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Diario del Tour’22: Christophe Laporte, Jumbo-Visma otra vez

Escribía mi compañero Sergio Fernández Yustos en su previa diaria  (enorme su trabajo y desde aquí mis felicitaciones y reconocimiento) respecto a esta décimo novena etapa: “Jornada más dura de lo que pueda parecer a simple vista, esto permite dudar sobre la posibilidad de que vivamos una volata en las calles de Cahors.”. Y añadía: “Por último, ojo a los últimos metros de la etapa que no serán sencillos si hay sprint masivo… de hecho, este final incluso favorece el movimiento de un corredor bajo la pancarta de un kilómetro”. Acertó de pleno…

Esta edición del Tour de Francia está ofreciendo más, mucho más, de lo que en principio hubiéramos podido imaginar. En la lucha por el maillot amarillo, en la lucha por los puestos del top ten de la clasificación general, en la lucha por los triunfos de etapa… Qué lejos quedan aquellas jornadas vividas en Dinamarca que no nos hacían presagiar nada bueno…

Ⓒ ASO / Pauline Ballet

Se presumía que la jornada que ayer llegaba a Cahors sería, por fin de transición. Pero para nada resultó de esa manera. Como ya pasó en varias etapas del pasado fin de semana, disputadas por el Macizo Central, la carrera se fue progresivamente endiablando, llegándose a vivir un desenlace absolutamente emocionante e inesperado.

Vimos, por tercera vez, creo, esta semana, a un ciclista jugando a ser ciclista. Un corredor que jugaba con el pelotón. Un corredor que hacía el esfuerzo, simplemente por el gusto de hacerlo. Por salir en televisión. Por darse a conocer. Por exhibir su personalísimo look. Incluso bromeando con sus compañeros de profesión. Bromeando por el simple hecho de que sabía que su intentona solitaria no podía llegar a buen puerto, pero él estaba dispuesto a defenderla. Sí, estamos hablando del ciclista más joven de esta edición de la ronda gala: el estadounidense Quinn Simmons.

Quinn Simmons fue capturado. Pero como escribió Sergio Fernández en su previa, la jornada era más dura de lo que podía parecer a simple vista. No sólo eso. La ambición de los ciclistas que en esta oportunidad copan los primeros puestos de la clasificación general, parece haberse desparramado también sobre el resto de corredores que todavía continúan en carrera. En este terreno, hubo varios ciclistas que no se contentaban con finalizar la etapa, y que ésta se resolviese al sprint. Y vaya cómo disputaron esos kilómetros que aún restaban para Cahors.

Ⓒ ASO / Pauline Ballet

Se trataba del francés Alexis Gourgeard, del británico Fred Wright y del belga Jasper Stuyven. Este trío porfió durante los kilómetros finales contra el pelotón. Solamente a falta de un kilómetro y pico de la meta fueron capturados por el corredor posteriormente vencedor. Pero no adelantemos acontecimientos. Porque el espectáculo de la caza fue magnífico. Los equipos interesados en la llegada al sprint no andaban precisamente sobrados de gregarios. Eso mermaba sus fuerzas. La sobre el papel siempre superioridad de fuerzas del pelotón sobre los fugados, en esta oportunidad estaba muy atenuada.

Además, quien más y quien menos de las escuadras de sprinters, intentaban reservarse un lanzador para el momento final. Así, que hubo momentos en que Jumbo Visma, con Van Aert a la cabeza, dominaba la cabeza del pelotón, pero sin que ningún otro equipo pasara al relevo. Se pudo ver cómo el propio líder Vingegaard circulaba segundo de todo el pelotón, con el sólo objetivo de evitar peligros en las rotondas e isletas que aderezaban esos kilómetros finales. No parecía que Jumbo Visma tuviese mayor interés en la resolución de la etapa. Solamente evitar complicaciones cara a la etapa cronometrada de hoy… Unos metros a tope del italiano Mattia Cattaneo en una recta acercó sobremanera los escapados al pelotón….

Ⓒ ASO / Charly López

Y en estas surgió Jumbo Visma. Otra vez. De nuevo. Esta vez con el galo Christophe Laporte. Con pasmosa facilidad empalmó con los tres fugados. Con la misma facilidad se destacó de ellos tres y alcanzó la línea de meta. Antes de ella, al francés incluso le dio tiempo a saborear y festejar su triunfo.

Jumbo Visma. Capaz de defender el maillot amarillo. De ganar el maillot de topos rojos y de lunares. Capaz, en estas condiciones, de ir a por etapas rompiendo todos los esquemas de gregarios dedicados exclusivamente a la defensa de esos triunfos mayores… ¿precisamente para premiarlos? El resultado fue sorprendente. Laporte volvía a la senda de los triunfos, haciéndonos rememorar sus actuaciones en la pasada París-Niza.

Hoy la contrarreloj final. Jumbo Visma, enrachado, parece, por fin, lanzado a por el triunfo final, para continuar esta magnífica demostración de superioridad de los últimos días. Pero no adelantemos acontecimientos. Hay que cruzar todavía la raya final de los Campos Elíseos de París.

Escrito por Raúl Ansó

Foto de portada: ASO / Pauline Ballet

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