Después de la celebración de la última edición de la prestigiosa clásica belga en la que Jumbo Visma ha dado una autentica exhibición, el final de la misma ha traído cierta controversia. En primer lugar, hay que comentar que en la llegada a meta, Wout Van Aert ha cedido el triunfo a su compañero de equipo, y excelente corredor, por cierto, Christophe Laporte. Este gesto ha despertado opiniones encontradas ciertamente. Algunas de ellas alababan el gesto del belga haciendo alusión a la caballerosidad y reconocimiento al trabajo del compañero en el mismo, haciendo hincapié en que el ciclismo es un deporte de equipo. Detalle que no se ha tenido en cuenta en muchos casos.
Otras criticaban dicho gesto aludiendo incluso a que no se podía considerar ni siquiera deportivo, que lo deportivo es la disputa hasta el final. Mi pregunta es: ¿desde cuándo un gesto noble y considerado hacia un compañero no es deportivo? Vamos a analizar algunos episodios que pueden guardar cierta semejanza y reflexionar sobre ello. Después trataremos el concepto de liderazgo y lo aplicaremos a lo acontecido haciendo un pequeño ejercicio práctico. Para esto me pondré en la piel del psicólogo especializado en deporte que soy, y trataré el tema con el mayor rigor posible, como no puede ser de otra manera.
Episodios: Gante-Wevelgem 2022:
Tan solo quiero recordar que Van Aert venía en plan avasallador, venciendo en Omloop, también en E3 (como ha acontecido recientemente) y llegaba como ganador de la última edición. Durante la prueba decide, como líder del equipo, darle libertad a Laporte para jugar sus bazas, pudiendo haber hecho un triplete histórico que hubiera sido una delicia para el público belga, sobre todo, al verle de nuevo levantar los brazos triunfador en su país. Él se queda con el grupo principal, y a la llegada del reducido grupo en el que iba el francés todos le dábamos como gran favorito, hasta que aparece Girmay, que sorprende a propios y extraños para presentarse en sociedad en un escenario de primerísimo nivel y se lleva la victoria.
También cabe recordar la etapa que el mismo Laporte gana en el último Tour de Francia disputado, el que domina Wout a su antojo. En declaraciones realizadas tras la victoria reconoce que es el belga el que le dice: “hoy te toca a ti”. Es el líder (entraremos en este concepto en breve) el que decide en favor de su compañero. Con lo cual, lo vivido en la última edición de la clásica belga, cuya victoria no se les ha escapado esta vez, no es la primera vez que ocurre. Podríamos ampliar con la llegada de la primera etapa de la Paris-Niza 2022, etc.… Pero creo que se ha entendido lo que quiero decir.

Strade Bianche Femenina 2023:
En la preciosa prueba de la Toscana se da la circunstancia por la cual llegan juntas a meta las compañeras de equipo en las filas de SD Worx Demi Vollering, a la postre ganadora de la prueba, y Lotte Kopecky, ganadora de la Omloop pocas jornadas antes y líder del equipo para la prueba italiana. En la llegada a Siena, para sorpresa de la inmensa mayoría, disputan un sprint en el que se impone Vollering. Bien, hubo comentarios de todo tipo en los medios especializados y redes sociales, se hablaba de falta de respeto a la jerarquía dentro del equipo, así como por otra parte se defendía que un sprint era lo más justo para dilucidar la vencedora. Como véis, también opiniones contrapuestas. ¿En qué podemos reflexionar sobre esto con lo ocurrido entre los corredores de Jumbo entonces? En que la decisión haya sido tomada por los propios corredores/as.
Tan lícito es decidir una llegada al sprint como ceder el triunfo al compañero por voluntad propia. Otra cosa, y aquí entramos en temas de gestión interna de equipo, es que desde el coche se diga una cosa, y algún deportista haga lo contrario. O que se dé por hecho que existe una jerarquía establecida, como en cualquier organización, y negarlo es de necios, y se actúe de forma libre sin avisar siquiera de tus intenciones de buscar la victoria. Quiero decir, un simple “Lotte, yo voy a pelear para ganar”. A partir de ahí es el equipo el que tiene que trabajar en la gestión interna del equipo, pero tú has ido de frente, de forma honesta, lo contrario sería antideportivo. Diferenciemos entonces de forma más concreta lo que sería antideportivo y lo que no. Y como último episodio pondré como ejemplo una situación que considero (opinión personal) antideportiva, y que podéis consultar los más jóvenes a través de video, o internet.

