Equipos Opinión

El Movistar femenino toma la delantera al masculino

Es el sexto inicio de temporada para las dos versiones simultáneas de Movistar, que desde 2018 comparten carretera y proyecto. De un tiempo a esta parte, con el florecer de los nuevos vientos y las fluctuaciones evolutivas de ambas escuadras, concebidas hoy por separado, parece que el hemisferio femenino parece haber ganado a pulso y a base de una potente locomotora ese lugar delantero. Merecido, puesto que no es sencillo tener en filas a una campeona del mundo al tiempo que de las tres grandes. Con el amanecer del ciclismo femenino y el poder mediático actual de Van Vleuten, ningún experto en marketing dejaría pasar semejante bombazo para vender un equipo de éxito. 

El fichaje de la ciclista más afamada y aclamada del momento fue un gran acierto que ha redundado no sólo en imagen, victorias y prestigio, sino en un efecto llamada a todos los niveles. Annemiek tiene tras de sí un equipo magnífico conformado incluso por potenciales rivales a su lado, anuladas como tal y activadas como ayudantes de primer nivel y cabezas de cartel ocasionalmente. En el reparto de responsabilidades hay más descanso y menos urgencia. Gigante, Sierra, Lippert… una auténtica pasarela de lo mejor del ciclismo femenino a nivel internacional. Bien hecho, con un plantel que sólo alimenta cierta crítica hacia el desplazamiento de las ideas constitutivas iniciales, que giraban en torno a bombear sangre al entonces maltrecho estado del ciclismo femenino español en la élite. 

Situación similar a la del masculino, donde Movistar continúa su andadura en solitario como único conjunto español perteneciente al World Tour. El Movistar masculino ha dado un paso atrás. Los gurús del futuro avistan un movimiento de contracción para únicamente coger carrerilla. El año 2022 merece mucha autocrítica (puede que alguna otra temporada más), con problemas para mantener la categoría y una sensación de impotencia alarmante a la hora de transformar talento en resultados. Y no nos engañemos. Salvaron la papeleta los resultados de última hora de Enric Mas y los puntos obtenidos en carreras de segunda o tercera fila. 

Ningún motivo para celebraciones, ya que el nivel mostrado en el tú a tú con el resto de equipos mandamases en la cima del ciclismo profesional masculino la sensación dejada a lo largo de tantos kilómetros fue de inferioridad manifiesta. Si exceptuamos al sobrecargado Enric Mas, que fue claramente de menos a más en cuanto a confianza a lo largo del año, y algún momento puntual de Carlos Verona, el bagaje total en el World Tour fue bastante pobre. Es evidente que el nivel de sus ciclistas no se correspondía con la posición que ocupaban en los rankings y por ello la necesidad de darle un pensada a la trayectoria del equipo. 

La retirada de Valverde va a ayudar en quitarle fuerza mediática al conjunto masculino, que de esa forma podrá tener un año de transición hacia un futuro que debería ser ilusionante, con el ojo puesto en Carlos Rodríguez (vox populi) como pieza angular. Ese movimiento de reconstrucción y distracción de la opinión pública provisional y el riesgo a repetir expectativas incumplidas, ha provocado que la sección masculina del Movistar haya dado también un paso atrás en la imagen que la propia marca comparte de sí misma. Una estrategia elocuente y que desprende un plan de acción en consecuencia. 

Bajar un par de peldaños en la presión que reciben de forma natural sus pupilos es una buena idea, visto que la sobreexposición previa no les ha funcionado en demasía. Que se hable menos para ofrecer más. Así nadie echará en falta los resultados en caso de no llegar. También las líneas de comunicación han variado (no todas), y eso tiene todo un porqué. Todo va ablandando una idea y es que el equipo femenino, donde Van Vleuten tendrá también fecha de caducidad, goce en este momento de la posición cabecera en este toma y daca que supone contar con dos de los equipos punteros de ambos ciclismos bajo una misma denominación: Movistar Team. 

Las incorporaciones al masculino han sido, si no de perfil bajo, sí ciclistas que han venido a complementar esa clase media tan bien avenida en la plantilla. Gaviria, que ya ha estrenado el marcador de los telefónicos en pleno mes de enero, lo que ayudará en la liberación de esa presión que sólo conseguía aliviar Valverde en primavera, es un velocista top en caso de encontrar la senda del éxito. Un renacer que puede ir cuesta abajo y rodando con viento a favor si el equipo sigue respirando tranquilidad y sonrisas. Con Max Kanter ya tienen una parte de la restructuración del equipo hecha. También con Ruben Guerreiro, nombre que nos enseñaron desde sus redes sociales a escribir correctamente, como si el portugués hubiese nacido con ellos. Un ciclista a contraestilo y que incidirá en esa pata que siempre se echó de menos: la valentía, el riesgo. 

Iván Romeo les sube a un carro del que veremos sus consecuencias en unos años. De las manos de Axel Merckx al equipo A del Movistar. Arriesgado movimiento que busca adaptar el librillo a los nuevos tiempos, equivocados o no. A veces las melodías ganan sentido cuando se reinterpretan en estilos diferentes. Las canciones que son buenas lo son en rock&roll y en bossa nova, pero las que no lo son pueden encontrar un sitio donde ver aumentadas su autoestima y relevancia. Llevado al terreno ciclista, tal vez haya en el plantel líderes que no debieran serlo, pero que al mismo tiempo compondrían otro rol más eficiente. Y que no estaría regañado con mantener la idea de lanzar a un ciclista contra una pared pintada e inspirada por sus propios sueños, de adoquín, por ejemplo. 

Ahora empieza un nuevo capítulo, el sexto en modo dual. Se sabe en qué situación se empieza, pero nunca cuál va a ser el final. Las chicas han tomado la delantera, pero es un proyecto que también debe irse desligando de Van Vleuten y de la dependencia que ese dominio aplastante ejerce sobre los demás equipos pese a ser históricamente o en términos de versatilidad superiores. La retirada de la campeona del mundo acecha, así como el crecimiento de sus campeonas emergentes se debe terminar de confirmar. Ello ejercerá de termómetro definitivo para valorar en perspectiva con respecto a la calidad y solidez de un proyecto que en la actualidad parece haber tomado la delantera. 

Escrito por Jorge Matesanz

Fotos: Cxcling Creative Agency / Getty Sport / Photo Gomez Sport / Movistar Team

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