Para quien escribe, la clave fundamental de este Tour, fortaleza aparte demostrada por el hasta ayer líder Tadej Pogacar, estaba siendo la utilización que estaba haciendo el director de Jumbo Visma, Frans Maassen, de su ciclista Wout Van Aert.
Van Aert estaba siendo infrautilizado. O utilizado para cosas inútiles, si partimos de la premisa de que el objetivo de Jumbo Visma era el de conseguir el último maillot amarillo en París. Para quien escribe, Van Aert debiera haber sido utilizado como punta de lanza de Jumbo Visma en etapas como la del pasado domingo, y la de ayer martes, con ataques en largo. Con el objetivo de desgastar al equipo de Tadej Pogacar, y de constituir una amenaza directa y real del actual maillot verde contra el esloveno, si UAE no se empleaba a fondo. Tal eran las piernas que estaba mostrando el ciclista belga de la formación neerlandesa. Lo pensábamos así, por la sencilla y poderosa razón de que no veíamos a Pogacar perdiendo un enfrentamiento directo contra ningún ciclista de este Tour de Francia. Pero no fue así. Maassen no utilizó a Van Aert para eso.
Sin embargo, ya sea por el Covid, ya sea porque la calidad de los gregarios de UAE no es la suficiente, ya sea por lo que sea, ayer UAE distó de ser una de esas formaciones sólidas con las que se apoyaba a los líderes en los Tour de Francia de la década pasada. Salvo apariciones puntuales de Marc Soler y Brandon McNulty, el hecho es que, para el último puerto, el de Granon, Pogacar se encontró sólo con la ayuda del polaco Rafal Majka. Sí. Efectivamente. Resulta muy diferente atacar contra un líder y tres o cuatro gregarios, como sucedía contra Sky en la década pasada, que contra Pogacar y un solo gregario.

En las cercanías de Valloire, a 60 kilómetros de meta, asistíamos atónitos a una sucesión de ataques de Primoz Roglic y Jonas Vingegaard. En algunos momentos, para frenar esos ataques, era el hasta ayer líder quien se ponía en cabeza a marcar ritmo. De tal manera, que Primoz Roglic quedó descolgado antes de coronar el Galibier. Van Aert, que rodaba por delante, fue quien se encargó de reintegrar a Roglic en el grupo principal. Aunque el esfuerzo resultó baldío. El esloveno de Jumbo Visma se quedó en las primeras rampas del alto de Granon.
Y bien. A falta de unos 6 kilómetros para la meta, sucedía lo imprevisto. Cuando muchos esperábamos el ataque de Pogacar para meter tiempo al que ya se había convertido en su gran adversario, Jonas Vingegaard, sucedía lo contrario. Era el danés el que aceleraba. ¡¡Sorpresa!! Pogacar no le podía seguir. Era la primera vez que, en un gran escenario, veíamos a Pogacar perder un tú a tú con otro ciclista.
El ciclista esloveno, maillot amarillo hasta ayer, comenzaba a sufrir una crisis que le llevaba a perder, con bonificación incluída, los tres minutos con respecto al nuevo maillot amarillo Jonas Vingegaard, Pogacar fue superado también por otros ciclistas como Quintana, Thomas, Gaudu, Adam Yates y Bardet.. Por lo que el golpe moral y psíquico puede ser importante.

Desde su victoria en el Tour de Francia de 2020, era la primera vez que Tadej Pogacar se veía en estas circunstancias.
Ahora es cuando el ciclista esloveno debe demostrarnos de qué pasta está hecho. Ahora nos debe demostrar cómo es capaz de gestionar el golpe recibido ayer.
Lo sucedido ayer en el puerto de Granon, puede que no pase de ser una pájara, algo puntual. Para quien escribe, es la opción más probable. Que no pase de eso. Pogacar ha demostrado en su corta carrera ciclista profesional, que es un ciclista muy ambicioso. En cuanto se recupere físicamente si, insistimos, lo de ayer fuera sólo una pájara, Pogacar va a intentar por todos los medios volverse a vestir con la túnica amarilla. Entonces sí que quedaría mucho, y bueno, Tour de Francia por delante. De ser así, lo de ayer sería lo mejor que le podría haber sucedido a esta edición del Tour de Francia.
A fuerza de los hechos, de lo sucedido en la carretera, Jumbo Visma ha encontrado por fin a su líder. Ya no hay lugar a dudas. Todo lo demás, queda aún en el aire. A pesar de la incursión de Romain Bardet hasta el segundo puesto de la general, parece que la batalla está planteada entre uno de los dos mejores ciclistas de este Tour, contra el mejor equipo de este Tour. Esperaremos acontecimientos.
Escrito por Raúl Ansó
Foto: ASO / Charly López