El español Juan Ayuso ha sido una de las comidillas en los debates de barra de bar del ciclismo de este primer tercio de año. Su planificación indicaba un regreso pensado para la Vuelta a la Comunidad Valenciana. Sin embargo, a última hora tuvo que ser baja por una tendinitis y una lesión que ha llegado hasta finales de abril, cuando en corredor del UAE va a poder colocarse un dorsal de nuevo para competir. Algo que no hacía desde que finalizó tercero en la Vuelta a España celebrada en 2022. Una travesía del desierto que ha aportado mucha incertidumbre tanto a su equipo como a los aficionados que se habían ilusionado por su gran evolución.
El Tour de Romandía parece que será el inicio del fin de sus problemas, con ningún programa que cumplir y con la única vista puesta en la recuperación de la joven y emergente estrella del ciclismo español. Si el corredor es capaz de completar la prueba suiza sin problema sería una muy buena noticia, si bien lo interesante de verle sobre una bicicleta es pensar que en la normalidad bien podría continuar su meteórica progresión hacia sus objetivos. A principio de año se hablaba de que incluso iban a intentar ganar con él la Vuelta a España. Palabras mayores que ahora serían impensables para ser pronunciadas.

La prudencia y el día a día son las mejores armas para este caso. Juan Ayuso ya hizo mucho quedando en el podio de la Vuelta, quizá prematuramente. Las campanas se lanzaron al vuelo con el joven de apenas 20 años y en el ciclismo hay que ir paso a paso, porque nunca sabes lo que espera detrás de la siguiente curva. Y sino que se lo comenten a Tadej Pogačar, quien por la mañana no esperaba tener que descansar forzosamente durante al menos seis semanas. Las circunstancias cambian de la noche a la mañana y así ha pasado con Juan, tanto para peor como para mejor.
Lo deseable es que todo fuese bien, sobre todo para aportar normalidad al ciclista en un entorno donde las especulaciones sobre sus dolencias han sido bastante variopintas. Ayuso partirá como uno de los hombres fuertes, aunque en principio no acude con intención de buscar los puestos altos. Pero con un ciclista de tal ambición nunca se sabe. Si tiene un gramo de fuerza y se ve delante, va a intentar llegar más allá. Como siempre hace. Ese descaro y ausencia de miedo es al mismo tiempo su mayor ‘talón de Aquiles’.

La ruta hacia la Vuelta a España, esta vez casi íntegra en el mes de septiembre, incluía paradas como el Tour de Suiza. Dicha prueba puede resultar un tanto arriesgada, ya que a la dureza de la ruta se añade el tipo de competición, con muchos favoritos midiendo fuerzas de cara al Tour de Francia. En cuando a una presunta participación del escalador del UAE en la ronda gala, parece descartada a todas luces. Al igual que en el Giro de Italia. Si existiese una respuesta excepcional durante estas semanas, a lo mejor la dirección del equipo compensa la ausencia de carreras con un debut en Francia.
Sin embargo, y más con el panorama en torno al líder del equipo en el mes de julio, donde necesitarán mucha certidumbre en los hombres que le acompañen. Como líder alternativo, en previsión de que los planes de calendario no saliesen como debieran, podía ser un buen trueque. Aunque se va a priorizar la correcta recuperación del ciclista, como es lógico en un corredor de tan corta edad tras haberle visto las orejas al lobo.
Escrito por Lucrecio Sánchez
Foto de portada: Getty Sport // Resto: EM Alberto di Lolli / Getty Sport