París-Roubaix 1996:
La tristemente famosa llegada al velódromo más famoso del mundo, en la clásica, en mi opinión, más importante del ciclismo, del trio de Mapei y la infame gestión de Patrick Lefevere, tras 85 kilómetros de escapada aproximadamente. El trio del conjunto italo-belga que fue el origen del actual Quick-Step, formado en aquel momento por Johan Museeuw, ganador de la prueba, Gianluca Bortolami (segundo) y Andrea Tafi (tercero). El líder del equipo en teoría era el belga, pero ambos corredores italianos no eran ni muchísimo menos corredores de segunda fila, como bien indica el palmarés de cada uno de ellos.
La escena en la que se acercan al coche conducido por Lefevre para ver qué se había de hacer en la llegada y los evidentes gestos de desaprobación por parte de los corredores italianos forman parte de una de las historias más rocambolescas del ciclismo moderno, con pinchazo del ganador incluido y orden de esperarle sí o sí desde el coche. Porque para poner la guinda a todo lo que estaba ocurriendo, se dijo en los medios que la decisión final la tomó el patrón del equipo y dueño de Mapei, Giorgio Squinzi, desde su sofá.
Vamos a rizar el rizo, ¿aún se puede más? Efectivamente, sí se puede. El ganador del año anterior, el también italiano Davide Ballerini, se encontraba en el grupo perseguidor, no exento de problemas mecánicos durante el transcurso de la carrera. En un momento de ésta inicia una ofensiva para alcanzar a sus tres compañeros de equipo, a los que acusó en la prensa de no esperarle. En años posteriores las versiones surgidas de la historia han intentado suavizar lo ocurrido, el propio Museeuw así lo ha hecho. Pero lo ocurrido entonces, las declaraciones posteriores y las imágenes ahí quedan. Que cada cual extraiga sus conclusiones. Yo la retrasmisión (esclarecedora) la viví en directo, saqué las mías en base a lo que se veía y contaba. Como Squinzi, desde mi sofá.

Ahora vamos a ver varios conceptos claves dentro del término liderazgo que nos pueden ayudar a entender ya no sólo lo ocurrido en la última Gante-Wevelgem, también por el efecto que puede tener sobre su equipo el comentado gesto de Wout Van Aert. Porque de esto va el liderazgo, de influencia sobre el resto. Comencemos hablando de la figura del líder. Dentro de las múltiples definiciones que existen, muy relacionadas entre sí, vamos a indicar que el líder es la persona con la capacidad o habilidades necesarias para influir, motivar a un grupo para llevar a cabo un objetivo.
Una de las diferenciaciones más importantes y recurrentes en cuanto al liderazgo, y esto viene bien comentarlo además tras el ejemplo puesto del Mapei de 1996, es la de líder y jefe. Establezcámosla de forma muy sencilla. Al jefe se le obedece, al líder se le sigue. El jefe manda y ordena, el líder inspira y motiva. Por lo cual, no es necesario ocupar una posición determinada para liderar. Cabe decir que se puede dar el caso de ocupar un cargo e inspirar y motivar en vez de ordenar y mandar, no es excluyente.
Primer ejercicio: Ponte en lugar de trabajador de cualquier organización, ciñéndonos al ámbito ciclista si preferís. ¿Os identificáis más fácilmente con quien ordena y obedecéis, o con quien inspira, respeta y considera al resto? Reflexionad un momento sobre esto, es importante.
Tipos de liderazgo:
Dado que hoy en día el liderazgo es casi una industria en sí misma, vamos a ir al origen de todo esto, a la matriz para identificar de dónde nace el estudio de la diferencia entre los tipos de liderazgo. Se trata de los tres estilos de liderazgo propuestos por Kurt Lewin, uno de los mas influyentes autores pertenecientes a la escuela de la Gestalt que realizó aportaciones clave al ámbito de la psicología social, del trabajo y de las organizaciones. Una referencia imprescindible en su campo. Lewin estableció 3 tipos de liderazgo que son los siguientes:
Autoritario: donde el líder podemos decir que monopoliza las decisiones, son unilaterales. Determina el cómo, el dónde y cuándo. Funciona bajo el método de premio y castigo, origen del hoy conocido como liderazgo transaccional.
Democrático: Las decisiones de abren a un debate en el que participan los componentes del colectivo, se sienten parte de éstas. Motiva e inspira a la mejora personal y profesional. El origen de lo que hoy se conoce como liderazgo transformacional.
Laissez-faire: conocido como dejar hacer, autogestión. El menos habitual y no recomendado.
Segundo ejercicio: ¿leyendo esto, con cuál os sentiríais más cómodos? O visto desde otro enfoque, si pudiérais, ¿cuál aplicaríais si fuérais los líderes?

