Tour de Noruega y en el de Turquía, tal vez deba plantearse la remontada. Actualmente se encuentra a tres minutos y medio del límite del top ten, que es Ben O’Connor. Un minuto más le aleja del top cinco. Con esas piernas y la ristra de llegadas en alto que restan de aquí al final de Vuelta, por qué no pensar en que el de Alpecin enfrente la clasificación general.

Resta mucho, un sólo día para un nuevo día de descanso. La etapa es dura, con el mítico Mirador del Fito por su lado benévolo y el durísimo Praeres para coronar el día. Será jornada para los de la general y ver un último asalto antes de la contrarreloj. Las posiciones en la salida serán importantes para el resultado de la misma, por lo que seguro que es un hecho a tener en cuenta entre los directores. Por tanto, seguro que los favoritos dan el todo por el todo, mínimo en la subida final, para acceder a la mejor clasificación posible.
Escrito por Jorge Matesanz
Fotos: Unipublic / Sprint Cycling Agency/ Xcycling