Hubo que esperar 106 ediciones para ver por fin el primer ganador colombiano de la historia del Tour de Francia. Lo consiguió Egan Bernal después de varios intentos a lo largo de la década a cargo de Nairo Quintana o Rigoberto Urán, quienes únicamente consiguieron quedarse a las puertas del maillot amarillo. Tras un Tour, el de 2018, en el que el jovencísimo talento de Colombia realizó una defensa magnífica del título de Geraint Thomas en París, era el momento para que se volviesen las tornas y fuese el ciclista latinoamericano quien se impusiera en la capital francesa escoltado por el ciclista galés del Ineos Grenadiers.
Sea como fuere, la victoria de Egan no fue nada sencilla. Era el más fuerte en montaña, sin duda. Pero tampoco cabe duda de que contó con un factor suerte que le benefició en cierta medida y que restó oportunidades a sus rivales. Empezó en Bruselas con buenas sensaciones gracias a la labor del equipo, que tras la contrarreloj por equipos le aupó a la sexta plaza de la general. La explosividad de la Planche des Belles Filles fue demasiado para Bernal, quien acusó ese cambio del llano a la montaña. Ahí brillaron más otros ciclistas, pero fueron unos segundos de diferencia, nada insalvable.


La etapa de Albi ya le metió en posiciones de podio. Gente como Ciccone perdió posiciones y su constancia le hizo adelantar posiciones, justo tras Alaphilippe y Thomas. Llegó la contrarreloj de Pau, uno de los peores días para el escalador colombiano portador entonces ya del maillot blanco de mejor joven. La crono estaba incrustada en los Pirineos, que acabaron con empate técnico el primer día, con meta en la cima del Col du Tourmalet. La crono le alejó minuto y medio de Alaphilippe, quien no contaba en las apuestas por mantener el amarillo hasta París.
El Tourmalet se jugó en segunditos y en Prat d’Albis el francés Thibaut Pinot se lanzó al ataque, siendo el favorito que más provecho obtuvo en esa etapa de montaña. Se podría decir que pese a que Julian conservaba el primer puesto, el de FDJ se convertía por derecho propio en el nombre al que todos señalaban para llevarse este Tour. Avanzaban las etapas para enfilar los Alpes y la peor de las noticias saltaba para el ciclismo francés: Pinot fuera de carrera por una lesión de rodilla y Alaphilippe se enfrentaría al Iseran en un test que le daría o quitaría el sueño del Tour.
El planteamiento fue claro, con Bernal probando la aventura lejana en el gigante de los Alpes, mientras Thomas esperaría en el grupo principal. Alaphilippe contaba con regular en este ascenso para realizar una bajada al 100% y recortar los dos minutos que por la cima le llevaba el colombiano y su grupo de escapados. El problema fue que en la bajada un corrimiento de tierras taponaba la carretera y cortaba la etapa del Tour de Francia, lo que resultó en la cancelación del resto de jornada y se otorgarían los tiempos de la cima de l’Iseran. De ese modo, la suerte estuvo de parte de Egan Bernal, quien aventajaba en la general en 45 segundos al anterior líder.


La etapa final conducía al pelotón a Val Thorens, puerto muy alto al tiempo que tendido. La batalla se reducía al control sobre el holandés Kruijswijk, quien por otra parte tampoco mostraría una voracidad fuera de lo común para asaltar las primeras dos posiciones. Geraint Thomas haría de guardían de Bernal y el colombiano coronaría con soltura y sus rivales únicamente pelearían por la victoria de etapa y sus respectivas pequeñas guerras. Al verse reducida la etapa a apenas 60 kilómetros por el riesgo de que los problemas con las tormentas continuasen, sólo un desfallecimiento podría arrebatar al colombiano su victoria en el Tour.
Así, se proclamaría campeón del maillot amarillo el 28 de julio de 2019, fecha en la que el pelotón llegó a París y coronó al primer colombiano en la carrera más prestigiosa de todo el ciclismo profesional. Egan Bernal consiguió pasar a la historia como con tanto ahínco procuró conseguirlo Nairo Quintana. El sueño amarillo llegó, pero en otras manos. Bernal fue historia del ciclismo colombiano y quedará para siempre como el pionero que logró el imposible de poner la bandera tricolor en la cima del mundo ciclista.
Escrito por Lucrecio Sánchez
Fotos: ASO / Broadway / Ballet