Aplicación a la Gante-Wevelgem:
Conocemos casos de jefes de filas con un trato humano hacia sus compañeros más que discutible, como por ejemplo Mark Cavendish, del que se han conocido lamentables ejemplos de desconsideración hacia sus gregarios e incluso mecánicos. Podríamos poner otros pero con lo visto hasta ahora y si habéis reflexionado en los ejercicios propuestos anteriores, vamos a empatizar (otro término clave): ponernos en el lugar del otro.
Tercer ejercicio: Como parte de un equipo ciclista, ¿qué gestos preferís vivir: el que hemos visto de Wout Van Aert (y como hemos visto no es el único) o los citados ejemplos de Cavendish? Tratar de entrar en lo que entenderíais del funcionamiento de un equipo, reflexionad y tratad de empatizar. ¿Hay dudas sobre la elección?
Y vosotros me diréis, para cerrar el artículo. ¿Y esto de qué le sirve a Van Aert? Bien, en mi opinión, Wout sabe perfectamente que se le va a medir al final de su carrera por los Monumentos de Flandes y Roubaix que haya sido capaz de ganar, y aunque gane varias Gante-Wevelgem, E3, Omloop, etc. la exigencia a un corredor de su dimensión no va a bajar de ahí. Y la presión cada año es mayor. Hoy Van Aert, si no lo tenía ya, ha ganado el respeto máximo y lealtad para una empresa en la que va a necesitar ayuda. Ha sido el líder gentil y considerado. Decía Laporte que ganar aquí era un sueño cumplido desde niño. Ha cedido una carrera, no es la primera vez, ha ganado corredores que darán la vida por él en la carretera.
En un año además en el que después de la celebración de la Omloop que ganó Van Baarle, en redes sociales se ponía en cuestión el status del belga en el equipo, aludiendo también a la nacionalidad del nuevo fichaje de Jumbo, holandesa como la escuadra. Tras lo visto hoy, Van Baarle se moverá si Van Aert lo decide, u ocurre una caída o circunstancia claramente desfavorable. De lo contrario, si gana, que disfrute la victoria, porque es de lo poco que va a tener, los corredores estarán con su líder. Y ese líder sigue siendo el de Herentals.

También en Jumbo Visma hemos visto durante la semana, dentro de la Volta a Catalunya, una magnifica lucha entre Primoz Roglič y Remco Evenepoel. Las características de la prueba (duración y bonificaciones en meta) han favorecido el triunfo final del corredor esloveno sobre el joven prodigio belga, que ha llevado la iniciativa y peso a la hora de lanzar ofensivas para asaltar el liderato de Roglič. Se ha discutido durante fases la prueba catalana la actitud de Primoz de no dar relevos a Remco, incluso con notables gestos de desaprobación por parte del corredor de Quick-Step.
En la ultima etapa, desarrollada en Barcelona, después de la enésima batalla entre los dos principales candidatos al próximo Giro de Italia, Roglič no le disputa el sprint por la victoria a Evenepoel, algo que puede extrañar dada la conocida voracidad del corredor de Jumbo, que no suele dejar ni las migajas a los rivales. Este gesto es considerado por muchos de caballero. Roglič consigue su objetivo, la victoria en la general, y Evenepoel el reconocimiento de su principal rival incluso. Parece que dicho gesto ha sido mejor entendido a nivel general según he podido leer. Entonces, si se entiende ese gesto con un rival, ¿por qué no se entiende con un compañero? De nuevo reflexionemos sobre eso.
Personalmente creo que debería haber ganado Van Aert, durante la prueba ha demostrado ser el mejor con diferencia. Sabemos que en el deporte, y el ciclismo no es una excepción, no siempre gana el mejor, pero en este caso y tras lo comentado y analizado aquí, la victoria de Wout no debe ser menospreciada, el aumento de su influencia sobre el grupo y la lealtad del mismo en un deporte de equipo es fundamental. Luego está ese aspecto individual que depende de cómo están las piernas de cada corredor, incluyendo las del belga. Pero las de los compañeros de equipo, mientras funcionen pedalearán por él.
Escrito por Diario de Arenberg (@fondocx)
Foto de portada: Getty Images / Twitter Jumbo Visma
El problema de la cesión de la victoria de Van Aert a Laporte es que supone, en mi opinión, que en caso de darse un caso parecido en Flandes o Roubaix el ganador será el jefe de filas sin darle la posibilidad de una victoria en un gran monumento al corredor francés. Le deja las migas para que no le discuta el plato fuerte. Bonito gesto pero con truco.