Remco Evenepoel no era el único contento en la línea de meta de la prueba élite de fondo en carretera del mundial de ciclismo de 2022 en Wollongong, Australia. Seis minutos y medio después, en el puesto 73º, llegaba un novato de 28 años, Keegan Swenson.
Durante los más de 260 kilómetros de la prueba, no ha sido fácil seguir los pasos de Keegan, pero estaba ahí. Por ejemplo, en el ataque de Francia de Romain Bardet a 217 kilómetros de meta, en el Mount Keira, es justo Keegan quien va a rueda de un atento Wout Van Aert. Pasaron los kilómetros y fueron conociéndose los abandonos del día: 66 de los 169 participantes no pudieron acabar el recorrido.
Así describe en redes sociales Keegan su duro día en la oficina: “¡Fue una experiencia tremenda! Lo pasé muy bien y aprendí mucho! Cometí un montón de errores, sobre todo cuando luchaba por una buena posición en las últimas vueltas de la carrera. Intenté cerrar algunos huecos en la penúltima subida, cuando quedaba vuelta y media, pero llegué hasta ahí. En líneas generales, estoy entusiasmado con el esfuerzo, ya que fue mi primera carrera profesional en ruta. Gracias a todos los aficionados australianos por los aplausos, ¡fueron increíbles!”
El resultado no es lo más importante pero en esta carrera de “supervivencia”, podemos decir que Keegan llegó con el tercer grupo de perseguidores, con el mismo tiempo que “veteranos de guerra” como Daryl Impey o Ben Swift, ciclistas de equipos WT. Keegan entró con el mismo tiempo que el segundo y tercer ciclista español en meta, Jesús Ezquerra (75º) y Roger Adrià (77º), dos corredores de ProTeams.
Lo más sorprendente: en una selección de Estados Unidos que compitió “en cuadro”, con 5 ciclistas, Keegan fue el segundo mejor de su equipo en meta, solo por detrás del líder del equipo, Neilson Powless (18º a 2 min 21 s). Llegó en el mismo grupo que su compañero Magnus Sheffield (78º), mientras que Scott McGill finalizó por detrás (86º a 10 min 23 s) y Kyle Murphy no finalizó la carrera. Los cuatro compañeros de Swenson tienen algo en común: todos tienen cierta experiencia y corren para equipos profesionales. ¿Y Keegan?
Keegan Swenson es un ciclista que nació en Park City, Utah, el 16 de febrero de 1994. Ha competido principalmente en ciclismo de montaña (MTB), en campo a través (cross country), disciplina en la que es campeón nacional. En 2019 ganó una medalla de plata en la prueba por relevos mixtos en campo a través del Campeonato Mundial de Ciclismo de Montaña disputado en Canadá, junto a Christopher Blevins, Riley Amos, Haley Batten y Kate Courtney. También fue plata en relevos mixtos y bronce individual sub23 en los Campeonatos Panamericanos en 2015. Lo suyo es el barro y ha competido también en ciclocrós y, sobre todo recientemente, en gravel.
Antes del mundial, Keegan no había disputado ninguna prueba UCI de carretera. Sí algunas estatales y nacionales pero, como él mismo reconoce, no más de 10 en total. La última, hace más de un año, el 19 de junio de 2021, la ganó. Era una prueba amateur, John Lauck Memorial Antelope Island Classic, en Siracusa, aunque le proporcionó el título de campeón estatal de Utah de carretera.
Sin apenas experiencia en carretera y centrado en el gravel, ¿por qué seleccionaron a Keegan para el mundial entonces? Al parecer fue una mezcla de oportunidad y vatios.
Oportunidad única, por un lado, para Keegan porque los principales ciclistas profesionales de Estados Unidos, además de los mencionados, no podían estar por unas razones u otras. Brendan Quirk, CEO de US Cycling, confirmó las dificultades para hacer la lista. Algunos alegaron que estaban demasiado cansados por una larga temporada (Brandon McNulty, Sepp Kuss y Quinn Simmons). Otros tuvieron trabas por parte de sus equipos, por estar implicados en la lucha por evitar el descenso de categoría (Matteo Jorgensen de Movistar o Kevin Vermaeke de DSM). El largo viaje a Australia además limitaba las posibilidades de correr a la vuelta las últimas carreras pendientes en Europa, como Lombardía. A última hora, el que iba a ser junto a Powless el líder de la selección, Lawson Craddock, tuvo problemas con su visado y se quedó sin coger el avión, por lo que ni siquiera hubo margen para buscar otro sustituto y Estados Unidos salió con 5 ciclistas en Australia.
