Países Bajos, Gran Bretaña, Alemania y Francia. Son los países que han levantado los brazos en el Giro de Italia hasta el momento. Si añadimos a España en el liderato, la vieja Europa, los países más tradicionales del ciclismo están recuperando terreno en un deporte tan globalizado. El favorito unánime es ecuatoriano, eso sí. Y los colombianos, con la baja de López quedan mermados, aunque no enterrados. Es más, Sosa y Buitrago van a dar qué hablar hasta Verona. Gaviria va afilando el cuchillo en las llegadas masivas. Un mapa que tiene invitados eritreos y de otras muchas nacionalidades. Lo que es una prueba World Tour, con sus equipos globalizados y pensados para recorrer todos los confines del planeta.
En la quinta etapa del actual Giro, se dio una circunstancia interesante. Alpecin, el conjunto de Van der Poel, seleccionó la carrera en el único puerto puntuable, en plena isla de Sicilia y ascendido a mitad de etapa, dejando atrás a los mejores velocistas: Démare, Cavendish, Ewan… Los dos últimos perdieron mucho fuelle y, pese al esfuerzo de sus compañeros, poco hubo que hacer por reintegrarles. El galo cedió menos en la ascensión, por lo que le fue posible volver a enlazar. Y vaya si lo hizo, con su Groupama-FDJ al timón durante el último tercio de la etapa. Y victoria.
No hubo mucha más historia. Ni la debería haber hasta el viernes, donde esperan varios puertos camino de Potenza. Muchos corredores reservando fuerzas. La escapada va a estar carísima ese día, ya que tampoco hay muchas oportunidades como ésta para que cierto tipo de corredor luzca. Nuevo traslado a la Italia peninsular, esta vez sí, de forma definitiva. Más velocistas y un nuevo episodio de la guerra por la maglia ciclamino. Y costa. Y viento.
Nibali anuncia oficialmente su adiós. Lo hace en su último tránsito por su amada Sicilia. Como ciclista ha sido una especie de representación de la fama de su isla natal. Un corredor que ha aprovechado sus oportunidades, que ha mostrado su carácter irreductible y que no se ha dejado llevar por una posible inferioridad ante los rivales. Jugar a ganar le ha hecho a veces perder. Pero a la larga eso también es ganar. Gloria a Lo Squalo. Un ciclista al que echaremos de menos. No está el ciclismo sobrado de corredores con ese carácter ofensivo y decidido a pelear por el primer puesto, ausencia que es uno de los males mayores del ciclismo de hoy.
Escrito por Jorge Matesanz (@jorge_matesanz)
Foto: RCS