Y aquí llegaron los vatios como criterio para escoger a Keegan. Según Brendan Quirk, podrían haber sustituido a Brandon McNulty o Quinn Simmons, que formaban parte de la preselección de agosto, con alguno de los ciclistas que corren para equipos UCI continentales de Estados Unidos, como Wildlife Generation, Team Iluminate, Team Skyline o L39ION of Los Angeles. Pero le surgieron dudas. ¿Darían el nivel para una prueba tan exigente de más de 250 kilómetros como el mundial en ruta, cuando ninguno de ellos corría a esa nivel WT? Quirk quiso ver en la dificultad una nueva oportunidad y confió en el “motor de Keegan Swenson”: en las pruebas de gravel en Estados Unidos, el de Utah había demostrado que era capaz de mover muchos vatios durante muchos kilómetros. Los datos, tan importantes en el ciclismo actual, estaban ahí. Quirk vio que eso era lo que necesitaba para la prueba de Wollongong y decidió apostar por Keegan.

Pocos ciclistas han debutado en carretera de manera profesional tan tarde como Keegan Swenson, con 28 años. Y menos en un mundial. Tenemos el caso reciente del canadiense Michael Woods quien, tras años como atleta de medio fondo, corrió su primera carrera UCI, el Tour de Beauce 2.2., con 26 años. “Rusty Woods” disputó su primer mundial de carretera en 2014, también con 28 años, pero para entonces ya había probado en algunos equipos UCI continentales modestos y había disputado 60 días de competiciones UCI en carretera. Woods no logró acabar en Ponferrada, pero fue bronce en 2018 en Innsbruck, en su tercer mundial.
Tras su “fichaje” a pocas semanas del mundial, Swenson tuvo que solucionar otro contratiempo: él corría para la marca Santa Cruz, pero necesitaba una bicicleta de carretera, no de gravel. La “marca hermana” de Santa Cruz, Cervélo le proporcionó una bicicleta S5 que Keegan personalizó con sus iniciales bajo el sillín y con un detalle muy especial en el cuadro: la fotografía de Ben Sonntag, alias “Ze German”. Sonntag era un ciclista de origen alemán pero que llevaba muchos años viviendo en Durango, Colorado; compañero y rival en bicicleta de montaña, “Ze German” fue mortalmente atropellado por una camioneta en marzo de 2020.
A su llegada a Australia, Keegan entrenó con el resto de la selección. Con su experiencia en gravel, MTB y ciclocrós, se sentía preparado para tomar bien las curvas del circuito, pero en carrera asumía que necesitaría ir muchas veces a rueda de sus compañeros para poder rodar en gran grupo, algo nuevo para él. Antes de la carrera, ironizaba sobre ello: “Tendré alrededor de 7 horas durante la prueba para aprender a montar en bicicleta de carretera, ya veremos si con eso es suficiente o no.” Finalmente, lo ha sido: Keegan Swanson ha demostrado que la transición del gravel y MTB al ciclismo en carretera es posible. Ahora, se plantea – si recibe ofertas interesantes – fichar por algún equipo que le permita combinar las competiciones en carretera y gravel.
En una época en la que hay muchos ciclistas sub23 e incluso júniors corriendo en equipos de la máxima categoría (World Teams), o en los de segunda división (ProTeams), con un campeón del mundo absoluto con menos edad que el campeón del mundo sub23, la historia del mundial finalizado por Keegan Swenson con 28 años y sin experiencia previa es una nota curiosa y discordante dentro del pelotón. Ojalá le fiche algún equipo que pueda llevarle a conocer carreras donde podrá disfrutar sin duda, como la Strade Bianche, Tro Bro Leon, CiCle Classic o la Clásica Jaén Paraíso Interior. Las fronteras entre las disciplinas ciclistas parecen ya rotas del todo con tipos como Swenson u otros aún más multifacéticos si cabe, como Tom Pidcock.
Escrito por: A. M. Fuente (aka Viktor Frankenaerts: @cyclinggeo)
Fotos: Santa Cruz Bicycles